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POLVITO URUGUAYO DE LIMÓN

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Y adiós a la Navidad...
No es que yo proponga este postre para fastidiarles los propósitos de enero... pero podría ser.. habrá alguien que no tenga en mente hacer dieta este mes ¿por qué no?... Sí, sí, sí... hay gente que no necesita hacer dietas.
Yo lo hice en fin de año, para llevarlo a casa de unos amigos donde celebramos esa noche y, lo único que tengo que reprocharle fue el tamaño, que resultó más grande de lo que hubiera sido correcto para una noche como esta de tanta comilona. Pero el resto es perfecto. Es fresco, ligero, puede hacerse con antelación y facilísimo, así que postre diez. Y, evidentemente podría llamarse de cualquier otra manera, pero a mi se me ocurrió este postre pensando en el polvito uruguayo que ya hemos publicado  aquí y que tanto Victoria como yo hemos hecho en versión tarta, vasitos individuales, etc. En este caso se sustituye la nata por yogur griego y, el dulce de leche por crema de limón (lemond curd). 


Ingredientes:
1 paquete de galletas tipo "digestive"
1 paquete de suspiros (merengues)
250 de queso mascarpone
2 yogures griegos
azúcar glass (cantidad al gusto, en mi caso 3 cucharadas)
250 gramos de crema de limón (puede ser casera o comprada pues ver nuestra recomendación aquí)
Ingredientes para la crema de limón (te sobrará un poco, pero no te importará, seguro):
200 gramos de azúcar
100 gramos de mantequilla
4 huevos
4 limones
Para decorar: merenguitos de fresa 
Preparación de la crema de limón:
Rallar la piel de dos de los limones y exprimir los cuatro limones. Colar el zumo y reservar. Poner el azúcar en el vaso de la TMX y pulverizar a máxima velocidad durante 5 segundos aproximadamente. Añadir la ralladura de limón y volver a pulverizar otros 20 segundos a la misma velocidad. Añadir el zumo de limón, la mantequilla y los huevos y batir unos segundos a velocidad 3 para que se mezclen los ingredientes. Programar 10 minutos a 80 grados, velocidad 2. Pasado ese tiempo comprobar que tiene consistencia como de una crema pastelera, si no es así se programan 3 minutos más. Cuando enfría espesa aún más. Volcar en un bol y poner un film pegado a la superficie hasta que enfríe. Mejor que esté unas cuantas horas en la nevera antes de su uso.

Mezclar en un bol el queso mascarpone con los dos yogures griegos y batir con las varillas hasta que quede bien integrado, ir añadiendo el azúcar a cucharadas e ir probando hasta que esté a nuestro gusto. Triturar las galletas y reservarlas en un bol. Triturar los merengues o suspiros y reservar.

Montar las copas colocando la crema de limón en una manga pastelera con boquilla rizada pequeña y, la crema de queso y yogur en otra un poco mayor, e ir poniendo en las copas capas a nuestro gusto intercalando las de galleta molida, crema de yogur, suspiro molido, crema de limón  y vuelta a empezar galleta molida,... y así hasta que tengamos la cantidad que deseemos. Para que quede bonita podemos terminar con una roseta de crema de yogur y adornar como en este caso con una brocheta de dos o tres merenguitos de fresa. 

Feliz enero, para variar
¡Espero que les guste!, en mi casa triunfó...


COOKIES DE GOFIO

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¡Buenísimas... están riquísimas! No puedo creer que esta receta siendo de Gofio principalmente, la haya sacado de una persona que no sea de Canarias, pero por otro lado me encanta que nuestros productos sirvan de inspiración para personas importantes de la cocina, en este caso la obtuve del blog de Kiko Casals.
Fueron un éxito en las dos versiones que hice. Unas con muchas pepitas de chocolate y otras con bastantes menos, pero en las dos ocasiones encantaron a todos.

A mi me salieron unas 40 galletas bien grandes. 

INGREDIENTES;

1 taza de azúcar blanco
1 taza de azúcar morena 
1 paquete de 250 gr de mantequilla
2 huevos
1 taza harina
1 taza y ½ de gofio de millo, pero sirve igualmente el de trigo
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de polvo de hornear
1 cucharadita de extracto de vainilla
250 gr de pepitas de chocolate (en este caso le puse menos, porque no tenía mas)

ELABORACIÓN;

En un bol juntamos el azúcar blanco y moreno, la mantequilla pomada, los huevos y la vainilla. Lo mezclamos bien con un batidor de varillas hasta que nos quede una crema suave. En otro bol juntamos la harina, el gofio, la sal y la levadura, mezclamos todos los secos. Incorporamos los secos a la crema de huevos poco a poco.
Cuando está todo bien mezclado y homogéneo, incorporamos las pepitas de chocolate. Enfriamos en nevera.
En la bandeja del horno con un papel vegetal, vamos poniendo cucharaditas de la masa, bien separadas unas de otras. Horneamos a 170º  unos 10 o 15 minutos.

Unas pocas con menos chocolate


PASTEL DE CEREZAS Y MAZAPÁN

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¡Pero qué buenísima es la repostería tradicional Europea!. De un pequeño libro de recetas alemanas titulado así precisamente "Repostería tradicional Europea", que cayó en mis manos de casualidad hace algún tiempo salió esta receta y la verdad es que todas las que he hecho de ese libro han salido bien. Esta es la segunda que publico en este blog, la primera fue la maravillosa trenza de avellanas que vimos aquí.  Como puede verse siempre usan frutas frescas o frutos secos y muchísimas recetas con mazapán que me "rechifla"
El libro pone que se puede hacer en la bandeja del horno, yo he usado una fuente cuadrada con capacidad similar a la de una bandeja de horno porque era para llevar a una comida con muchos amigos/as. 
Ingredientes:
1 limón ecológico
220 gramos de masa de mazapán. (En Lidl tiene uno muy bueno en pequeños paquetes, pero no siempre se consigue)
220 gramos de mantequilla a temperatura ambiente.
200 gramos de azúcar
una pizca de sal
2 sobres de azúcar vainillado. (Yo usé una cucharadita de vainilla en pasta de home chef)
5 gotas de aroma de almendra amarga.
220 de yogur natural.
150 gramos de sémola de trigo duro
7 huevos
300 gramos de harina de repostería
2 cucharaditas de levadura en polvo.

Para el relleno:
1,3 kg de cerezas. (Usé cerezas en almíbar deshuesadas Noliko)
100 gramos de almedras en láminas (usé en cubitos)

Mantequilla y harina para el molde y un sobre de brillo para tartas o gelatina para acabado de tartas con fruta. (También puede usarse un par de cucharadas de mermelada de melocotón puestas al fuego con un poco de agua y colada).

Preparación:
Engrasamos la bandeja que vayamos a usar con mantequilla y espolvoreamos con harina retirando el exceso con un golpe seco. Podemos poner también papel de horno para facilitar el desmoldado, yo no lo puse y realmente se desmoldó muy fácilmente. Precalentamos el horno a 180 grados. Si las cerezas fueran frescas lavarlas y quitarles el hueso.
Para preparar la masa rallamos la piel del limón, picamos la masa cruda del mazapán con ayuda de una picadora o con un tenedor. Ponemos en un bol la mantequilla y el mazapán, el azúcar, el azúcar vainillado y la pizca de sal y mezclamos con una batidora de varillas. Añadimos el aroma de almendra, la piel del limón, el yogur y la sémola de trigo duro y mezclamos todo bien. Incorporamos los huevos a la masa poco a poco sin dejar de batir. Mezclamos en un bol aparte la harina con la levadura y la añadimos tamizándola. Removemos todo con movimientos envolventes. Vertemos la masa sobre la bandeja elegida y alisamos la superficie. Repartimos las cerezas sobre la masa y esparcimos las almendras. Llevamos al horno durante unos 55 minutos. Para saber si está listo pinchamos con una brocheta de madera y si sale seca es que ya está.  Sacamos del horno y dejamos enfriar. Desmoldamos y añadimos el brillo o azúcar glas. 
Está riquísimo, la textura que le aporta la sémola de trigo hace que la masa no quede nada apelmazada sino muy suave y la combinación de sabores mazapán/cerezas es inmejorable. 
 Y por dentro quedó así de rico,
Espero que si se animan a hacerlo les salga bien y les guste, creo que no tiene dificultad alguna.
¡Hasta la próxima!

CUPCAKE ANGRY BIRD DE MANZANA ZANAHORIAS

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En la mesa dulce del cumpleaños de Hugo, faltaba unas bonitas cupcakes para que cada niño tuviera su muñequito con su personaje favorito. Y aprovechando que eran atractivas metimos frutas y verduras que sabemos que a los niños les suele costar incluir entre sus gustos favoritos.
No notaron que las zanahorias y las manzanas eran sus principales ingredientes, porque el aroma de la canela el jengibre y la ralladura de naranja hacía que para ellos solo fuera una magdalenas muy húmedas y jugosas.
La decoración del césped puedes hacerla con crema como en este caso o sencillamente con fondant y un colador. 

