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BIZOCHO DE CALABAZA CON PIPAS DE GIRASOL.

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Tengo un huerto que me ha dado en dos años una sola calabaza.  Yo cada día miraba la calabaza encantada de verla crecer, hasta que me di cuenta que un mirlo había empezado a disfrutar de ella antes que yo. La empezó a picar, y no tuve otro remedio que arrancarla cuando aún le quedaba por crecer un par de kilos. 
Para colmo de males al ir a cortarla sufrió un desperfecto y ahora si que era imposible conservarla por mas días, tenía que gastarla entera rápidamente, de manera que empecé a repartir a la familia, pero como somos pocos tuve que buscar  recetas donde invertir a la pobre calabaza. Después de litros de crema y puré, opté por la parte de repostería;  tortillas  y este estupendo bizcocho de calabaza que lleva un gran pedazo de ella. 
Advierto que sale un bizcocho enorme, así que usaremos un molde grande, o dos pequeños, porque el resultado es un bizcocho de 1,5 kg.  El resultado es jugoso, tierno y esponjoso, con un delicioso aroma a canela y dulce contraste con las semillas saladas de girasol. 

Ingredientes:

3 huevos
400 g de azúcar
200 ml de aceite vegetal
2 cucharaditas de canela
1 cucharadita de vainilla
600 g de calabaza rallada o picada chiquitita
120 g de pipas de girasol saladas
500 g de harina
1 sobre de levadura en polvo
1/2  cucharadita de sal.
Y azúcar glas, para espolvorear por encima.

Preparación:

Precalentar el horno a 180º C.
Separamos las claras de las yemas, y  montamos  las claras a punto de nieve con la batidora. Reservar
Mezclamos las yemas con la vainilla, el azúcar, el aceite y la canela, batiendo energicamente,  hasta que la veamos algo espumosa .
Picamos la calabaza  cruda en picadora o la rallamos para incorporarla a la mezcla anterior y removemos bien todo.
Por otro lado tamizamos  la harina con la levadura en polvo, añadimos la sal y las pipas incorporándolas  a la mezcla de calabaza.
Ahora añadimos las claras a punto de nieve que teníamos reservadas,  removiendo en sentido envolvente con mucho cuidado para que no se nos bajen.
Engrasar un molde.
Ponemos la masa en el molde y horneamos durante 1 hora mas o menos. Comprobar clavando un palillo y viendo si sale limpio. Si no es así dejamos otros 5 o 10 minutos, hasta que esté hecho del todo. 
Retirar el molde del horno y dejar enfriar el pastel 10 minutos dentro del mismo molde.
Volcar el pastel sobre una rejilla y dejar que se enfríe.
Por último espolvorear de azúcar glás.


TARTA DR. WHO

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PARA DIEGO, EL VERDADERO "DOCTOR" DE LA FAMILIA
Reconozco que no había oído nunca hablar del Dr. Who hasta que un sobrino empezó a coleccionar todo tipo de objetos relacionados con él. Para los que como yo estén todavía ignorantes de la existencia de este Dr. Misterio, decirles que se trata de una serie de TV británica, producida por la BBC, de ciencia ficción y que levanta verdaderas pasiones en seguidores de todo el mundo. Empezó a emitirse nada menos que en 1963 y con algunas interrupciones continúa emitiéndose a día de hoy. La serie muestra las aventuras de un Señor del Tiempo conocido como «el Doctor», que explora el universo en su TARDIS, una nave espacial con conciencia propia capaz de viajar a través del tiempo y el espacio. Por fuera, simula ser una cabina de policía azul, que era un elemento común de las calles del Reino Unido cuando la serie comenzó en 1963. Con la ayuda de distintos acompañantes, el Doctor se enfrenta a una variedad de enemigos mientras salva civilizaciones, visita tanto el pasado como el futuro, ayuda a gente común y corrige injusticias. ¡Un hacha, vaya!. 
Cuando decides hacer una tarta a alguien con ese nivel de afición a algo, la decisión es muy fácil. Sólo faltaba documentarse un poco y aquí tenemos nuestra tarta. Con Tardis y unos engranajes oxidados que formaron parte de la cabecera de una de las temporadas y buscando inspiración en Pinterest.
A Diego le deseamos que aprenda de todo lo que le rodea, también del Dr. Who. Que sea feliz y que no quiera parecerse a nadie, porque no hay nadie como él mismo.
La tarta en sí es la parte circular que está debajo de la cabina, se hizo con un bizcocho de yogur marmolado y se rellenó de ganaché de chocolate. Está forrada de mazapán y de mazapán son también las letras. Los engranajes y el resto de adornos son de pasta de azúcar. La cabina está hecha de RKT (Rice Krspie Treats), que es ni más ni menos que una mezcla de cereales de arroz y nubes con la que se forman figuras que pueden forrarse de pasta de azúcar pero que no aportan peso a la tarta. Puedes ver como se hace aquí.
Para conseguir la forma redondeada de la base se usaron dos moldes. Uno de ellos redondo normal de 20 centímetros de diámetro y, el otro una semiesfera hecha con un molde para piñata. Se colocan los bizcochos redondos debajo y la semiesfera encima.  Y se completó la decoración con spray comestible en tonos plata (para la tarta), dorado y cobre para el resto del "trasterío".  Enamorada me he quedado del divino spray cobre de Wilton. 

















Ingredientes
Para el bizcocho:
- 6 huevos
- 2 yogures naturales
- 4 vasos de azúcar 
- 6 vasos de harina
- 2 vasos de aceite de oliva sabor suave
- ralladura de naranja
(tomando la medida del vaso de yogur)
1 sobre de levadura royal
Para el relleno:
- 600 gramos de chocolate con leche
- 180 gramos de nata 
- 6 cucharadas de licor de naranja
Para el almíbar de naranja:
- 200 gramos de zumo de naranja
- 100 gramos de azúcar
Preparación:
Preparación del ganaché de chocolate con leche: (mejor el día antes)
Derretir el chocolate en microondas o al baño maría. Calentar la nata hasta que empiece a hervir, revolver y enfriar un poco antes de incorporarla al chocolate. Batir el chocolate con la nata hasta que estén bien unidos, añadir el licor de naranja y seguir batiendo hasta que la mezcla tenga una textura lisa y brillante. Dejamos a temperatura ambiente por lo menos 7 horas. Pasado este tiempo la montamos como si se tratara de nata. 
Preparación de los bizcochos: (mejor el día antes)
Empezamos preparando los bizcochos. Para ello precalentamos el horno a 180º C, calor arriba y abajo. Engrasamos los moldes de la manera acostumbrada, bien con mantequilla, bien con spray antiadherente. Esta vez hemos usado la amasadora para preparar la masa. Colocamos el accesorio varillas y batimos  los huevos y el azúcar, unos 5 minutos a velocidad máxima. Añadimos el yogur y el aceite. Cambiamos al accesorio pala. Incorporamos la ralladura de naranja y la harina tamizada junto con la levadura. Batimos durante 10 segundos a velocidad media. Terminamos de integrar la masa con una espátula. Pasamos la mitad de nuestra masa a un bol y reservamos. A la otra mitad le añadimos dos o tres cucharadas de cacao en polvo y batimos suavemente hasta integrar. Ponemos parte de la mezcla sin cacao en las bases de los moldes y la crema con cacao encima y con una brocheta mezclamos las masas formando ondas. Horneamos durante 35 o 40 minutos, comprobaremos su cocción con una brocheta antes de sacarlo del horno. Pasados unos minutos desmoldamos y dejamos enfriar sobre rejilla. 
Si en tu horno caben puedes hacerlos todos a la vez, de lo contrario tendrás que esperar a desmoldar uno para hornear el siguiente. 



la cabina del Doctor antes de cubrirse de pasta de azúcar
Montaje de la tarta:
Una vez fríos los bizcochos, los cortamos en discos. Montamos el ganaché como si fuera nata.  En la bandeja de presentación vamos colocando un disco de bizcocho, lo calamos con el almíbar y una generosa capa de ganaché, y seguimos por ese orden hasta montar toda la tarta. Cuando esté montada la cubrimos completamente con el ganaché de chocolate hasta dejarla lo más lisa posible y la guardamos en la nevera. Al cabo de unas horas la sacamos, estiramos el mazapán y cubrimos con él toda la tarta. Finalmente vamos colocando todos los elementos de adorno que tendremos hechos y pintados. 
Y aquí pueden verse algunas imágenes del corte, aunque no sean muy buenas porque me las remitieron al móvil, valen para hacernos una idea del interior. 