INGREDIENTES para 12 cupcakes

140 gr de harina
1 cucharadita de bicarbonato sódico
1 cucharadita de canela
Una pizca de jengibre
2 huevos
115 gr de azúcar blanco
120 ml de aceite de oliva suave (u otro aceite de sabor suave)
150 gr de zanahorias
140 gr de manzana
Un puñado de nueces (peladas y troceadas)
La ralladura de una naranja

Para el frosting de vainilla
250 de mantequilla
300 de azúcar glas
1 cucharadita de esencia de vainilla yo utilicé Home chef en pasta

Ralla la zanahoria y la manzana en un bol y reserva la mezcla.
A continuación, tamiza la harina con el bicarbonato sódico, la canela y el jengibre y reserva la mezcla.
En otro bol, bate los huevos con el azúcar y el aceite y mézclalo todo bien. Después incorpora la harina. Con ayuda de una espátula, añade la mezcla de zanahoria y manzana rallada. Cuando esté bien mezclado, añade las pasas y las nueces.
A continuación, añade la ralladura de naranja a la mezcla.
Rellena los papelitos de los cupcakes hasta la mitad o ¾ partes de su capacidad.
Precalienta el horno a 160°. Hornea tus cupcakes durante 20-22 minutos a 180°, o hasta que un palillo salga limpio. ¡Cuidado con olvidarte del horno, que se queman fácilmente!
Resérvalos sobre una rejilla durante 5 minutos hasta que enfríen por completo.

Mientras hacemos la crema para el cesped
Imagen de Pinterest

Ponemos en un bol  el azúcar con la mantequilla y el extracto de vainilla. Batimos a velocidad baja al principio y vamos subiendo la velocidad hasta llegar a media alta y seguir durante casi 5 minutos y se haya vuelto casi blanco y muy cremoso. Ahora es el momento de añadir el colorante que en este caso ha sido verde para imitar el césped donde pondremos las figuritas de los Angry bird hechas de fondant.
Usamos para hacer el césped una manga pastelera con boquilla de muchos agujeritos en este caso N233 de wilton, pero también se puede hacer con el mismo fondant presionando sobre un colador.


CABELLO DE ÁNGEL

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El cabello de ángel es una compota o mermelada que se prepara con la pulpa de una variedad de calabaza, la calabaza de cidra. Se añade azúcar, y se aromatiza con canela y limón. Hacer "Dulce de cabello" que es como se llama en mi tierra al cabello de ángel, era una actividad frecuente hace unos años. Hace 40 o 50 años se hacía prácticamente en todas las casas del ámbito rural, porque las calabazas de cidra se plantaban en las orillas de los terrenos cultivables, especialmente los de plataneras ya fueran grandes terrenos o pequeños bancales. Y si no disponías de terrenos propios, siempre había algún vecino o pariente que te la regalaba. Eso sí, era una receta  bastante trabajosa. 
Para empezar, esta variedad de calabaza de piel durísima y de pulpa amarillo pálido casi blanco no debe utilizarse recién cortada, en algunas recetas dice que debe estar cortada entre 6 y 12 meses antes de su uso.
Por culpa de esta recomendación una vez me regalaron una y la tenía decorando la cocina mientras reposaba su tiempo, era un verano caluroso y nos fuimos unos días de viaje. Mientras estábamos fuera la calabaza explotó literalmente. A mi hermano, que pasó por casa de inspección, le tocó la desagradable tarea de recoger  los restos. Quizás me pasé con el tiempo de reposo.
Esta vez el regalo, que yo pensaba envenenado por lo latoso que es de hacer, vino de una amiga y yo, incapaz de dejar que se estropeara, ya me veía en la dura tarea de remover y remover delante del fuego, pero se me ocurrió buscar una receta con Thermomix y "voilà" encontrada, probada y superados para siempre los miedos a las calabazas de dulce de cabello. Puedes verla en velocidad cuchara. 
Los usos que pueden darse a este dulce son muchísimos, a cual más rico, pero desde mi punto de vista la combinación perfecta es con hojaldre. Próximamente pondré algunas recetas donde lo usé. Hubo cantidad suficiente para regalar algunos botes a amigos y familiares, por eso tenían esta presentación tan chula y por eso merecían una entrada separada, creo yo.

Ingredientes:
1 calabaza de cidra
cantidad de azúcar según peso de la calabaza (yo pongo un poco menos)
piel amarilla de medio limón
palos de canela al gusto

Preparación:
Si vamos a envasar el cabello de ángel en tarros, esterilizamos los mismos poniéndolos en una olla cubiertos de agua y los dejamos hervir unos 20 minutos. Sacamos con unas pinzas y los ponemos a secar en un paño limpio.
Lavamos la calabaza y la rompemos en trozos dándole unos golpes por ejemplo con la tabla de cortar. Extraemos una a una las pipas y quitamos toda la piel. La pulpa se va separando en forma de hebras con un tenedor. Cuando ya esté completa y escurrida la pesamos. En función de dicho peso se pone la cantidad de azúcar. La receta es al 50% de pulpa y 50% de azúcar, yo puse un poco menos.
Ponemos en el vaso de la Thermomix todos los ingredientes y programamos 30 minutos a 100º de temperatura y velocidad 2. Cuando pase el tiempo retiramos a un cuenco y dejamos enfriar. Ya en este punto tiene un ligero color dorado, como puede verse en la foto de arriba
Cuando esté fría volvemos a ponerla en el vaso por segunda vez y programamos igual tiempo, temperatura y velocidad. Volvemos a retirar y enfriar. El dorado se habrá intensificado
Y, finalmente volvemos a ponerla en el vaso por tercera vez con igual tiempo, temperatura y velocidad. Pasado este tiempo ya vemos que adquiere un bonito color dorado, el que corresponde a la foto de abajo.
En caliente, retirando las pieles de limón y los palos de canela (a mi me gusta dejar estos últimos para adornar e intensificar el aroma a canela) se pasa a los tarros y hacemos el vacío. Volvemos a colocar los botes en un caldero con agua y un paño en el fondo, que les llegue el nivel de agua justo por debajo de la tapa y los tenemos 20 minutos hirviendo. 
Dejamos enfriar  del todo.

Delicioso, y para mi evocador de la niñez como pocas cosas, cuando recuerdo pensar que su nombre era literal y se hacía con los pelos de los pobres angelitos...

MOUSSE DE CHOCOLATE Y FRESAS CON COBERTURA BRILLANTE

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Se acerca San Valentín y se me mete en la cabeza preparar algún postre que sea para compartir en un solo plato. Y así nace la idea de una minitartita de 10 cm de diámetro. Y para esas fechas lo que mas me pega es el chocolate y las fresas, bueno, la realidad es que a mi el chocolate me pega para todo, para un cumpleaños, para una depresión y para un día de los enamorados. ¡Lo  confieso, soy adicta al chocolate! Y lo uso para todo. 
De esta manera nace este postre, inspirado en su mayor parte en recetas de la web Bavette, que es una mousse de chocolate sobre un bizcochito fino genovés y un relleno de fresas naturales. Advierto que se puede simplificar muchísimo, por ejemplo sustituimos el bizcocho por galletas de chocolate molidas y mezcladas con mantequilla o nutella. Y prescindimos de tanta decoración complicada poniendo una fresa bien gorda en la parte alta y queda igual de bonita.
Lo malo es que como no tenía muy claro como calcular las medidas…me terminaron saliendo 4 mini-tartas. Pero que como estaban tan ricas, no duraron un asalto. Yo recomiendo que con estas medidas hagas una sola tarta de la forma que prefieras, porque da muchisimo menos trabajo.
La receta es un poco engorrosa, pero no difícil, y hay que organizarse con tiempo porque la gelatina tiene que solidificar en las tres mezclas que usamos, la mousse, el relleno y la cobertura brillante. Así que empezar el día antes.  O hacerla con mucha antelación y congelarla sin la cobertura, que la pondremos cuando la saquemos el congelador. Congela estupendamente y no se nota la diferencia.
No tenía demasiado claro como decorarla, así que fueron decoradas de distinta manera, una con oro comestible, otra con una esfera de chocolate negro y otra con pétalos de rosa glaseados. Cada uno que elija el que mas le guste.

Receta para 4 mini-tartas de 10 cm. O para una tarta de 22 cm.

INGREDIENTES

Para el bizcocho

2 huevos
100 harina
75 azúcar
½ cucharadita levadura en polvo

Para la mousse de chocolate

400 ml. nata
400 g. chocolate negro
4 hojas de gelatina
4 claras de huevo
60 g. Azúcar

Para el relleno de fresas

3 hoja de gelatina
300 g. fresas
90 g. azúcar
3 cucharadas de agua

Para el glaseado brillante de chocolate

120 ml. nata
180 gr. azúcar
145 ml. agua
60 g. cacao en polvo
6 g de hojas Gelatina neutra ( 4 hojas en este caso)

ELABORACIÓN

El bizcocho.
Batir los huevos con el azúcar y la vainilla  hasta que aumente su volumen y se vuelva blanquecina.  Añadir la harina mezclada con la levadura  y mezclar envolviendo no revolviendo. Poner en el fondo de un molde o en la bandeja del horno y a 180º unos 15 minutos, pero ya sabes que cada horno es un mundo, así que hasta que lo veas amarillito dorado y al pincharlo salga el palillo limpio.
Desmoldamos y una vez frio cortamos con la forma que vayamos a dar.
Mientras está en el horno preparamos el aro que vamos a utilizar y lo forramos por dentro con una tira de acetato para que nos sea mas fácil desmoldar.
Colocamos en el fondo el bizcocho (podemos emborracharlo con algún licor, en este caso usé marraskino )y empezamos con la mousse.

La mousse.
Lo primero que tenemos que hacer es poner las hojas de gelatina a hidratar, en agua fría. Fundir el chocolate en el microondas a baja temperatura para que no se nos queme y no este demasiado caliente.
Lo siguiente es montar a punto de nieve las claras con el azúcar y reservar. (Montamos primero las claras para evitar que se nos quede algún resto de nata en la batidora ya que eso impide que las claras se monten debidamente)
Lo siguiente será montar la nata (separaremos antes unas cucharadas para deshacer en ella la gelatina).  Cuando la tengamos montada mezclaremos las cucharadas que apartamos con la gelatina y se lo añadimos al resto de la nata, ahora el chocolate y por último las claras a punto de nieve. Integrando con gesto envolvente para que no se nos baje.