¡Hasta la próxima!

CUPCAKES CON EMOTICONOS.

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Esta idea surge después de conocer a una persona muy especial. Se dedica a impartir de manera altruista talleres sobre la importancia de vivir atento al presente, algo parecido a eso que ahora está de moda y llaman Mindfulnes. Sin pedir ni aceptar nada a cambio, dedica su tiempo y esfuerzo a explica como vivir sin angustia ni agobio pensando en el futuro y menos en el pasado, esforzandonos por estar en el ahora pendiente solo de los sentidos en cada momento y de ahí nació la idea de prepararle unas magdalenas con cremita y decoradas con muchas de esas emociones a las que atender cada día; alegría, tristeza, ira, miedo....
Esa ha sido la parte decorativa, con fondant, y tan simple como coger el movil y copiar los emoticons o emoji que mas nos guste, extender el fondant y cortar con un vaso boca abajo y luego jugar haciendo los ojitos y las bocas.
Lo de dentro, la magdalena, es una jugosa mezcla de manzana, zanahorias, canela y nueces, que mi nieto devoró sin darse cuenta que llevaba "verdura".
Entre la magdalena y el emoticono una abundante capa de crema suiza con sabor a toffe, pero que podría ser simplemente de vainilla y queda igual de rica.
Como eran para un regalito, le puse en la cajita todos y cada uno de los ingredientes, porque cada dia hay mas personas que cuidan el asunto de las intolerancias alimenticias.


Para que el borde quede redonditos ponemos un film entre el vaso y el fondant
Ingredientes para 12 cupcakes:

140 gr de harina
1 cucharadita de levadura en polvo
1 cucharadita de canela
2 huevos
115 gr de azúcar
120 ml aceite de oliva suave o girasol
150 gr de zanahorias
140 gr de manzana
50 gr  nueces (un puñadito)
60 gr de pasas sin pipas

Precalentamos el horno a 160º.
Tamizar la harina con la canela la levadura y reservamos.
Rallamos la zanahoria y la manzana en un bol, en este caso las piqué en la thermomix. Reservamos.
Por otro lado batimos los huevos con el azúcar y el aceite. Incorporamos la harina hasta integrarla y ahora  la manzana y la zanahoria rallada. Cuando esté bien mezclado las pasas y las nueces.
Rellenamos las cápsulas para magdalenas hasta 3/4 de su capacidad.
Horneamos 20-25 minutos o hasta que un palillo salga limpio. 
Tras sacarlos, los dejamos 5 minutos en la bandeja de horno y después los traspasamos a una rejilla.

CREMA  SUIZA

3 claras
180 gr de azúcar
250 gr de mantequilla a temperatura ambiente
1  cucharadita de pasta de toffe

Ponemos a calentar las claras con el azúcar al baño María. Removemos sin parar, hasta que el azúcar se haya disuelto por completo. En ese momento lo pasamos al vaso la batidora y
montamos a punto de nieve. Seguimos batiendo hasta que el merengue esté brillante y a temperatura ambiente. Ahora vamos añadiendo la mantequilla  a trocitos no incorporando el siguiente hasta que esté integrado el anterior batiendo a velocidad media hasta que la crema esté homogénea y muy sedosa. Finalmente incorporamos la pasta de toffe y  batimos hasta integrar del todo.

Ahora solo tenemos que esperar a que las magdalenas estén frías para cubrirlas abundamente con crema, pero dejarlas bien lisas para colocarles el disco de fondant encima.

Receta inspirada del blogObjetivo Cupcake

BUND CAKE DE CHOCOLATE

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Mis sobrinos Tin y Vero me mandaron hace algunos meses desde Madrid el mítico molde Heritage de Nordik Ware, cuando aquí en Gran Canaria no se encontraba en ningún sitio. Me llevé una grandísima alegría, así que de nuevo gracias, gracias, gracias.  Estuve deshojando la margarita con muchísimas recetas de bizcochos adaptados a estos divinos moldes, pero me pudo esta receta de famoso Bund cake de chocolate de Martha Steward, con un glaseado de chocolate generoso para que sobre mucho.... Y será la primera de muchas otras que espero hacer en este elegantísimo molde. Ayer, eligiendo una receta para hoy, me pareció que esta, que estaba guardada hace meses, era la más apropiada por lo presentes que estuvieron ayer mis madrileños. Va acompañada de montañas de cariño para ellos en un día especialmente gris y triste que la vida les ha puesto en medio de muchos felices. Desgraciadamente no nos los podemos saltar. Un beso grande desde aquí.
Ingredientes:
Para el bizcocho:
375 gramos de harina
60 gramos de cacao puro en polvo
1 cucharadita de levadura royal
3/4 de cucharadita de sal
125 gramos de leche
125 gramos de crema agria (200 de nata con 2 cucharadas de limón)
225 gramos de mantequilla en pomada
340 gramos de azúcar
4 huevos
1 cucharadita de pasta de vainilla
Para el glaseado:
85 gramos de chocolate
125 gramos de nata
2 cucharadas de mantequilla
2 cucharadas de ron oscuro

Preparacion:
Precalentamos el horno a 180 grados centígrados. En un bol mezclamos los ingredientes secos: harina, cacao, levadura y sal. En otro bol mezclamos la leche con la crema agria (si no encontramos la crema agria mezclamos previamente la nata con el zumo de limón y dejamos unos 15 minutos)
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que blanquee y se haga una crema esponjosa. Vamos añadiendo los huevos de uno en uno sin dejar de batir. Añadimos la pasta de vainilla y batimos unos minutos más.
Seguidamente vamos añadiendo los sólidos y líquidos que teníamos separados alternando los mismos (una tercera parte de los sólidos, media parte de líquidos, otra tercera parte de sólidos, la otra media de líquidos y por último la tercera parte de sólidos que faltaba). Todo ello batiendo a la velocidad más baja posible y sólo hasta integrar bien.
Engrasamos bien nuestro molde con ayuda de un pincel para llegar a todos los rincones. Ponemos la masa en el molde y horneamos durante 55 o 60 minutos.
Mientras se hace vamos preparando el glaseado. Calentamos la nata y antes de que hierva la añadimos al chocolate y la mantequilla y removemos bien hasta que se deshaga. Finalmente añadimos el ron y lo mezclamos.
Cuando haya pasado el tiempo de horno sacamos del horno y lo dejamos 15 minutos sobre una rejilla antes de desmoldar. Desmoldamos, regamos generosamente con el glaseado y guardamos un poco para servir.
En este caso además se adornó con tres rosas de oblea.
Los bizcochos de chocolate... nunca he probado uno que no me guste... pero este es espectacular.
¡Hasta la próxima!

BIZCOCHO DE GIN TONIC

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Este fue un detalle para mi marido el día del padre. Le encanta el gin tonic y desde una vez que le hice unas cupcakes con ese sabor, me da la lata para que haga alguna otra cosa similar, así que era el momento ideal de agasajarlo con un bizcochito borracho bien empapado de ginebra y tónica.  Algo parecido a un savarín o babás, esas otras masas empapadas en almíbar o licor.
En este caso  todo esta bañado con tónica 1724 y Ginebra Gin Mare. 
Como era solo para él  lo hice pequeñito en un molde de 20, pero bajito, así que los ingredientes están calculados para este tamaño.  Si lo quieres mas grande o mas alto solo tienes que duplicar las cantidades.
El resultado es un esponjoso y suave bizcocho borracho que tiene sus efectos como te pases comiéndolo.

INGREDIENTES :

Para el bizcocho
110 g de mantequilla
110 g de azúcar
2 huevos
110 g de harina
Espera unos minutos antes de desmoldar, se despega solo.
polvo de hornear 1 cucharadita
3 limones la ralladura finamente rallado
30 ml de ginebra
30 ml de tónica

Para el almíbar
125 g de azúcar
3 limones jugo
15 ml de ginebra en este caso Gin Mare
15 ml de  tónica por ejemplo 1724

Para el glaseado
15 ml de ginebra
15 ml de agua tónica
1 limón, jugo
50 g de azúcar glas

Precalentar el horno a 180 °

Engrasar el molde que en este caso es de 20 cm.

Batir todos los ingredientes juntos, verter en el molde y hornear durante unos 35 minutos mas o menos, o hasta que al insertar un palillo salga limpio.
Mientras tanto, poner los ingredientes  para el almíbar en un calderito y remover al fuego hasta que el azúcar se haya disuelto por completo. Dejar enfriar.
Una vez que el pastel está fuera del horno, dejar enfriar durante diez minutos antes de  desmoldar sobre una rejilla, verás como los bordes se despegan solos.
Una vez desmoldado colocar sobre la rejilla y no olvides poner debajo un plato para recoger el goteo cuando viertas el almibar.
Sobre el bizcocho  aún caliente vertemos el almíbar y dejamos a que se enfríe por completo.
Una vez frio del todo. Mezclamos los ingredientes del glaseado y verter sobre el bizcocho ya frio.
Decorar  con un poco de ralladura de limón extra si te gusta y servir con un gin tonic


Fuente de inspiración: Web de grandes chef británicos. Victoria Glass

TORRIJAS CON CREMA CARAMELIZADA

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Nueva versión de torrijas que hemos probado este año. En la web de Petitchef donde la vi decían que era la versión casera de las famosas torrijas de Martín Berasategui. Como no he tenido el placer de comprobarlo, pues no puedo asegurar que así sea. Solo sé que están riquísimas. Y también que son menos ligeras que las del año pasado por la mantequilla en la que se fríen, pero merece la pena probarlas. 
Ingredientes:
Pan del día anterior (usé dos panes de miga compacta)
200 ml de leche entera
10 ml. de nata
1 huevo
1 palo de canela
corteza de limón.
Para la crema:
250 ml. de leche
2 yemas de huevo
50 gramos de azúcar
15 gramos de maizena
1 cucharadita de vainilla en pasta
Preparación:
Cortar el pan en rebanadas gruesas. Colocar las rebanadas en una bandeja con bordes altos o carpeto de horno. Hervir la leche, y la nata con canela y la corteza de limón y dejar enfriar. Cuando esté fria mezclar con el huevo batido y ponerla encima del pan dejando que absorba bien todo el líquido (dejar unas horas en la nevera).
Mientras podemos preparar la crema pastelera.  
Infusionamos la leche con la vainilla hasta que hierva, tapamos y reservamos. Batimos las yemas de huevo en un recipiente y añadimos el azúcar, la leche infusionada no demasiado caliente, y la maizena diluida en leche fría. Volvemos a poner al fuego y removemos hasta que espese. Pasamos a un bol y cubrimos con un film pegado a la crema. Dejamos enfriar. 
Sacamos las rebanadas de pan de una en una con cuidado y las pasamos por azúcar y caramelizamos en una sartén al fuego con un poco de mantequilla por ambos lados. En el momento de servirlas ponemos una cucharada de crema pastelera encima y volvemos a caramelizar añadiendo una cucharada de azúcar y con ayuda de un soplete. 
Y adiós Semana Santa, bendito respiro hasta que llegue el ansiado verano.
¡Hasta la próxima!

TARTA DE QUESO Y CEREZAS

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La verdad es que no se muy bien cuales son las diferencias entre las guindas las cerezas o las picotas, porque las tres variedades me encantan, con rabo o sin él, obscuras o brillantemente rojas, carnosas y todas deliciosas. Y si encima la mezclamos con una tarta de queso, el resultado es riquísimo.Y si además no hay que encender el horno y puedo organizarla desde el día antes, se convierte en la receta perfecta para no verme agobiada en el último momento. La receta original es del blog de Ettore, así que garantizados los resultados.

Ingredientes para un molde de 22 cm.

Para la base
200 g. galletas
100 g. mantequilla
1 cucharadita de canela
3 cucharadas  colmadas de mermelada de cerezas con trozos

Para el relleno
375 g. aprox. de Cerezas deshuesadas en almíbar (1 tarro grande)
6 hojas de gelatina
150 ml del almíbar de las cerezas, guindas o picotas
500 g. queso mascarpone
200 ml. nata para montar
150 g azúcar glas
Almendra laminada para decorar

Abrimos el tarro de de guindas o cerezas y la ponemos en un colador para que se vayan escurriendo bien, sin tirar el almíbar porque lo usaremos mas tarde.
Preparamos el molde, que a mi me gusta forrar por dentro con una tira de papel de horno, o unas tiras de acetato, de modo que desmolda mas fácil y queda mas bonito todo el borde.
Ahora empezamos con la base.

Machacamos las galletas que mezclaremos con la mantequilla derretida que habremos fundido en el microondas, añadimos la canela y las cucharadas de mermelada hasta que formemos una masa que entendemos en el fondo de un molde desmontable.  Reservamos en la nevera.

Cortamos por la mitad de las cerezas.
Ponemos la gelatina en agua fría para que se hidrate.

Ponemos 150 ml de jarabe del almíbar al fuego o metemos al microondas hasta que esté casi a punto de hervir. Añadimos la gelatina escurrida y removemos hasta que se disuelva por completo.
En un cuenco batimos el queso mascarpone hasta  que quede cremosito. Por otro lado montamos la nata con el azúcar y luego la mezclamos con el queso. Ahora le añadimos la gelatina que tenemos disuelta en el almíbar y las guindas cortadas. mezclamos de nuevo para que quede bien integrado.

Sacamos el molde de la nevera y vertemos este relleno sobre la base, metemos en la nevera  y después de algunas horas cuajará y nos permitirá decorarla como mas nos guste. A mi me apeteció poner unas cucharadas de la mermelada de guindas y unas cuantas guindas naturales. Y por el borde unas laminas de almendra que previamente he tostado en una sartén, sin aceite ni nada, solo tostarlas para que suelten un olorcito estupendo.



BUNDT CAKE DE MANZANA Y NUECES DE PECÁN

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Y seguimos coleccionando Bundt cakes. Lo de "Bundt cake" podría parecer un extranjerismo snob para los que no conocen las recetas de origen americano, pero realmente no son lo mismo que un "Cake" normal o mejor dicho que un bizcocho normal. Y no me refiero a la forma que le aportan los moldes específicos, sino al resultado. Son más densos, húmedos o intensos que los bizcochos normales, eso sí deliciosos. Este con manzanas y nueces de pecán de los mejores, sin duda. 
Ingredientes:
330 gramos de harina
350 gramos de azúcar (se ha reducido la receta original que llevaba 450 gramos)
3 huevos
237 ml de aceite de oliva sabor suave ( o girasol)
120 gramos de nueces pecanas picadas
2 manzanas cortadas en cubitos pequeños
60 ml de zumo de naranja
1 cucharadita de canela
1/2 cucharadita de nuez moscada
1/4 de cucharadita de sal
1 cucharadita de pasta de vainilla
1 cucharadita de bicarbonato
Para el glaseado:
170 gramos de azúcar glass
3 cucharaditas de leche
unas gotas de colorante blanco.
Para el adorno:
50 gramos de mazapán teñido de rojo
15 gramos de mazapán teñido de verde
Preparación:
Precalentamos el horno a 180 grados. Engrasamos bien el molde. Batimos bien el aceite con el azúcar. Añadimos el zumo de naranja, la canela, la nuez moscada, la sal, la vainilla y el bicarbonato y mezclamos bien. Añadimos los huevos de uno en uno integrando bien antes de añadir el siguiente. Añadimos la harina y removemos lentamente hasta integrar. Añadimos los trozos de manzana y las nueces pecanas. Vertemos en el molde y horneamos durante una hora o hasta que al introducir el palillo salga limpio. 
Sacamos del horno, dejamos enfriar en la rejilla 15 minutos y desmoldamos. Dejamos enfriar totalmente sobre rejilla. 