Elaboración de la gelatina de fresas.
Ponemos primero la gelatina a hidratar en agua fría. En un calderito al fuego colocamos las fresas, el azúcar y el agua, dejamos cocer unos 6 minutos a fuego moderado-alto. Retiramos del fuego, lo trituramos  hasta que nos quede un puré, y le incorporamos rápidamente la gelatina bien escurrida.

Forramos un vaso con film o vertemos directamente sobre un plato también forrado y hacemos una capa de 1,5 cm mas o menos Rellenamos 1 cm de grosor aproximadamente  y guardamos en la nevera para que cuaje.
Ahora rellenamos el aro hasta la mitad con la mousse, ponemos la gelatina en el centro y seguirmos rellenando con mas mousse cubriendo bien por los lados para que quede en el centro la capa de fresas, y ahora al congelador hasta que esté bien frio o congelado del todo. Mejor dejar unas horas congelar.

El baño de chocolate brillante
Empezamos poniendo la gelatina en agua muy fría, para que se hidrate y ablande.
Hervimos la nata líquida con el azúcar y el agua.  Agregamos el cacao en polvo y cocemos hasta  que hierva. Retiramos del fuego y dejamos enfriar a 60º C. En este momento añadimos la gelatina bien escurrida, removemos hasta que se disuelva completamente. Dejamos reposar para que se enfrié y usar a 30º C.
Vertemos sobre nuestra tartita  una sola vez, una sola capa y no la tocamos para nada, porque como se nos ocurra poner mas capas, les va a pasar como a mi, que no se quedó bien lisito, sino algo achichonado, porque el chocolate ya se estaba solidificando.

DECORACIÓN

Para los pétalos de rosas glaseados, solo tenemos que deshojar una rosa, pincelarla con clara de huevo un poco batida y luego espolvorearla bien con azúcar en grano por ambas caras. Poner sobre un papel  y dejar secar. Como hacía tanto frío y humedad opté por dejarla toda la noche en el horno apagado, pero puedes acelerar el proceso poniendo apenas a 30º durante 30 minutos.

Para la esfera de chocolate, inflé un globo del tamaño que quería la esfera. Fundir chocolate negro y dejar enfriar pero sin que llegue a endurecer. Lo puse en una bolsita de plastico y corté la punta. Ahora solo falta irlo poniendo por todo el globo de la manera que mas nos guste, sin que sea demasiado fino porque se rompería. Dejamos solidificar en la nevera y luego cortamos el globo con cuidado para que se vaya desinflando sin explotar. Y ya está.




TARTA CAJA DE HERRAMIENTAS CON CUBIERTA DE MAZAPÁN

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PARA NANDO

Si tienes un cuñado "manitas" que sabe de todo y arregla cualquier cosa, además de otras muchas virtudes, tienes una auténtica joya en la familia, y si te pasa como a mi que le debes miles de favores por todo lo que ha trabajado en tu casa, ninguna tarta será lo suficientemente buena para compensarle. Por eso, desde que se me pasó por la cabeza una tarta en forma de caja de herramientas no descansé, era muy apropiada para su cumpleaños, ya que una caja parecida a esta le acompaña allá donde vaya.
 
Para hacer esta tarta empecé unos días antes preparando las herramientas que la adornan con pasta de azúcar teñida de diferentes colores. 
La tarta en sí está formada por un bizcocho de cholocate blanco que vi en la web de Nestlé, con dos rellenos, un ganaché de chocolate y una crema de merengue con maracuyá. Es un bizcocho que queda algo denso, poco esponjoso, pero que para esta tarta me vino bien para que tuviera estabilidad suficiente para aguantar el peso del mazapán de la cubierta y de los adornos. Utilicé un molde rectangular de la forma más parecida posible a la caja de herramientas. Está cubierta con mazapán teñido en dos tonos de color verde. La etiqueta de la marca comercial o logo se imprimió en papel comestible partiendo de un modelo real. Y, el asa y la tapita de la cerradura de color naranja son de pasta de azúcar.

Ingredientes para el bizcocho: (para esta tarta se usaron dos bizcochos bien grandes, que pudieron cortarse en cuatro discos cada uno, aunque no todos me quedaron de la misma altura)
180 gramos de chocolate blanco (usé Nestlé postres)
7 huevos
500 gramos de harina
50 gramos de harina de maíz
400 gramos de azúcar
200 ml. de nata para montar (mínimo 35% mg)
50 ml de leche entera
250 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
1 cucharadita pequeña de bicarbonato
16 gramos de levadura
una pizca de sal
una cucharadita de postre de pasta de vainilla

Ingredientes para el ganaché de chocolate:
340 gramos de chocolate negro
385 gramos de nata líquida

Ingredientes para la crema suiza de merengue con maracuyá
100 gramos de clara de huevo
200 gramos de azúcar
300 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
1 cucharada de pasta de maracuyá concentrada (yo usé Home Chef)

Si es posible hacer el bizcocho y el ganaché de chocolate el día anterior al montaje de la tarta.

Preparación del bizcocho:
Precalentamos el horno a 170º y preparamos el molde pincelándolo con mantequilla y espolvoreándolo con harina. Sacudiremos bien el exceso.
Derretimos en el microondas a baja potencia o al baño maría el chocolate blanco y dejamos enfriar.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que blanqueen, batimos aparte ligeramente los huevos y los vamos añadiendo poco a poco al batido de mantequilla y azúcar batiendo a velocidad lenta.
Añadimos la vainilla, la nata y la leche y seguimos batiendo. A continuación añadimos el chocolate blanco que ya tendremos casi templado y mezclamos hasta integrar en la masa.
Tamizamos la harina, harina de maíz, sal, levadura y bicarbonato y la vamos añadiendo poco a poco a velocidad baja a la masa ayudándonos con una espátula.
Pasamos la masa al molde y horneamos a 170 º durante 50 minutos a una hora dependiendo del horno. Cuando pinchemos y salga limpia la brocheta estará listo.
Sacamos del horno, mantenemos en el molde sobre una rejilla unos 10 o 15 minutos y desmoldamos con cuidado.
Cuando esté frío del todo, incluso mejor al día siguiente, cortaremos en discos lo más finos posibles.

Preparación del ganaché de chocolate
Calentamos en un cazo la nata hasta que esté a punto de hervir, añadimos el chocolate troceado o rallado y removemos hasta que se disuelva y se forme una crema brillante y lisa. Dejamos enfriar y dejamos en la nevera hasta el día siguiente. En el momento de usarlo montarlo con varillas como si fuera nata.

Preparación de la crema de merengue con maracuyá.
La crema de merengue es una crema sedosa y suave que se puede dejar fuera de la nevera y que admite colorantes y sabores. Para preparar la crema ponemos las claras y el azúcar en el bol de la batidora si fuera de acero inoxidable o en cualquier otro bol al baño maría (se pone una olla ancha al fuego con unos dedos de agua y el bol donde tenemos las claras, que ha de ser algo más pequeño, se coloca dentro) y sin dejar de batir esperamos a que se caliente sólo hasta que notemos que el azúcar se ha disuelto (unos 4 minutos). Retiramos del fuego y montamos estas claras en velocidad alta hasta que se formen picos (unos 10 minutos). Debe estar fría antes del siguiente paso que es añadir la mantequilla para que no se derrita.
Bajamos la velocidad de nuestra batidora y vamos añadiendo la mantequilla en dados poco a poco. Notaremos como la crema va cambiando de textura, primero será una crema suave, luego pasa a estar algo grumosa y con aspecto de cortada y al seguir batiendo vuelve a estar suave. Hay que batir al menos otros 10 minutos.
Una vez hecha podemos añadirle sabores. En este caso añadimos una cucharada generosa de pasta de maracuyá y batimos hasta que se integre bien.

Montaje de la tarta
Cortamos los bizcochos en capas como ya vimos y, sobre un cartón pluma del tamaño justo de la base, vamos alternando una capa de bizcocho con la crema de chocolate, otra capa de bizcocho y la crema de maracuyá. Al acabar, llevamos a la nevera por unas horas. Cuando esté bien frío sacamos y "tallamos" la tarta. En este caso sólo tuve que hacer unos cortes en forma de trapecio para obtener la forma de una caja de herramientas, un poco más pequeña en la base que en la zona de la tapa. Cubrimos toda la superficie con la crema de maracuyá alisando todo lo posible y guardamos en la nevera, Si queremos congelar en este punto, cubrimos con un film y guardamos en el congelador. Para descongelarla la pasaremos el día anterior a la nevera y unas horas antes del acabado la sacamos.
Finalmente la cubrimos y colocamos los adornos. En este caso se cubrió con mazapán teñido de verde, añadiendo sólo los elementos de color naranja en pasta de azúcar, es decir, el asa y la pestaña de cierre, para ello estiramos el mazapán ya teñido y vamos cortando paneles, uno para cada lado. Para tapar las esquinas cortamos otro trozo rectangular que colocamos simulando el refuerzo que tienen las cajas reales. Finalmente colocamos la tapa de una sola pieza. El mazapán es más difícil de estirar que el fondant, y el acabado no es tan perfecto, pero es muy rico de sabor.
Y así era por dentro la tremenda caja de herramientas.
¡Hasta la próxima!

BIZCOCHO DE MANDARINA Y ALMENDRA

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Un trocito de queque para desayunar  o con el cafecito a mitad tarde, es uno de los placeres que todos nos podemos permitir. En esta ocasión simplemente con mandarina y hemos sustituido una parte de la harina por almendra molida, pero no es imprescindible, podemos hacerlo solo con harina y queda igual de rico.