Para el glaseado:
En un bol mezclamos el azúcar y la leche hasta que se integren bien, añadimos unas gotas de colorante y removemos bien. Dejamos caer sobre el bizcocho cuando esté frío del todo. 
Receta vista en ilovebundtcakes.com
¡Hasta la próxima!

TARTA DE QUESO Y CHOCOLATE

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Se me ve el plumero...me declaro adicta al chocolate, no me puedo resistir en cuanto veo una receta donde la mayor parte es puro cacao. Y si encima es de queso, o nata, para mi tenemos la combinación perfecta.
Esta es la tarta ideal para los golosos intolerantes al huevo y para aquellos que no les apetece encender el horno. Sencilla de hacer y con un acabado espectacular.
Es una tarta con una apariencia ligera y que entra suavemente como si nada, pero realmente es contundente porque es puro queso y chocolate, por lo tanto a la hora de servir las raciones no las debemos cortar muy grandes.
De la receta original solo he modificado las medidas  añadiendo en el relleno un 50% mas de todo para que saliera una tarta para unas 12 personas que era lo que yo necesitaba pero el resto  la he seguido al pie de la letra, porque las tartas de blog Bavette salen siempre perfectas.
Lamentablemente no tengo foto del corte, pero es una especie de mousse cremoso y delicioso, que te va a encantar. 

INGREDIENTES para 12 personas. Aro del molde de 20 cm.

Para la base del cheesecake
200 gr. galletas de chocolate (use las Digestive con chocolate)
100 g. mantequilla sin sal

Para el relleno
475 gr. queso Mascarpone o queso crema
150 gr. azúcar glas
300 gr. chocolate negro
6 hojas de gelatina
300 gr. nata líquida 

Para el glaseado de chocolate brillante
120 ml. nata líquida 
180 gr azúcar
145 ml agua
60 gr cacao puro (yo uso el Cocoa de Cadbury)
6 g de hojas gelatina neutra (puse 3 hojas que eran esos 6 gr.)

ELABORACIÓN 
La  base 
Trituramos las galletas y mezclamos con la mantequilla hasta obtener una pasta que pondremos en el fondo del molde, presionando bien.  Guardamos en la nevera mientras seguimos con el resto. 

El relleno 
Mezclamos bien el queso mascarpone con el azúcar glas, hasta que esté cremoso.
Ponemos las hojas de gelatina en agua fría para que se hidraten.
Derretimos el chocolate  y dejamos reposar unos minutos, antes de añadirlo al queso poco a poco hasta que se integre por completo y nos quede una crema homogénea y sin grumos. Reservamos.
Aparte calentamos 3 o 4 cucharadas de nata, le agregamos la gelatina bien escurrida y removemos bien hasta que se disuelva totalmente, seguidamente se la incorporamos a la crema de chocolate y queso.
Montamos el resto de la nata y la añadimos mezclando con suavidad.
Vertemos la mezcla en el molde sobre la base de galletas y  a la nevera hasta que cuaje, yo la dejé toda la noche para glasearla por la mañana, pero en 4 horas estará lista.


Glaseado de chocolate brillante.
Ponemos la gelatina en agua muy fría para que se hidrate.
Hervimos la nata líquida con el azúcar y el agua. Agregamos a continuación el cacao en polvo y cocemos hasta 103º C. Nos ayudamos de un termómetro. (importantísimo respetar las temperaturas)
Retiramos del fuego y dejamos enfriar a 60º C. En este momento añadimos la gelatina bien escurrida, removemos para que se disuelva completamente. Dejamos reposar para que se enfrié. Utilizar a 30ºC.

Para terminar desmoldamos nuestra tarta y la colocamos sobre una rejilla con un plato debajo. Cuando el glaseado tenga la temperatura de 30º C vertemos el glaseado en el centro y en mi caso no necesité siquiera extenderlo, el solo fue cayendo parejo por todas partes. 
Ahora la decoración ya es cuestión de cada uno. Yo tenía unos fresones preciosos y eso fue lo que le puse pero casi mejor le queda algún detalle de chocolate.


TARTA DE LIMÓN Y ROSAS DE MERENGUE

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PARA CARMEN
De nuevo una tarta de merengue para el cumpleaños de mi hermana Carmen, y ya tenemos tres en este blog.  La primera, casi inaugurando, era una clásica que puedes ver aquí, la segunda, una Tarta Asunción que también tuvo éxito, y la última, esta versión de hoy con crema de almendras en la base, riquísima. La verdad es que el merengue es, no sólo para mi hermana sino también para mí, como el chocolate para Victoria, mi compañera en este blog, el "no va más" de lo dulce.  
Ingredientes:
Para la base de masa sablé:
200 gramos de mantequilla en pomada
100 gramos de azúcar glas
2 huevos
360 gramos de harina de repostería
30 gramos de almendra molida
Para la crema de almendras:
2 huevos grande L (pesan aproximadamente 55 gramos cada uno)
110 gramos de polvo de almendras
110 gramos de mantequilla en pomada
110 gramos de azúcar granulada.
Para la crema de limón:
200 gramos de azúcar
100 gramos de mantequilla
4 huevos
4 limones
Para el merengue:
400 gramos de azúcar
1 vaso de agua
4 claras
Preparación de la base de masa sablé:
Colocamos en el recipiente de nuestro robot o batidora la mantequilla en pomada y el azucar y batimos preferiblemente con pala un par de minutos. Después añadimos el huevo y continuamos cremando un par de minutos más a velocidad media. Añadimos el polvo de almendra y seguimos batiendo con las palas unos segundos. Finalmente agregamos la harina y a velocidad muy baja con la pala seguimos mezclando hasta formar una bola. Si resulta una masa muy pegajosa podrían añadirse unas cucharadas más muy poco a poco, aunque es preferible no pasarse. 
Estiramos esta masa entre dos papeles de horno dejando un grosor de unos dos centímetros y la enfriamos en la nevera una media hora. Sacamos de la nevera y cortamos un cuadrado del tamaño del fondo de nuestro molde. Unimos los restos, volvemos a estirar y cortamos tiras de la altura también del molde. Cubrimos el molde con la base y las tiras presionando con los dedos para que se ajusten bien entre sí y también para que se ajusten al molde. Cubrimos con papel de hornear el fondo y las paredes y refrigeramos media hora. Seguidamente colocamos unas legumbres secas o unos pesos especiales para hornear sobre el papel de horno con el fin de que la masa no suba y horneamos unos 15 minutos  a 150 grados. Pasado ese tiempo sacamos del horno sin desmoldarla.
Preparamos la crema de almendra
Ponemos la mantequilla y el azúcar en un bol y batimos con las varillas un minuto. Añadimos el huevo y volvemos a batir un par de minutos más. Al final añadimos la almendra y seguimos batiendo unos minutos más. Colocamos la crema en la base de la tartaleta, si esta es muy grande habrá que duplicar las cantidades y volvemos a hornear a 160 grados hasta que se dore la crema (unos 25 minutos). Sacamos del horno, 
Para la preparación de la crema de limón hemos usado la Thermomix:
Rallar la piel de dos de los limones y exprimir los cuatro limones. Colar el zumo y reservar. Poner el azúcar en el vaso de la TMX y pulverizar a máxima velocidad durante 5 segundos aproximadamente. Añadir la ralladura de limón y volver a pulverizar otros 20 segundos a la misma velocidad. Añadir el zumo de limón, la mantequilla y los huevos y batir unos segundos a velocidad 3 para que se mezclen los ingredientes. Programar 10 minutos a 80 grados, velocidad 2. Pasado ese tiempo comprobar que tiene consistencia como de una crema pastelera, si no es así se programan 3 minutos más. Cuando enfría espesa aún más. Volcar en un bol y poner un film pegado a la superficie hasta que enfríe. Mejor que esté unas cuantas horas en la nevera antes de su uso.
Y vamos con el merengue italiano: para ello ponemos en el bol de la batidora, amasadora, o lo que vayas a usar, las claras y las batimos a velocidad media. Mientras tanto (es bueno tener una batidora que no requiera mantenerla con la mano), ponemos en un cazo 300 gramos de azúcar (reservar 100), y el vaso de agua,  sin remover dejamos que el agua y el azúcar lleguen al punto de bola-medio, o a alcanzar los 120º si dispones de termómetro. El truco para comprobar el punto del almíbar es meter una espumadera y soplar por los agujeros con cuidado, cuando salgan pompas como las de jabón, ya estará listo. No perdemos de vista mientras tanto las claras, y cuando estén medio montadas le añadimos los 100 gramos de azúcar que habíamos reservado en forma de lluvia, despacio. Una vez que el almíbar alcance su punto, lo vamos añadiendo al bol de las claras, sin detener la máquina en forma de hilo, poco a poco, hasta finalizar, aumentamos la velocidad y dejamos batiendo 10 o 12 minutos más. Hasta que al tocar el bol esté casi frío.
Para montar la tarta, rellenamos nuestra sablé ya horneada con la almendra con la crema de limón y, con ayuda de una manga pastelera con boquilla rizada grande hacemos unas rosas de merengue. 
Deliciosa...
¡Hasta la próxima!

PAVLOVA DE FRESAS Y ARÁNDANOS

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Tarta de merengue y frutos rojos

No concibo una reunión con mis amigas sin una bonita tarta en medio de la mesa y lo malo es que ellas también la esperan. Sin embargo ninguna es demasiado golosa, por lo que solo podía pensar en algo dulce donde predominase la fruta y mejor si era ácida. Si para colmo la tarta es tremendamente bonita, tenía garantizado que les encantaría. Y así fue, además de terminarla entre las 5 en un momento, esa misma noche todas me pedían la receta, porque les había encantado.
La Pavlova me ha parecido uno de los postres mas deliciosos y delicados que se pueden servir, y riquísimo el contraste del merengue seco con la acidez de las frutas y con la suavidad de la crema.
Advierto que en esta ocasión la receta está calculada para dos bases  de tartas y además me sobró para hacer unos cuantos merengues individuales, pero es que quise aprovechar unas claras que tenía congeladas todas juntas, para ver que tal funcionaban y no podía apartar la cantidad que necesitaba y volver a congelar el resto.  También podemos hacerla tipo tarta muy alta,  usando las dos capas de merengue (yo prefiero llamarle suspiro, porque es un merengue seco), y dos capas de crema. Aunque también  puedes dividir la receta del merengue en dos, ojo solo la del merengue. A mi me vino muy bien las dos bases ya que tendía invitados en casa durante todo el fin de semana y no me venía nada mal. De todas formas el merengue horneado se puede guardar en una lata cerrada y te dura un montón de días igual de crujiente.
Advierto que se abstenga de hacer esta receta quién no tenga batidora de varillas, porque apenas tiene ingredientes y es fácil si tienes paciencia para poner bien duro el merengue y todos los utensilios bien limpios de grasa para que pueda montarse como tiene que ser, porque el menor resquicio de yema al separar las claras o resto de mantequilla en el bol te hará un desastre que tardarás en recuperarte de la frustración.
Otro detalle indispensable, es no sacar del horno al terminar, sino dejarlo enfriar dentro del horno durante al menos una hora. El cambio de temperatura repentina, también hará fracasar nuestra Pavlova.

INGREDIENTES:  PARA 2  BASES  DE 22 CM.

250 gr. de claras de huevo (mas o menos 8)
200 gr.  de azúcar granulada
150 gr. de azúcar en polvo
30 gr. de harina de maíz (Maicena)

250 gr. de queso crema, o creme fraiche
200 gr de nata montada
2 cucharadas soperas de azúcar
fruta triturada o pasta de fruta del sabor que mas nos guste, en este caso utilicé moras.

ELABORACIÓN

EL MERENGUE
Montamos las claras batiendo mucho con varillas hasta que se pongan duras y añadimos lentamente el azúcar granulada sin dejar de batir. Tamizar el azúcar en polvo con la Maicena sobre las claras que están a punto de nieve y batimos hasta que esté brillante y espeso, formando picos. Ponemos el merengue en la manga pastelera con la boquilla mas grande que tengamos. 
Forramos el fondo de la bandeja del horno con papel vegetal donde habremos pintado el circulo del tamaño que queramos para nuestra tarta, en este caso hice dos círculos de 20 cm. Vertemos entonces el merengue con una manga haciendo una especie de dique por el borde un poco mas alto para poder poner bastante crema y frutas. 
Al horno a 130º durante hora y media, y después abrir la puerta del horno un poco solo, sujetando con una cuchara de palo, para que se quede entreabierta la puerta  y no baje la temperatura del golpe.

LA CREMA
Montamos la nata y mezclamos con el queso crema, el azúcar y el sabor que mas nos guste, bien fruta triturada, vainilla, pasta de fruta o simplemente ralladura de limón.  Hasta que tengamos una crema homogénea.

Montamos  la tarta rellenando el merengue con tanta crema como queramos y las frutas bien lavadas y secas por encima, en esta ocasión fresas y arándanos.

¡Ojo! no preparar con demasiada antelación porque se humedecería el merengue. En este caso tenía preparada la crema  y en el último momento la monté.

Tarta de merengue, nata y frutas del bosque


BROWNIE FLAN

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A estas alturas imagino que todo el mundo ha probado ya alguna vez la bizco-flan, tarta-flan, o tarta imposible. Es una receta muy fácil con un resultado espectacular para un postre. La he preparado muchísimas veces para mi familia, siempre con el bizcocho de vainilla,  pero nunca había probado con un bizcocho tipo brownie de chocolate. Además de rico queda muy vistoso. En esta ocasión he podido comprobar además que los moldes para bund de Nordik Ware funcionan perfectamente para flanes, en este caso con el Flor de Lis. No me atreví a poner el caramelo, aunque he leído que puede ponerse una vez que se ha cubierto bien el molde con la mantequilla o el spray desmoldable, en este caso se añadió después de desmoldado el brownie-flan. A mi familia le gustó mucho, especialmente a mi sobrino Marcos, que es el más chocolatoso. 
Ingredientes:
Para el bizcocho:
100 gramos de chocolate negro
50 gramos de chocolate con leche al caramelo
150 gramos de mantequilla
3 huevos
150 gramos de azúcar
100 gramos de harina
25 gramos de cacao en polvo
1 cucharadita de levadura química
Para el flan:
400 ml. de leche
400 ml de leche condensada
200 gramos de queso crema
4 huevos.
(si te gusta puedes añadir una corteza de limón y canela a las leches e infusionarlas previamente, yo no lo hice, pero creo que la próxima vez sí que probaré)
Preparación:
Precalentamos el horno a 160/170 grados (según horno) y preparamos una bandeja con agua caliente para hornear al baño maría. La podemos tener ya en el horno mientras alcanza la temperatura, para que al poner después el flan ya esté bien caliente. 
Engrasamos nuestro molde con mantequilla o spray antiadherente y empezamos a preparar el bizcocho-brownie. 
Para ello fundimos el chocolate junto a la mantequilla en el microondas o al baño maría y reservamos. En la amasadora con las varillas o en un bol amplio con una batidora de varillas, batimos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen. Añadimos la mezcla de chocolate y mantequilla que habíamos fundido, y añadimos la harina, con el cacao y la levadura tamizados envolviendo con una paleta la mezcla. La vertemos en el molde.
Preparamos ahora el flan mezclando todos los ingredientes con la batidora, sin hacer demasiada espuma para evitar burbujitas en el flan. Vertemos esta mezcla en el molde con mucho cuidado ayudándonos de un cucharón, cubrimos el molde con papel de aluminio y ponemos el molde dentro de nuestro recipiente con agua al baño maría.
Horneamos aproximadamente una hora. Al terminar el horneado el bizcocho quedará en la parte superior y el flan en la inferior. Y al desmoldarlo quedará el bizcocho en la parte baja y el flan en la superior. Podemos dejar en el molde hasta que enfríe y en la nevera hasta el momento de servir. Cuando vayamos a desmoldarlo podemos tener cerca un recipiente con agua caliente y meter el molde unos segundos para que se desprenda mejor. 
No dejes de ponerle el caramelo al desmoldar, le viene genial y resulta un contraste de sabores muy oportuno. Como verás siempre hay algunos tramos de chocolate en el flan pero creo que ese toque es muy favorecedor. 
Esta receta la vi en blogmegasilvita.com. Espero que les guste tanto como a nosotros, 
¡Hasta la próxima!