INGREDIENTES
2 mandarinas enteras con piel y todo
2 huevos
1 cucharadita esencia de vainilla
100 ml de aceite de girasol
180 de harina. Puede ser 220 de harina y prescindir de la almendra molida
50 gr de almendra molida
220 azúcar
1 sobre de levadura en polvo. Usé Royal

PARA EL GLASEADO
el zumo de media mandarina
azúcar glás
ralladura de mandarina


Encender el horno a 180º arriba y abajo.
Y sacar la bandeja dejando unicamante la rejilla. Hago toda esta aclaración porque yo creía que era evidente pero el otro dia me preguntaba mi nuera porqué no le subía bien los bizcochos y después de mucho investigar, es que le dejaba debajo la bandeja y claro el calor no le llegaba correctamente.
Coger el molde que vayamos a utilizar y  untarlo con mantequilla y enharinarlo.
Poner en la batidora o el vaso de la thermomix las naranjas cortadas en cuatro trozos con piel y todo,  cuidando de eliminar si tiene alguna semilla.
Añadir los huevos, la vainilla y el azúcar y batir hasta que se convierta en un batido.
Ahora vertemos el aceite y seguimos batiendo. Mezclar la harina con la levadura y la almendra molida si hemos optado por hacerla con almendra y añadir removiendo con una espátula sin batir y meter al horno. A los 40 minutos vemos si está doradíto y si huele toda la cocina que da gusto. Eso es un síntoma inequívoco de que está cocido. Pinchamos de todos modos con un palillo o un cuchillo y si sale limpio es que ya está. Sacamos y dejamos enfriar un par de minutos antes de desmoldar.

Cuando esté totalmente frío es el momento de hacer el glaseado para la parte alta. En un vasito exprimimos media mandarina y vamos añadiendo azúcar glas mientras removemos hasta que tengamos un glaseado espesito. Vertemos por encima y espolvoreamos con algunas virutitas de cascara de naranja.



BOLLOS FRITOS (ROSQUILLAS) DE JUNCALILLO

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Juncalillo es un caserío perteneciente a la zona alta del municipio de Gáldar en la Isla de Gran Canaria, es el típico pueblo pequeño de medianías, zona donde mejor se conservan las tradiciones de la Isla. La receta la recogió mi hermana de la madre de una de sus amigas y, aunque estos bollos se hacen en toda la Isla, y seguramente con variaciones en todo el país, estos son los de Juncalillo. La particularidad de hacerle cuatro cortes en forma de aspas hace que al freírlos queden mucho más crujientes. No obstante, las masas fritas son para consumirlas el mismo día que se cocinan, porque con el paso del tiempo pierden bastante. Un truco a aplicar si nos sobran para el día siguiente es darles un toque de microondas con el grill y después dejar que se enfríen. Este truco que también sirve para las galletas, hace que pierdan humedad y recuperen el punto crujiente. La receta es fácil de recordar porque sigue la regla del 6.

Foto de todopueblo.com
Ingredientes:
1 huevo
6 cucharadas de agua
6 cucharadas de azúcar
6 cucharadas de anís (Marie Brizart)
6 cucharadas de aceite (girasol u oliva suave)
Ralladura de limón (al gusto)
Harina (la cantidad necesaria para dar consistencia a la masa y poder formar los bollos)
1/2 sobre de levadura Royal

Para freir: aceite de girasol o de oliva suave para freír
Un trozo de piel de naranja

Preparación:
Evidentemente la forma tradicional de prepararlos es amasando a mano. Para hacerlos a mano se pone en un bol todos los ingredientes menos la harina y se mezclan con un tenedor. Se va añadiendo la harina y la levadura poco a poco y seguimos removiendo con el tenedor, hasta que ya no se pueda seguir y ya se sigue amasando a mano.
Yo esta vez he usado la amasadora y deja una textura algo diferente a la masa, más aireada, más blanda.
Batimos los huevos en un bol hasta que blanqueen, añadimos el resto de los ingredientes menos la harina y la levadura y seguimos batiendo hasta que esté todo integrado. Tamizamos 250 gramos de harina con la levadura y la  vamos incorporando a la masa e integrando con suavidad. Tamizamos otros 250 gramos de harina y vamos añadiendo a cucharadas hasta que se logre la consistencia deseada, que es sólo la que permita hacer los bollos. No mezclamos toda la harina de golpe con la levadura para poder guardar la que nos sobre, ya que de la última parte de harina nos puede sobrar o faltar.  Pues ya ven, como las recetas de antes, a ojo.
Esta vez para que quedaran todos del mismo tamaño he ido pesando porciones de masa de 30 gramos cada una. Formamos el bollo y con unas tijeras hacemos cuatro cortes en la masa.
Ponemos abundante aceite en una sartén algo profunda y ponemos la piel de naranja, cuando se dore por los bordes la retiramos y empezamos a freir. Vamos añadiendo los bollos formados de dos en dos o tres en tres, no más para controlar bien que se hagan pero que no se quemen.

Están riquísimos, dejan un olor en la cocina que ojalá pudiera envasarse. Si tienes niños cerca no dejes que se pierdan estos sabores para que formen parte de su memoria entrañable, como forma parte de la nuestra.
¡Hasta la próxima!


PASTEL DE GROSELLAS

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No me pude resistir a comprar unas cajitas de grosellas cuando las vi en el supermercado. En nuestras islas no son habituales, ni siquiera fácil de conseguir, así que no dudé ni un poquito en llevármelas a casa sin tener muy claro que haría con ellas, aunque  hacía tiempo que quería probar a hacer un  pastel imposible de pronunciar por mi, Ribiselkuchen. 
Un bizcocho Austriaco con muchas grosellas y una buena capa de merengue que hace mas de tres años que había leído en el Blog Hierbas y especias y que no había probado porque no me atrevía con grosellas congeladas, que era las únicas que conseguía 
Me puse manos a la obra, y confieso que a la familia le encantó.
El bizcocho tenía un intenso sabor a limón y las grosellas tan ácidas mezcladas con el merengue resultaba una mezcla estupenda. Quizás que me quedé un poco corta con las grosellas que tenía que poner con el merengue, pero la receta está redactada con la cantidad que realmente tiene que llevar. 

Ingredientes para el bizcocho:

150 gr. de azúcar
150 gr. de mantequilla
4 yemas de huevo
1 sobre de azúcar avainillada o una cucharadita de aroma de vainilla
la ralladura de 1 limón
300 gr. de harina tamizada
1 cucharadita de levadura
50 ml. de leche
150 gr. de grosellas

Ingredientes para el merengue

4 claras de huevo
una pizca de sal
200 gr. de azúcar molida
150 g de grosellas

Preparamos el bizcocho haciendo primero una crema suave con la mantequilla a temperatura ambiente que batimos con las yemas, el azúcar, la vainilla, un poco de leche y la ralladura de limón.  Por otro lado mezclamos  la harina con la levadura en polvo y se lo añadimos a la masa anterior tamizando con un colador. 
Tiene que quedar cremosito, así que si vemos que falta un poco mas de leche se la podemos añadir, poco a poco.  Las grosellas  soltarán algo de jugo así que lo tendremos en cuenta porque no queremos que quede demasiado liquida la masa. 

En este caso se me quedaron tal cual las puse, en la parte mas alta. 
Engrasamos el molde, que en este caso utilicé uno de silicona desmoldable y metemos al horno a 170º. 
Yo añadí entonces las grosellas por encima, y se me mantuvieron bien repartidas, aunque es posible que si la masa está un poco liquida se vayan al fondo, pero no pasa nada. De todos modos la receta original dice que   es mejor  iniciar la cocción y a los 5-10 minutos echar las grosellas por encima, pero yo soy de las que no abre el horno hasta que no está casi terminado. 
Mientras cuece el bizcocho, montamos las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Una vez esté casi montada, añadimos el azúcar molido y batimos de nuevo hasta que quede bien consistente. Y por último, añadimos el resto de  las grosellas y mezcla con mucha suavidad siempre en sentido envolvente.  Una vez hecho el bizcocho, cúbrelo con el merengue y al grill un poquito para que tome colorcito y se seque un poco el merengue  sin dejar de vigilarlo, porque se quema  con mucha facilidad. 
¡Ahora solo queda disfrutarlo¡





TARTA ASUNCIÓN

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PARA CARMEN
Tengo una hermana que no es muy amante de los dulces en general, pero ¡oh contradicción!, le encanta el merengue. La Tarta Asunción es una receta "muy merengada" original de la pastelería López Echeto de la Isla de Tenerife. Es como un milhojas de merengue con sabor a canela y en mi casa la conocemos desde hace unos cuantos años, nos la presentó nuestra amiga Elisa (jajaja). Cada vez que teníamos oportunidad de ir a la "Isla de enfrente" como llamamos cariñosamente a Tenerife desde Gran Canaria,  la comprábamos, o la encargábamos a quien venía de allí. Incluso hubo una época que la empresa abrió una sucursal en Las Palmas que disfrutamos muchísimo. Lamentablemente la han cerrado. 
Esta es por tanto la tarta favorita de mi hermana y cuando me rondaba por la cabeza hacerla, busqué en Internet a ver si encontraba la receta. La única entrada relacionada que vi fue la del blog  "Los postres del domingo", que recomiendo sinceramente. Cuando leí que decía que era la única tarta que le gustaba a su hermana me sentí identificada. y aunque no seguí su receta paso a paso porque yo el hojaldre lo compré ya hecho, e hice merengue italiano en vez de merengue suizo, me sirvió de inspiración y para conocer ese entrañable blog. 