TORTITAS AMERICANAS. Panqueque.

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Paqueques

Nada mas agradable los fines de semana que ver las caritas de la familia cuando reciben el wassap diciendo..."¿apetece tortitas?", enseguida recibo esas "caritas" o emoticonos donde se relame el muñeco o con una sonrisa amplia. 
Mis hijos viven ya fuera de casa, pero en el tiempo que preparo la masa, reposa y pongo la mesa  ya los tengo sentados.
Es una receta sencilla para la que no hay excusas, ya que ponemos todos los ingredientes juntos y en marcha la batidora. El resto del secreto es que repose unos 20 minutos en la nevera y el fuego que no puede ser ni muy alto ni muy flojo, y casi que es eso lo mas difícil de controlar y lo que mas lata me ha dado siempre. Por ejemplo si la vitro tiene hasta 9 pues yo le pongo el 7, pero a veces se me queman y tengo que quedarme en el 6. Esa es la mayor dificultad.
El resto solo es poner en la sartén un cucharón de la masa y dejar  sin mover hasta que se hagan burbujas y la mayoría de ellas exploten, luego solo hay que darle la vuelta una sola vez, nada de andar dando vueltas en exceso y servir. 
Al servir se le pone por encima una lonchita de mantequilla, con sal. Eso hace que estén realmente deliciosas.
A mi me gusta con caramelo liquido, pero a mi nieto con nutella, a mi marido con sirope de arce y a mi hija con un sirope Americano que no tengo muy claro lo que contiene. Y a mi hijo con todo, porque además le añade un buen pegote de nata recién montada. 
Y fuera del desayuno ¿las has probado para merendar?........

INGREDIENTES para unas 12 de buen tamaño.

300 gr de harina
1 sobre de polvos royal
1/2 cucharadita colmada de sal.
70 gr de aceite
45 de azúcar
450 gr de leche entera (no vale desnatada)
3 huevos
y la mantequilla que te pida el ir poniendole por encima.

Solo hay que poner todos los ingredientes juntos y batidora.
En lo que volví  para coger una servilleta y limpiar el plato.....apareció alguien sospechoso que no había sido invitado


¡A disfrutar!

NEW YORK CHEESECAKE

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Desconozco si está probado documentalmente que esta tarta naciera en la ciudad de Nueva York, o si como otros sostienen es una evolución o derivación de una tarta europea llevada a América por los colonos. Lo cierto es que sí hay pruebas de que ya desde los griegos se confeccionaba un pastel de queso, así que nada extraño tendría que los europeos que colonizaron américa llevaran no una, sino muchas recetas de tartas de queso. No obstante, sí es conocido que el queso crema lo inventó en 1872 un lechero llamado William Lawrence de Nueva York, que accidentalmente desarrolló un método para producir queso crema al intentar reproducir un queso francés (Wikipedia dixit).

Por ese honorable mérito, y porque todo el que visita Nueva York viene contando que la tarta de queso de allí es espectacular, la seguiremos denominando así.  Es un pastel realmente delicioso y para los que sean amantes de las tartas de queso, es una receta imprescindible. Yo diría la mejor tarta de queso que he probado.
Ingredientes
(Para un molde grandecito, mayor que el de 24 centímetros que yo usé y que me obligó a hacer a su vez una tarta más pequeña con lo que sobró).

- Para la base:
230 gramos de galletas tipo "Digestive"
113 gramos de mantequilla sin sal, derretida
112 gramos de azúcar (en la receta original viene este ingrediente, pero puede perfectamente prescindirse de ella).
un pellizco de sal.

- Para el relleno:
1134 gramos de queso tipo "Philadelphia" (sí, no me he equivocado, 5 tarrinas). 
20 gramos de harina.
395 gramos de azúcar. 
1 cucharadita de ralladura de limón y otra de naranja.
5 huevos tamaño "L" y 2 yemas más.
1 cucharadita de pasta de vainilla (usé Home chef).

- Para la cubierta:
Mermelada de nuestro sabor favorito. (Me encantó con la de moras y estoy deseando poder probar con la de higos).
Engrasamos nuestro molde con mantequilla y repito, debe ser un molde grande, mayor de 24 centímetros de diámetro,  para las cantidades que se especifican en la receta o tendrán que hacer dos tartas como yo. El molde debe ser desmoldable pero tener buen cierre porque la receta es un poco líquida y con el calor inicial suelta bastante líquido. En todo caso usar siempre la bandeja del horno y no la rejilla por precaución y reforzar la base del molde con papel aluminio. 

Se trituran las galletas de la base y se mezclan con la mantequilla de la base, la sal y los 112 gramos de azúcar si optas por ponerlos. Ya te digo yo que no es necesario. Con esta mezcla cubrimos el fondo y las paredes del molde apretando bien con el dorso de una cuchara para que esté bien compacto. Llevamos al congelador mientras se prepara el relleno. 

Precalentamos el horno a alta temperatura, 275 o 285 grados centígrados, más tarde se bajará la temperatura. 

En un bol grande batimos el queso con la harina, y vamos añadiendo el azúcar, la pasta de vainilla y las ralladuras de cítricos. Vamos incorporando los huevos de uno en uno y finalmente las 2 yemas. Vertemos la crema sobre la base de galletas que teníamos en el congelador hasta que el molde esté completamente lleno y llevamos al horno. 

Horneamos durante 10-12 minutos y transcurrido ese tiempo bajamos la temperatura a 95-100 grados centígrados. Mantenemos la tarta en el horno durante una hora aproximadamente, hasta que esté prácticamente firme, aunque "tiemble" un poco en el centro. Una vez que enfría ya se endurecerá un poco.

Sacamos del horno, dejamos enfriar un poco a temperatura ambiente (en este punto se bajará un poquito el centro) y, sin desmoldar, la metemos en la nevera durante al menos 6 horas, o toda la noche si la hacemos el día anterior. En este punto, si como en mi caso te salieron dos, puedes congelar una, ya que al descongelarla quedará como recién hecha. Para ello basta envolverla bien en film y ponerla sobre una base estable para que no se rompa.

Para desmoldarla pasaremos un cuchillo afilado entre el borde del molde y el de la galleta y desmontamos con cuidado el molde. Finalmente, cubrimos la superficie con la mermelada elegida. 
Esta receta la ví en Bakemania, que remite a su fuente Smitten Kitchen que puedes ver aquí.
¡Hasta la próxima!




TARTALETAS DE LAVANDA

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Lavanda

Esta receta nace entre los ejercicios para mejorar nuestras fotos que Laura me marcó una tarde y el comentario de mi hermana por comer algún postre de lavanda. Y es que desde el reconocimiento de que nuestras fotos tienen que mejorar mucho, optamos por unas clases con una persona que además de ser una estupenda fotógrafa tiene un magnifico blog de cocina.
Y es que muchas veces me quedo con la sensación de que la foto no logra reflejar lo rico y bonito que me ha quedado un dulce y eso es lo que intentamos solucionar, lograr transmitir el sabor en una imagen mas cuidada.
Confieso que me fue mas difícil sacar unas buenas fotos que hacer estas deliciosas tartaletas y eso que esta está  inspirada en fotos de expertos del la fotografía de comida.
El primer bocado me supo raro, no estoy acostumbrada a comer algo que me recuerda a una colonia, ni a poner plantas aromáticas en cosas dulces, pero conforme saboreaba era un gustito tan sutil que junto con el limón te deja una sensación fresca y perfumada  en el paladar. Si a ese perfume le añades el terciopelo de una panna cotta, tienes un postre estupendo y con un aspecto de lo mas lindo del mundo.
Advierto que las flores son de comer, porque soy de las que opinan que todo lo que se pone en un plato debe poderse tragar, si no mejor no ponerlo, así que unas florecitas de lavanda que reservé antes de ponerlas todas a infusionar y una flor de clavel chino que también es comestible y casualmente tenía en el jardín.
Podemos hacer la receta mucho mas rápida y sencilla si compramos la masa sablé ya elaborada en el supermercado. La verdad es que está muy buena y la mayor parte de las veces no merece la pena hacerla. Pero yo les pongo la receta por si tienen tiempo y ganas de probar. Está receta de masa sablé está buenísima tanto en recetas dulces como para quiches saladas, así que si tienes un poco de tiempo, merecerá la pena.

INGREDIENTES DE LA PANNA COTTA para 6 tartaletas

250 ml.  de nata 
1 cucharada de flores de lavanda (o si no lo consigues puedes usar 2 gotas de esencia de lavanda)
Ralladura de 1 limón
125 ml.  de leche
2 cucharadas de azúcar
2 hojas de gelatina 
75 gr. (media tableta aprox.) de chocolate blanco, derretido. Para pincelar las tartaletas por dentro.
Flores de lavanda u otras comestibles para decorar

ELABORACIÓN

Poner en un caldero la nata, la leche, el azúcar, la ralladura de limón y las flores de lavanda. Cuando esté caliente y empiece a hervir, apartar del fuego y dejar en infusión mientras preparamos las tartaletas.
Poner las hojas de gelatina a hidratar en un vaso de agua fría.
El tiempo que debe permanecer en infusión dependerá de la intensidad de sabor que queramos tener, yo recomiendo probar a cada rato, porque no es igual cada planta, unas tienen mas intensidad que otras. En mi caso eran frescas, las acababa de coger del jardín y soltaron un intenso aroma.
Colar la leche de  lavanda. Como ya estará fría  tendremos que calentar un poquito, para incorporar las hojas de gelatina y que se disuelvan rápidamente. Remover bien y dejar enfriar de nuevo, removiendo de cuando en cuando.
Mientras iremos pincelando las tartaletas con el chocolate blanco derretido para impermeabilizarlas y que al poner la panna cotta no se nos empape y ablanden. Poner en la nevera unos minutos para que endurezca y ahora ya verter la panna cotta en las tartaletas y refrigerar una hasta que cuaje. Suele ser rápido, normalmente en una hora ya está. 

INGREDIENTES DE LA MASA  SABLÉ. En thermomix. Para una tarta de 24 cm.
A mi me dio para 5 tartaletas pequeñas y una alargada de 30 cm).

300 g de harina de repostería
150 g de mantequilla fría, en pequeños trozos
1 pellizco de sal
70 g de azúcar glas
2 yemas de huevo
25 g de leche fría
1 cucharadita de levadura química yo use polvos Royal
La clara del huevo para pintar la masa antes de hornear (nos valen las claras que nos sobraron antes)

Ponemos en el vaso todos los ingredientes en el mismo orden de la lista Programamos 20 segundos, velocidad 6.
Metemos la masa en una bolsa de plástico y la dejamos reposar en el frigorífico durante, al menos, 15 minutos.
Cogemos el trozo de masa que calculamos que vamos a usar y la  estiramos con el rodillo,  enharinando la superficie y el rodillo para que no se nos pegue, lo mismo que el molde.
Cuando esté estirada la colocamos en nuestro molde. Dejamos reposar los moldes, ya cubiertos, en el frigorífico durante 15 minutos.
Pincelamos la superficie con las claras batidas y pinchamos varias veces con un tenedor para que no suba la masa.
Metemos en el horno precalentado a 180º durante 15 minutos. Pasado ese tiempo, sacamos del horno y las dejamos enfriar  en su molde para que no se rompan.















COCA AYAMONTINA

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Esta última Semana Santa fuimos a pasar unos días con unos amigos a la bellísima Huelva.  Aunque ya habíamos estado varias veces en la zona, esta vez descubrimos muchas cosas nuevas. Como por ejemplo el precioso acantilado del Asperillo dando a la playa inmensa que hay entre Punta Umbría y Matalascañas, como paraje natural. Y, como experiencia sensorial, una tarde con una espectacular puesta de sol en la terraza del Parador de Ayamonte, con vistas a la desembocadura del río Guadiana, viendo al otro lado Portugal. Es un sitio impresionante. Acompañando al café pedimos un dulce que veíamos en el expositor sin saber lo que era, e inmediatamente después de tomarlo preguntamos al camarero. Era Coca Ayamontina, un dulce típico de Semana Santa, aunque ya me imagino yo que los Ayamontinos no esperarán un año para hacer semejante delicia. 
Enamorados de Huelva y de la Coca Ayamontina regresamos a nuestra Isla y la primera búsqueda en la red fue para localizar la receta. Por supuesto encontré muchas, pero la que más me convenció mirando los ingredientes fue esta, del blog Azul Púrpura, desde luego una vez probada no pienso cambiarla. Ya la he hecho tres veces y está muy muy buena.
Aunque también es verdad que he tenido la suerte de disponer de una de las materias primas de la Coca, que es el cabello de ángel, en versión casera, hecha a fuego lento, como se ha hecho toda la vida, en este caso de la mano de Malala, la madre de mi amiga Macu, que me mandó un gran tarro.
Ingredientes:
Para la masa:
1/2 Kilo de harina de trigo normal
125 gramos de azúcar
250 ml. de aceite de oliva
200 ml. de vino blanco
2 clavos de olor 
Ralladura de un limón
2 cucharaditas de canela en polvo
1/2 cucharadita de anís en grano

Para el relleno:
5 huevos tamaño mediano
350 gramos de almendra cruda molida (puede molerse en Thermomix)
250 gramos de azúcar
2 cucharadas soperas de canela en polvo
1 cucharada de ajonjolí (opcional añadirlo al relleno, comprarlo crudo y tostarlo en el momento en una sartén sin nada de aceite y removiendo hasta que coja un tono doradito)
Almendras laminadas (opcional añadirlo en medio del relleno, comprarla cruda y tostarla en el momento de usarla)
2 cucharadas de aceite de oliva

Cabello de ángel. (cantidad suficiente para cubrir una capa de la coca, que será mayor o menor según nos apetezca)

Para la cubierta:
Almendra laminada tostada (cantidad al gusto)
Ajonjolí tostado en el momento. (cantidad al gusto)