Ingredientes:
3 paquetes de hojaldre (usé del Lidl) Te sobrarán recortes que puedes usar para otras recetas. Yo hice hojaldritos con cabello de ángel, algunos de los cuales sirvieron para la decoración.
Canela en polvo

Almendra laminada
Azúcar glas

Para el merengue italiano:
400 gramos de azúcar
1 vaso de agua
4 claras

Preparación:
Empezamos preparando el merengue italiano, para ello ponemos en el bol de la batidora, amasadora, o lo que vayas a usar, las claras y las batimos a velocidad media. Mientras tanto (es bueno tener una batidora que no requiera mantenerla con la mano), ponemos en un cazo 300 gramos de azúcar (reservar 100), y el vaso de agua,  sin remover dejamos que el agua y el azúcar lleguen al punto de bola-medio, o 120º si dispones de termómetro. El truco para comprobar el punto del almíbar es meter una espumadera y soplar por los agujeros con cuidado, cuando salgan pompas como las de jabón, ya estará listo. No perdemos de vista mientras tanto las claras, y cuando estén medio montadas le añadimos los 100 gramos de azúcar que habíamos reservado en forma de lluvia, despacio. Una vez que el almíbar alcance su punto, lo vamos añadiendo al bol de las claras, sin detener la máquina en forma de hilo, poco a poco, hasta finalizarla toda, aumentamos la velocidad y dejamos batiendo 10 o 12 minutos más. Hasta que al tocar el bol esté casi frío.

Precalentamos el horno a 200 grados calor arriba y abajo. Cortamos tres círculos de hojaldre del tamaño que deseemos dar a nuestra tarta. Colocamos un papel de horno en la bandeja del horno y nuestro hojaldre encima, cubrimos con otro papel de horno y otra bandeja de horno encima para que no crezca. Horneamos 20 o 25 minutos. Yo pude hacer los discos de dos en dos, pero tuve que repetir la operación para el tercero. Cuando falten 5 minutos podemos quitar la bandeja superior y espolvorear con un poco de azúcar glas para que se dore. Reservamos los discos hasta que se enfríen.

En una sartén sin aceite o en una bandeja de horno ponemos las almendras laminadas a  tostar con mucho cuidado para que no se quemen. Cuando ya estén tostadas y hayan enfriado las pasamos a una picadora, junto con unas cucharadas de azúcar glas y unas cucharaditas de canela molida y le damos unos segundos para que se triture la almendra pero que no quede polvo y a la vez se mezcle con el resto de los ingredientes. También podemos añadir a esta picada trozos del propio hojaldre que hayan sobrado, horneados por supuesto.

Para montar la tarta que debe hacerse en el plato definitivo porque es muy dificil moverla despues, vamos colocando un disco de hojaldre y una capa generosa de meregue, espolvoreamos con la mezcla de almendra y canela y repetimos la operación. Cuando hayamos colocado los tres discos cubrimos de merengue toda la tarta. Y, para finalizar, en la original se cubre totalmente con la mezcla de almendra molida y canela. 

Como me sobró tanta mezcla crujiente la repartí por todo el plato, ya que es el toque diferenciador de la receta y está buenísimo. En mi caso sólo dejé un espacio de merengue sin cubrir en la parte superior para colocar los adornos de hojaldre que pretendieron ser unos molinillos y una rosa y que destacaran sobre el blanco, así como un cartel de felicitación hecho de mazapán.
 Y así quedó con el cartel puesto.

Así que, gigantesca milhoja de merengue, ummmm...
¡Hasta la próxima!

PANNA COTTA CON CHOCOLATE Y FRUTOS ROJOS

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Esta receta es facilita y muy lucida, así que a menos que tengas el colesterol por las nubes no hay excusa para no hacerla. Al principio pensar en solo nata cocida me parecía que tenía que estar bien soso y aburrido, pero si los italianos llevan siglos haciéndola por todo el mundo y con tanto éxito, algo bueno tenía que tener, así que me lancé a hacerla, de todos modos me apeteció enriquecerla con frutos rojos y chocolate

INGREDIENTES PARA 6 RACIONES GRANDITAS

600 ml. de nata (apartamos un par de cucharadas para mezclar con el chocolate)
60 gramos de azúcar (opcional un sobrecito de azúcar avainillada)
 3 hojas de gelatina.


Frutos rojos congelados
1 cucharada grande colma de azúcar
Chocolate  negro 

ELABORACIÓN

Poner la nata al fuego y sin que llegue a hervir dejar cocer durante unos 10 minutos. ¡Ojito! tiene que cocer, no vale calentar y fuera. Apartar del fuego añadir el azúcar.  Revuelve. Mientras ponemos  las hojas de gelatina en remojo, en agua fría, para que se hidraten.

Cuando rompa a hervir incorpora las hojas de gelatina bien escurridas, mezcla bien para que se disuelva y retira del fuego. Ya podemos verterla en nuestros moldes. Dejar enfriar y poner en la nevera no solo hasta que cuaje, sino hasta que estén bien frías.

Con frutas rojas (fresas o frambuesas o mezcla de frutos del bosque) y la cucharada de azúcar hacemos una salsita poniendola al fuego hasta que hierva y removiendo continuamente para que no se pegue.
El chocolate solo tenemos que fundirlo con las cucharadas  de nata que habíamos apartado, removiendo hasta que quede homogéneo. También lo podemos fundir al microondas.

Pero si no te quieres complicar tanto haz como Cecilia y Victor, que la primera vez y única vez que quisieron impresionarme cocinando, nos la pusieron de postre, acompañada por un buen chorretón de Nutella caliente, y estaba escandalosamente buena. Es  mas…tengo que confesar que la receta me la dieron ellos.




MUFFINS BANANA LOAF O MAGDALENAS DE PLÁTANO Y NUECES

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Esta receta, o mejor dicho una receta similar, es muy conocida en Canarias, aunque su popularidad últimamente se debe a la aparición de libros de repostería americana. Aquí, que empezó a cultivarse el plátano intensivamente desde finales del siglo XIX, le llamamos Queque de plátano y nació, igual que para los americanos, como una receta de aprovechamiento para esos plátanos que estaban demasiado maduros. En la receta tradicional de Canarias no se añadía bicarbonato sódico y muchas veces se sustituía la mantequilla por aceite de girasol. El que se hacía en mi casa por ejemplo no tenía una receta muy definida, era un queque normal al que se añadía plátanos escachados y muy maduros.
No obstante, reconozco que esta receta es muy buena, está equilibrada para restar la excesiva humedad que aportan los plátanos y queda con la cantidad justa de dulzor y perfecta de consistencia. Con las cantidades que se citan de ingredientes, da para hacer un hermoso bizcocho o Cake que es la forma tradicional del Banana Loaf, pero como el molde para que yo usé era pequeño, puse el sobrante en unos pequeños moldes de cartón para tener unos cuantos individuales y ver como quedaban. Este fue el resultado, unas magdalenas de plátano riquísimas de verdad. Si te gustan los plátanos, te encantará esta receta. Es del libro de Bea Roque "El rincón de Bea", que recomiendo.

Ingredientes:
175 gramos de mantequilla
300 de harina de repostería
2 cucharaditas de polvos de hornear
1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
3/4 de cucharadita de sal
250 gramos de azúcar
3 huevos grandes
3 o 4 plátanos maduros
250 ml de nata fresca
75 gramos de pepitas de chocolate
75 gramos de nueces cortadas en trocitos.

Aquí en formato cake
Preparación:
Precalentamos el horno a 175 grados y vamos tamizando juntos todos los siguientes ingredientes: harina, polvos de hornear, bicarbonato y sal. 
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que consigamos que blanquee y esté esponjosa. Si estamos usando batidora/amasadora o similar bajamos la velocidad y añadimos uno a uno los huevos que previamente hemos batimos ligeramente antes de incorporarlos. Esperamos a que se integre bien uno antes de añadir el siguiente.
A continuación añadimos los plátanos que habremos escachado bien con un tenedor y batimos a velocidad baja.
Cuando esté bien integrado vamos a incorporar alternando la nata y la mezcla de harina que tamizamos anteriormente.
Añadimos, siempre a baja velocidad, un tercio de la harina, batimos, la mitad de la nata, batimos, otro tercio de la harina, batimos, el resto de la nata, batimos y el resto de la harina y terminamos de unir todo.
Finalmente incorporamos las nueces y las pepitas de chocolate y removemos a mano con una espátula.
Pasamos nuestra mezcla al molde elegido, que si es de cake habremos engrasado previamente  y horneamos, el cake entre 60 o 70 minutos y las magdalenas entre 20 y 25 según horno. Como siempre pinchamos con un palillo para comprobar que está hecho si sale seco. Si notamos que se dora excesivamente sin que haya transcurrido el tiempo de horno podemos taparlo con una hoja de aluminio.
¡Hasta la próxima!
 

BIZCOCHO CON LAVANDA

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Terminaba de podar la lavanda o espliego de mi jardín, envuelta en el intenso olor que desprenden en cuanto las tocas, cuando caí en la cuenta que últimamente se ven muchas recetas con flores. Mi huerto es absolutamente biológico, así que sin miedo a los productos químicos me planteé porqué no usar esa preciosas flores para algo distinto.
Una vez terminado, lo encontré tan bonito que me apeteció regalárselo a mi hermana que como es una negada con la repostería agradece un montón cualquier detalle que tenga con ella. Son de esas de ...¡¡Ay que lindo!! como lo hiciste, cuanto trabajo, gracias,me encanta, te quedó riquísimo!!! de esas personas a la que da gusto llevarle un detallito dulce.
Y en este caso es algo diferente, pero exactamente igual que el mas sencillo de los bizcochos de yogurt,  ese que se hace usando el vasito del yogurt como medida para el resto de los ingredientes, solo que añadiendo el glaseado con flores de lavanda y otras pocas flores dentro, en la masa que le proporcionan un suavecito sabor a flores.

INGREDIENTES

3 huevos
1 yogurt natural, aunque con el de coco, o limón queda también muy rico
1 medida del vasito del yogurt, de aceite de girasol u oliva
2 medidas de azúcar
3 medidas de harina
1 cucharadita colmada de levadura en polvo
3 huevos
las flores de lavanda en la medida que mas te guste, en este caso le puse como 2 cucharadas.

Para el glaseado
200 gr.  de azúcar glas
el zumo de medio limón
flores de lavanda

Ponemos todos los ingredientes en la batidora o en el vaso de la minipimer, batimos y al molde. No tiene mas ciencia, ni montar claras ni separar huevos. Todo junto.
Al molde que habremos untado con un poco de mantequilla y espolvoreado con harina.
Al horno a 180º
El tiempo va a depender del tamaño del molde que hayamos utilizado, pero aproximadamente 35  o 40 minutos. No olvidar de pinchar para ver si sale limpio el pincho antes de sacar del horno.
Dejar 5 minutos en el molde antes de quitarlo y poner a enfriar sobre una rejilla.

El glaseado se pone cuando esté completamente frío, porque si no escurriría y no queda bonito.
Mezclamos el azúcar y el zumo de limón con tantas flores como queramos, hasta que quede bien disuelta y vertemos sobre nuestro bizcocho que estará completamente frío.


¡¡A disfrutar!!

TARTA DEL MAGO DE OZ (The Wizard of Oz)

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PARA DÁCIL, "NUNCA TE QUITES TUS ZAPATOS ROJOS"

"Nunca te quites tus zapatos rojos". Esto le dijo el hada buena a Dorothy (Dorita en la versión española), cuando buscaba regresar a su casa, porque... "Como en casa no se está en ninguna parte". En sus zapatos rojos estaba todo su poder, aunque ella tardó bastante en darse cuenta, mientras humildemente se presentaba a sí misma ante el Mago de Oz como "La pequeña e insignificante Dorita".

Yo tengo desde hace muchos años una amiga pequeña. Pequeña, que no insignificante, porque le paso 20 años (aprox) y tengamos la edad que tengamos las dos, siempre será pequeña. Cuando tenía unos 10 años y yo unos 30, solía acompañarme algunos fines de semana o días enteros en los que pasábamos horas y horas viendo "pelis" y comiendo golosinas. Hablábamos mucho, y recuerdo con asombro lo interesante que me resultaba su conversación, a pesar de su edad. Una cabeza bien amueblada desde los 10 años imagínense en lo que puede convertirse de mayor. Así es Dácil, y hace unos meses cumplió 30 años. (Snif snif como pasa el tiempo de rápido). De pequeña, una de sus películas favoritas era "El Mago de Oz" y su madre cuenta que pudo verla cientos de veces. Por eso, hacerle esta tarta fue para mí una oportunidad única para felicitarla recordando aquellos días compartidos. La película está tan llena de mensajes y de intenciones que no sabía como colocarlas todas en su tarta. Al final lo que hice fue poner todos los amigos de Dorita en el piso alto (son dibujos escolares impresos en papel de azúcar), cada uno con su valor: la bondad, el cerebro, el corazón y el coraje. Todo lo malo del camino: la bruja, el huracán y el globo que se escapa llevándose las esperanzas, están en el piso de abajo, en medio está el camino amarillo, sus zapatos rojos y su inseparable Totó. Y al final de todo, la verde ciudad encantada a la que llegar. 

Lo que yo quisiera es que Dácil recorriera su camino sin quitarse nunca sus zapatos rojos, rodeada de sus amigos y dejando atrás todo lo malo, que llegara a su ciudad encantada y si ella quiere, sólo si quiere, que pueda volver a su casa en cualquier momento.  En definitiva, querida Dácil, mis mejores deseos para la lindísima mujer en la que te has convertido. 


Y, esta es la receta que utilicé:
Empezamos unos días antes preparando la decoración. En este caso se utilizó pasta de azúcar (fondant) para cubrir la tarta, y sobre esta cubierta se puso el resto de la decoración. Los elementos planos que van pegados en la tarta, son dibujos y textos que se imprimieron en papel de azúcar, los elementos en tres dimensiones (Dorita, Totó, las amapolas, y las figuras que representan a los personajes que son: la varita mágica del hada, el corazón del hombre de hojalata, la condecoración al honor del león, y el diploma del espantapájaros, así como los zapatos rojos) se modelaron en pasta de azúcar de colores. El camino también es de pasta de azúcar texturizado con la forma de los ladrillos. La ciudad encantada es una pieza de azúcar Isomalt teñido en verde y a la que se añadió purpurina comestible verde. 
Para el piso inferior se utilizó un molde de 28 centímetros, se componía de bizcocho de chocolate relleno de ganaché de chocolate con leche y licor de naranja (se hicieron dos bizcochos con las cantidades que se citan más abajo) y, el piso alto, que era bastante alto para que cupieran los personajes, era un bizcocho de vainilla con relleno de crema suiza de dulce de leche. (Se hizo en cantidades dobles respecto a lo que pone esta receta y se repartió en tres moldes iguales de 18 centímetros de diámetro cada uno)


Tarta inferior.  Todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente.
Ingredientes para el bizcocho de chocolate
225 gramos de chocolate negro (70% de cacao)
65 gramos de cacao en polvo (usé valor)
175 gramos de mantequilla
4 huevos tamaño L
300 gramos de azúcar blanco
Vista superior
175 gramos de harina
1 cucharadita de bicarbonato
1/2 cucharadita de levadura química
1/4 cucharadita de sal
1 cucharada de pasta de vainilla
240 ml de suero de leche (buttermilk) (Si no disponemos de él podemos hacerlo mezclando 230 ml de leche con 10 ml de zumo de limón, mezclar y dejar reposar unos 10 minutos)
Ingredientes para el ganaché de chocolate con leche y licor de naranja:
600 gramos de chocolate con leche
140 gramos de nata
Entre 6 y 8 cucharadas soperas de licor de naranja.

Tarta superior. Todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente.
Ingredientes para el bizcocho de vainilla 
250 gramos de harina
1 y 1/2 cucharaditas de levadura química
1/2 cucharadita de bicarbonato
1/4 de cucharadita de sal
200 ml. de suero de leche
1 y 1/2 cucharadita de extracto o pasta de vainilla (yo usé home chef)
125 gramos de mantequilla
200 gramos de azúcar
3 huevos tamaño L
Ingredientes para la crema suiza de dulce de leche:
100 gramos de clara de huevo
200 gramos de azúcar
300 gramos de mantequilla
1 bote de dulce de leche (de leche condensada, lata pequeña)

- Almíbar neutro para bañar los bizcochos.

Preparación de los bizcochos de chocolate:
Para preparar los bizcochos de chocolate, precalentamos el horno a 170 grados centígrados. Preparamos el molde que vayamos a usar de la forma habitual con mantequilla o spray antiadherente. Ponemos el chocolate, cacao y mantequilla en un cazo y lo derretimos suavemente al baño maría (puede ser también en microondas).  Ponemos los huevos en el bol de la batidora, añadimos el azúcar y batimos bien a alta velocidad con las varillas hasta que esté espumoso. Añadimos la mezcla de chocolate y mantequilla que ya estará tibia y seguimos mezclando.
Mientras tanto, tamizamos todos los sólidos juntos, la harina, el bicarbonato, la levadura y la sal en un cuenco grande. Si tamizamos dos veces mejor. Por otra parte tendremos preparado el buttermilk al que le habremos añadido la vainilla. Incorporamos a la batidora un tercio de la mezcla de harina y mezclamos hasta integrar suavemente. Añadimos la mitad del buttermilk y mezclamos. Repetimos con el otro tercio de harina, a continuación la mitad del buttermilk que quedaba y, finalmente el otro tercio de harina, mezclando suavemente el ingrediente anterior antes de añadir el siguiente.
Ponemos la mezcla en el molde y horneamos unos 40 minutos. Comprobamos si está hecho pinchándolo con una brocheta de madera hasta que salga limpia antes de apagar el horno. Si fuera necesario dejar 5 o 10 minutos más. Si ya estuviera muy tostada la superficie, cubrir con un aluminio durante los últimos minutos de cocción.
Sacamos del horno y lo dejamos enfriar en el molde durante 10 minutos. Desmoldamos y dejamos enfriar del todo sobre una rejilla. Si se prepara el día anterior estará más compacto y será más fácil cortarlo en capas para la tarta.
Preparación del ganaché de chocolate con leche:
Derretir el chocolate en microondas o al baño maría. Calentar la nata hasta que empiece a hervir, revolver y enfriar un poco antes de incorporarla al chocolate. Batir el chocolate con la nata hasta que estén bien unidos, añadir el licor de naranja y seguir batiendo hasta que la mezcla tenga una textura lisa y brillante. Dejamos a temperatura ambiente por lo menos 7 horas. Pasado este tiempo la montamos como si se tratara de nata. (Receta de Cakes Haute Couture)

Preparación de los bizcochos de vainilla:
Si fuera posible es conveniente preparar los bizcochos el día anterior al montaje de la tarta porque será más fácil cortarlos en capas. Preparamos los bizcochos empezando por engrasar el molde de la manera que acostumbremos, forrándolos con mantequilla y espolvoreando un poco de harina sacudiendo el sobrante, o bien usando un spray antiadherente.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta conseguir una masa esponjosa, (si lo hacemos en amasadora, utilizaremos la pala, no las varillas y una velocidad media-alta). Cuando esté bien integrada bajamos la velocidad y vamos añadiendo los huevos de uno en uno. En un bol aparte tamizamos y mezclamos la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal y por otro lado mezclamos la vainilla con el buttermilk. Vamos añadiendo alternativamente a la amasadora, que estará a baja velocidad, primero un poco de harina (más o menos una tercera parte del total), a continuación la mitad del buttermilk, seguidamente otro tercio de harina, la otra mitad del buttermilk y finalmente el último tercio de harina. (Es decir, empezamos y terminamos con harina). Batimos sólo lo necesario para integrar los ingredientes.
El tiempo de horneado variará según el horno y según el molde que se utilice. A 180 grados puede estar unos 30 o 35 minutos, pero hay que pincharlo antes de sacarlo y si vemos que toma mucho color en la parte superior y aún no está seco el interior colocaremos un papel de aluminio por encima. (Receta de Tartadacabra)
Preparación de la crema suiza de dulce de leche:
Ponemos las claras y el azúcar en el bol de la batidora si fuera de acero inoxidable o en cualquier otro bol al baño maría y sin dejar de batir esperamos a que se caliente sólo hasta que notemos que el azúcar se ha disuelto (unos 4 minutos). Retiramos del fuego y montamos estas claras en velocidad alta hasta que se formen picos (unos 10 minutos). Debe estar fría antes del siguiente paso que es añadir la mantequilla para que no se derrita.
Bajamos la velocidad de nuestra batidora y vamos añadiendo la mantequilla en dados poco a poco. Notaremos como la crema va cambiando de textura, primero será una crema suave, luego pasa a estar algo grumosa y con aspecto de cortada y al seguir batiendo vuelve a estar suave. Hay que batir al menos otros 10 minutos. Una vez hecha podemos añadirle sabores. En este caso se añadió una lata pequeña de dulce de leche casero hecho con leche condensada. 

Montaje de la tarta:
Cortaremos los bizcochos en capas regulares. (En este caso cada bizcocho de chocolate de cortó en dos y cada bizcocho de vainilla en dos, pero de estos últimos no pude usarlos todos, sólo usé 5 discos)
En la base elegida para la tarta colocamos el primer bizcocho de chocolate, bañamos con almíbar al gusto y vamos alternando con el ganaché hasta completar todos los discos. Cubrimos con ganaché también los laterales alisando todo lo posible y guardamos en la nevera. 
En una base de cartón fino montamos la tarta de bizcocho de vainilla, mojando cada disco de bizcocho con almíbar y alternándolos con crema de dulce de leche igual que el anterior. Cubrimos los laterales y guardamos en la nevera.
Cuando estén bien frías sacamos la tarta que será el piso inferior y cubrimos con fondant blanco. Cubrimos también el plato que sirve de base. Hacemos lo mismo con la tarta que será el piso superior, en este caso no hay que cubrir el plato porque hemos usado una base del mismo tamaño que la tarta. Cuando ambas estén alisadas colocamos cuatro brochetas clavadas en el piso inferior y colocamos la tarta una encima de la otra. Añadimos el resto de la decoración. Y, si les apetece y es para un regalo, aquí les dejo una sugerencia de empaquetado. 


Y mensaje para todos, recuerden "Los corazones nunca serán prácticos hasta que no sean irrompibles"
"Con todo cariño, tía Em"



COMPOTA DE MANZANA Y FRUTOS SECOS

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Después de tantas recetas ricas, pero cargadas casi siempre de calorías me atrevo a publicar una muy sencilla y sana, pero que además nos sacará de apuros en caso de una comida imprevista porque podemos almacenarla durante tiempo en la nevera, se conserva estupendamente y está riquísima.
Con esta receta participamos en el 6º reto BBSS que organiza Marisa.

Un reto que tiene como objetivos;
-Motivar y contribuir a mejorar la calidad de la alimentación.
-Poner al alcance de los ciudadanos interesados, Recetas BBSS. (buena, barata, sana y sencilla)
 Y ser cómplices y contribuir a hacer aflorar sonrisas..

 La receta  para participar en este reto tenía que ser atractiva y tiene que apetecer prepararla, no incluirá entre sus ingredientes productos de precio elevado y serán fáciles de adquirir en cualquier comercio. Además no podrá contener grasas saturadas, azúcares ni sal en exceso, ni  conservantes o precocinados… y además el proceso de elaboración no será complicado y la explicación será muy clara.
Aunque los ingredientes a simple vista nos recuerden mas el Otoño, para mi es una receta que en cualquier temporada resulta muy agradable y sencilla de hacer, porque las manzanas y las peras las tenemos todo el año en el mercado y el resto de las frutas secas igual. Con esta receta sale una buena cantidad que se conserva estupendamente en un bote de cristal en la nevera.
Me encanta comerla fría junto con yogur  para desayuno, o  como postre con una gran bola de helado de vainilla o nata. O sencillamente sola.
En esta ocasión formó parte de un desayuno servido  sobre un cremoso yogurt griego.
La receta original es del cocinero David de Jorge, de Robin Food, pero la realidad es que he modificado cantidades ya que la hago añadiendo los paquetes completos de los frutos secos, que suelen contener algo mas de lo que pone la receta y la cascara de limón.

INGREDIENTES

200 g de uvas pasas
200 g de higos secos
12 orejones de melocotón 
12 ciruelas pasas 
4 manzanas  verdes acidas peladas en trozos
3 peras duritas y peladas en trozos 
1  ramita de canela
3 cucharadas de azúcar moreno
1 chorro de coñac
1 chorro de vino moscatel o Pedro Ximenez
1 cascara de limón
Poner en un las frutas secas cubrir de agua y hervir 10 minutos destapado. 
Mientras ir pelando y troceando en pedazos no muy pequeños las manzanas y las peras, cuando esté añadir a lo anterior, mas el azúcar la canela la cascara de limón y un chorro de coñac. Dejar unos 20 minutos y echarle entonces el vino, dale un hervor para eliminar el alcohol cocer hasta que tenga la consistencia que nos guste y dejar enfriar.  
Lista para disfrutar.
 En crudo, ahora vertemos el vino, y después de 20 minutos estará lista.

1º de Mayo dia del Trabajo. Tarta Red Velvet

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Para nosotras cualquier pretexto es buena para hacer algo dulce  y celebrar el día del trabajo es obligatorio. 
Además de la afición por la repostería nos une el reconocimiento de la importancia del 1º de Mayo, y no vamos entrar en mas consideraciones porque el blog va de asuntos dulces.
En esta ocasión la tarta tenía que ser muy roja, por fuera y por dentro y no podía ser solo una tarta, debía llevar el punto del 1º de Mayo, que forzosamente es reivindicativo, por lo tanto algo sencillo, solo a modo de pancartas, todos esos lemas que hoy están en la calle.
La receta del bizcocho es el resultado de muchas recetas y varios intentos hasta que dimos con las proporciones y sabor que mas nos gusta. Y la crema es la receta del Rincon de Bea  pero ella le pone vainilla liquida incolora y a nosotras nos resultó mas fácil conseguir en cualquier supermercado azúcar con sabor a vainilla.
¡Feliz dia del trabajo a tod@s!

INGREDIENTES 

PARA EL BIZCOCHO RED VELVET

240 ml. aceite suave. Puede ser de girasol aunque yo usé oliva.
240 ml. buttermilk (leche entera cortada con 2 cucharadas de zumo de limón)
2 huevos
colorante rojo
1 cucharadita de vinagre de manzana
1 cucharadita de extracto de vainilla
3/4 cucharadita sal
1 cucharadita bicarbonato
40 gr. cacao en polvo. Puse cocoa de Cadbury
350 gr. harina
250 gr. azúcar

PARA LA CREMA DE RED VELVET

150 Mantequilla
500 Azúcar
270 queso crema tipo philadelphia
1 cucharadita de azúcar avainillado

Encendemos el horno a 180º
Preparamos el molde desmontable untando con mantequilla y harina o con un spray de aceite.
Batimos durante un par de minutos el aceite con el azúcar hasta que se ponga esponjosa, y vamos añadiendo los huevos de uno en uno, la vainilla y el colorante, que según lo intenso que sea pondremos desde un par de gotas hasta un par de cucharaditas. En mi caso usé el de Wilton y puse  la punta de una cucharita pequeña.  

En otro bol, tamizamos la harina con el cacao y añadimos la mitad de estos ingredientes secos a la mezcla anterior mientras removemos con una espátula,  luego añadimos la leche cortada o buttermilk y el resto de la mezcla de harina y cacao.
Ahora toca en un vasito aparte, mezclar el vinagre con el bicarbonato y cuando burbujee lo añadimos a la mezcla.

Ponemos en un molde y  horneamos durante unos 30-45 minutos mas o menos. Yo me suelo fiar del olor, que cuando huele la cocina de maravilla ya suelen estar, entonces lo compruebo pinchándolos y viendo que el palillo o pinchito sale limpio.
Dejar 5 minutos en el mismo molde y luego pasar a la rejilla. Es importante esos minutos de reposo, porque es un bizcocho muy suavecito y se puede romper facilmente.

Mientras se enfría hacemos la crema, simplemente batimos fuertemente la mantequilla con el azúcar  y el azúcar avainillado y cuando esté muy espumosa añadimos el queso en crema y batimos solo hasta que está homogénea, no sigamos batiendo porque se nos puede volver líquida, así que solo hasta integrar. Meter en la nevera para que endurezca un poco mientras vamos haciendo el resto.
Nos queda cortar el bizcocho en tres capas y rellenar con la crema. Cubrir con la misma crema y meter en la nevera un par de horas antes de decorar con fondant.


CORONA DE DÁTILES Y NARANJA

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Desde que vi la imagen de este dulce me quedé prendada, ¡me resultó tan bonito!... Y la combinación de dátiles y naranja me parecía de lo más apetecible... En mi casa los dátiles Jordanos, esos que son enormes y más carnosos y tiernos que el resto son, digamos.. objeto de culto. Y así es, está muy muy rica. Es sencilla de elaborar y no lleva demasiado tiempo de espera en los levados.

Ingredientes:
Para la masa:
60 gramos de agua
120 de leche entera
1 huevo tamaño L
50 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
368 gramos de harina de fuerza
1/2 cucharadita de sal
47 gramos de azúcar normal
7 gramos de levadura seca de panadero.

Para el relleno:
100 gramos de dátiles (yo usé Jordanos)
60 gramos de zumo de naranja 
la ralladura de una naranja
1 cucharada de azúcar moscabado (o azúcar de caña).

Para pintar la masa
1 huevo batido
1 cucharada de agua
azúcar morena demenara para espolvorear (o azúcar de caña)
Preparación:
Empezamos preparando el relleno. Para ello vamos poniendo en un bol los dátiles cortados y deshuesados, añadimos el zumo de naranja, la ralladura de naranja y el azúcar moscabado. Lo llevamos al fuego bajo y vamos removiendo con una cuchara de palo moliendo los dátiles hasta que se forme un puré. Si la pasta resultara muy seca le añadimos un poco más de zumo de naranja. Dejamos enfriar totalmente.

Preparamos una bandeja de hornear con papel y un aro aceitado donde más adelante vamos a colocar un círculo hecho con la masa.
Para preparar la masa ponemos en el bol de la amasadora 270 gramos de la harina (una parte del total), la sal, el azúcar y la levadura y mezclamos con ayuda de una espátula hasta distribuir bien los ingredientes. 

En un cazo aparte ponemos la leche, el agua y la mantequilla cortada en trocitos, ponemos a fuego bajo hasta que llegue a 40 grados centígrados, retiramos del fuego y seguimos batiendo hasta que se deshaga la mantequilla por completo. 

Vertemos en el bol de la amasadora en el que teníamos la harina, y ponemos el gancho de amasar a la velocidad  más lenta posible. Una vez que se hayan integrado se añade el huevo y se sigue mezclando a velocidad baja. Añadimos el resto de la harina en dos partes, esperando que se integre la anterior antes de echar la siguiente. Una vez que tengamos toda la harina integrada dejamos amasar a la velocidad más baja posible durante 8 minutos. 

Sacamos la masa y formamos una bola con las manos aceitadas. La depositamos en un bol engrasado con aceite, cubrimos con un film y dejamos levar durante 1 hora o 1 hora y 1/2, depende de la temperatura que haya en la casa. Esta deberá doblar su tamaño.

Pasado ese tiempo sacamos la masa y la pasamos a una superficie enharinada y desgasificamos la masa (la amasamos suavemente). Estiramos con ayuda de un rodillo y formamos un rectángulo de 30 x 40 aproximadamente. Hay que ir comprobando que la masa no se pega a la superficie, de ser así, pondremos un poco más de harina. Formado el rectángulo, colocamos encima el relleno de dátiles y naranja, dejando libres los bordes de la masa.

Enrollamos la masa por su parte más corta y al llegar al final sellamos el borde con un poco de agua y lo colocamos en la parte baja del rollo. Una vez formado el cilindro estiramos suavemente con las manos para que quede lo más parejo posible. Cortamos los extremos con un cuchillo bien afilado para igualarlos. Pasamos nuestro cilindro a la bandeja que teníamos preparada con el aro y formamos un circulo alrededor del mismo, siempre con la parte sellada hacia abajo.

Con unas tijeras vamos haciendo cortes en el círculo sin llegar a la parte central, de un grosor de 1,5 centímetros más o menos. Cuando tengamos todos los cortes hechos, vamos girando los trozos de masa para formar los pétalos dándoles medio giro y dejando el relleno a la vista. La unión del anillo quedará disimulada con el giro de los pétalos.

Cubrimos con un paño y dejamos levar de 45 a 60 minutos en un lugar cálido y sin corrientes. Mientras ponemos el horno a calentar a 175 grados, calor arriba y abajo. Los recortes que obtuvimos antes al cortar los bordes de nuestro cilindro, los enrollamos y colocamos en una flanera o molde pequeño para hornearlos también. 
Pintamos la corona y los recortes con el huevo batido y agua y espolvoreamos el azúcar demenara por encima. Horneamos durante 25 minutos aproximadamente o hasta que la veamos dorada. Un poquito antes habrá que sacar las flaneras con los recortes.

Una vez fuera del horno se pondrá a enfriar sobre rejilla, y los recortes que hemos horneado en molde o flanera deberán desmoldarse a la mayor brevedad para que no se humedezca la masa (error que yo cometí y no quedaron igual que la corona. De todas formas estaban riquísimas.
Esta receta la ví en la preciosa página bake-street.com
¡Hasta la próxima!

BROWNIE DE CAFÉ Y CHOCOLATE

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Confieso que no soy una amante de los brownie porque me parecen demasiado densos, pero este es bastante menos denso que los habituales, no se si será porque la mitad de la harina ha sido sustituida por almendra molida, o el azúcar morena, pero la verdad es que es mucho mas ligero y suave.
En esta ocasión lo hice en dos moldes, porque pretendía un brownie mas bajito para cortar en trozos pequeños para acompañar el café, pero en un solo molde queda mas alto y lucído.  

INGREDIENTES
Decorado con fresas bañadas en chocolate

4 huevo         
230 grazúcar morena        
1 cucharada sopera de esencia de vainilla         
10 gr nescafé clásico          
60 gr harina 
60 gr almendras molidas  
30 gr cacao en polvo, yo uso Cocoa de Cadbury
1 cucharadita de levadura en polvo
120 gr mantequilla temperatura ambiente
150 gr chocolate negro       
100 gr nueces picadas


ELABORACIÓN   

Decorado con nueces y azúcar glas
Fundir el chocolate con la mantequilla a baño María o al microondas.
Batir los huevos con el azúcar hasta que estén pálidos y cremosos.
Disolver el café  instantáneo en la vainilla y verter a la mezcla de huevo. Ahora verter el chocolate fundido con la mantequilla.
Mezclar todos los elementos secos y añadir, batiendo  a velocidad media para integrar. Añadir las nueces y mezclar.
Verter sobre el molde untado en mantequilla y espolvoreado con cacao.
Hornear a 170° C.  Unos 25 minutos, en este caso, que lo hice en dos moldes.
Y la decoración que mas te guste, yo he probado solo con azúcar glass, con azúcar y nueces, con fresas bañadas en chocolate.


*Puede sustituir la nueces por cualquier fruto seco.


NATILLAS CASERAS CARAMELIZADAS

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Cualquier recetario de postres que se precie tiene que tener una receta de natillas caseras, su sabor es un empujón hacia la infancia directo y sin piedad. Típica receta para niños desganados o salientes de una enfermedad, receta de mimos, en fin, una receta imprescindible. 

En mi casa se hacían las natillas con ayuda de los polvos para natillas "Pearce Duff" como en la mayoría de las casas canarias, otra influencia inglesa que nos ha quedado de recuerdo,  pero no creas que se añadía la leche al preparado y listo, no. Los polvos sólo sustituían a la harina de maíz con el sabor a vainilla, que es lo que realmente son, el resto eran los ingredientes de las natillas auténticas, si bien la proporción de huevos que se añade es menor.

Ingredientes:
Resultado de imagen de hierro para caramelizar
hierro para caramelizar
Las natillas con Pearce Duff llevan para 1/2 litro de leche, una cucharada sopera de Pearce Duff, una o dos yemas de huevo y de 6 a 8 cucharadas de azúcar, más canela en rama y en polvo y piel de limón (sólo la parte amarilla).

Las de hoy llevan para 1/2 litro de leche, una cucharada sopera de Maizena, 4 yemas de huevo y 4 cucharadas de azúcar, 1 cucharada de azúcar vainillado (esta vez añadí una cucharadita de pasta de vainilla), además de la canela y la piel de limón.

Para caramelizarlas se esparce azúcar por la superficie ya bien cuajada y se quema con un soplete.
Esta versión caramelizada tiene de bueno que desaparece esa capa superficial de "nata" que a muchas personas les desagrada.

Preparación
Se pone la leche en un cazo a calentar con una piel de limón y un palo de canela hasta que empiece a hervir. En ese momento retiramos del fuego y dejamos infusionar hasta que se enfríe.
En otro cazo ponemos el azúcar, y el azúcar vainillado, la maizena y mezclamos añadimos las yemas y removemos para que se vayan deshaciendo. 
A continuación vamos vertiendo la leche a la que retiramos la canela y la piel de limón y que estará fria, poco a poco y sin dejar de remover. Cuando se hayan mezclado bien los ingredientes, volvemos a poner al fuego a una potencia media durante unos 15 minutos, removiendo de cuando en cuando hasta que se consiga una textura cremosa. Pasamos a los cuencos donde la vamos a presentar. Ponemos a enfriar y cuando esté a temperatura ambiente pasamos a la nevera por unas horas, o mejor toda la noche. 
En el momento de servir se carameliza la superficie con un hierro especial para ello o con un soplete.

¡Hasta la próxima!

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