Preparación:
Precalentamos el horno a 150 o 160 grados.
Mezclamos todos los ingredientes que forman la masa en un cuenco grande y removemos hasta integrar bien. Reservar.
Preparamos a continuación el relleno. Para ello batimos las claras de los cinco huevos a punto de nieve no muy consistente. Aparte, batimos las yemas con el azúcar hasta que blanqueen y estén espumosas. Cuando estén, añadimos las claras montadas y removemos despacio. Incorporamos a la mezcla la canela, el aceite de oliva y la almendra molida. En este punto, si se desea  se puede añadir un poco de ajonjolí a la mezcla, si no, lo reservamos para ponerlo únicamente en la cubierta más adelante.
Preparamos una bandeja metálica rectangular y colocamos papel vegetal cubriendo el fondo y los laterales, dejando unas solapas lo más grandes posible. Lo untamos con aceite de oliva. Cubrimos el fondo de la bandeja con la masa, extendiendo bien la misma ayudándonos con las manos aceitadas. En este punto es conveniente retirar los clavos de olor que amargan mucho el bocado a quien se lo tropieza. Espolvoreamos azúcar común por encima de toda la superficie. Extendemos la mitad del relleno, alisamos bien. Ponemos a continuación una capa de cabello de ángel extendiéndola con una cuchara o con las manos, esto nos costará un poco y no pasa nada si no queda del todo uniforme. El grosor de la capa de cabello depende de lo dulce que nos guste. Añadimos la otra mitad del relleno. Cubrimos toda la superficie con una generosa capa de almendra fileteada y espolvoreamos el ajonjolí. 
Llevamos al horno durante unos 25 minutos, o hasta que veamos que la superficie está doradita.
Sacamos del horno, dejamos enfriar un poco y desmoldamos con cuidado para que no se parta. Es muy útil ayudarnos de la solapa del papel de horno, y meter inmediatamente una pala ancha debajo, o volcarla como una tortilla si disponemos de una bandeja plana del mismo tamaño que la del horno. Este último sistema tiene la ventaja de que podemos retirar el papel de horno cuando esté boca abajo y colocar esta vez la bandeja definitiva de presentación, incluidas las blondas, sobre el revés de la coca y damos la vuelta manteniendo las dos bandejas para que no se nos caigan las almendras fileteadas. Cuando ya esté en la bandeja definitiva quitamos la superior. Dejamos enfriar pacientemente disfrutando ya de su aroma que es casi tan bueno como el mordisco en sí.
¡Que la disfruten tanto como nosotros, si es en Huelva mismo, mejor!,
¡Hasta pronto!












TARTA MOUSSE DE CHOCOLATE Y FRAMBUESAS

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¡Victoria, que sea algo lindo para fotografiar!...esa fue la frase de Laura que se me repetía en la cabeza desde que quedamos para unas enseñarme a sacar unas fotos "decentes" de mis dulces. En cuanto la vi fue amor a primera vista. Frambuesas, chorretones de chocolate y sin apenas bizcocho, solo un brownie de chocolate negro en la base y encima tres tipos de mousse. 
No me pude resistir a sus encantos.  ¿Complicada y engorrosa?... no mucho, solo requiere organizarse, pero como se puede hacer con antelación,  o por fases,  es relativamente cómoda de hacer. Aunque la verdad es que no se que me dio mas lata  si hacerla o si traducir la receta, porque estaba en ingles y mi ingles es de colegio y el traductor  me pone en cada compromiso como traducir como "hielo" la palabra "glace´" que es la cobertura o glaseado, así que no te cuento los sufrimientos. Luego convertirlo a gramos y a nuestros ingredientes de andar por casa, por ejemplo yo prefiero las hojas de gelatina antes  que hablar de cucharadas de gelatina en polvo, porque no controlo sus marcas y no se como son sus cucharadas, porque aunque he comprado de esas medidas que se suponen que son estándar, la realidad no es esa. Así que una vez superada la traducción y conversión de onzas, galonees, y cup me puse manos a la obra. 
A todas estas, la tarta no es para nada ni para nadie, fue solo el capricho de hacer la tarta mas bonita que me había entrado por los ojos, un reto que me puse a mi misma. Y como dice mi hija soy única complicándome la vida,  hacer una tarta de este tipo un día de trabajo al salir a las 3 de la oficina y sin nada especial que celebrar. Y el problema vino luego, para ver quién se comía esta enorme  tarta, que es por lo menos para 15  personas porque mide unos 13 cm. de alto, por 20 de diámetro. Me planteé llevarla a la oficina, regalarla por facebook al primero que viniese a buscarla...pero al final opté por disfrutarla, partiéndola al terminar de sacarle las fotos y comiéndonos las dos un buen pedazo. Otro trozo a casa de mi hermana, otro a la amiga de mi hija que apareció por casa y el resto fue al congelador en porciones y cada vez que aparecía alguien por casa le ofrecía probar un pedazo.
Lo advierto, no es sencillita,  no es una tarta para principiantes, ni  para un día estresado y que vas con prisas, pero merece la pena porque es una tarta deliciosa, suave y ligera.
Toda mousse y un estupendo brownie de chocolate como base.

Ingredientes:

Para la capa de Brownie:
100 gr.  harina
60 gr. cacao en polvo sin azúcar
½ cucharadita de sal
½ cucharadita de polvo de hornear
110 gr. mantequilla sin sal  
200 gr. azúcar  
2 huevos grandes, a temperatura ambiente
2 cucharaditas de extracto de vainilla

Para la mousse de chocolate:
255 chocolate negro 52%
450 gr. de nata 35% de materia grasa, que dividiremos al utilizar.
Pizca de sal
4 1/2  hojas de  gelatina

Para la mousse de frambuesa:
2 cajitas de frambuesas frescas
250  gr. chocolate blanco.
400 gr. nata 35% 
Pizca de sal
4 1/2 hojas de gelatina
colorante para alimentos de color rosa (opcional)

Para la mousse de vainilla:
250 gr. chocolate blanco.
400 gr. de nata 35%
4 cucharadas de miel o melaza. Yo usé una melaza inglesa que viene en una lata verde. 
Pizca de sal
4  1/2hojas  de gelatina
2 cucharaditas de pasta de vainilla (se puede sustituir el extracto de vainilla)

Para terminar:
110 gr. chocolate negro 52%
110 gr de nata 35%
1 cajita de frambuesas frescas
decoraciones de chocolate (opcional). Yo me puse a hacer unas hojitas de chocolate

Elaboración para  la capa del brownie:

Precalentar el horno a 180 ºC.
Preparar molde  de 22 cm. Desmontable, poniendo en el fondo papel vegetal y rociando bien el resto con mantequilla, aceite o aerosol de aceite. Poner juntos  la harina, el cacao en polvo, la sal y el polvo de hornear en un tazón pequeño.  Apartar de momento. 
Ponemos en un bol la mantequilla y metemos al microondas para que se funda, se añade el azúcar y se revuelve bien. Cuando esté casi fría se pasa al vaso de la batidora con varillas y se van añadiendo los huevos de uno en uno hasta que quedan perfectamente integrado y la vainilla. Ahora se deja de batir y con la espátula se añaden todos los ingredientes secos que hemos mezclado previamente. Vertemos en el molde y al horno. Estará unos 22 minutos aproximadamente, pero ya sabes, que hay que pinchar antes de sacarlo del horno.
Mientras vamos preparando  unas tiras de acetato para poner en el molde porque nuestra tarta va a medir mas de 10 cm de alto y con el molde no bastará. Las tiras las pondremos cuando esté frio y vayamos a poner la crema de la mousse.
Una vez cocido el brownie desmoldamos y ponemos a enfriar. Ya frio, cogemos el molde y colocamos una tira de acetato en todo el borde asegurándonos de que queda lo suficientemente alto, en el fondo del molde colocamos un cartón de comida para comida, porque esto hará que luego nos sea mas fácil mover la tarta y colocar en el plazo de servir  y después cuidadosamente el brownie sobre el cartón.

Empezaremos a preparar la capa de mus de chocolate.  Ponemos a remojar la gelatina en un vaso con agua. Por otro lado del total de la nata, apartamos unos 150 gr aproximadamente que  pondremos al fuego y donde una vez bien caliente verteremos el chocolate y removemos  hasta que se disuelva. y lo vamos devolviendo de vez en cuando para que que se vaya enfriando.  Mientras tanto vamos montando el resto de la nata.  Apartamos. Cogemos la gelatina y la fundimos en dos o tres cucharadas de nata caliente hasta que se disuelva  y eso lo incorporaremos a la crema que hemos hecho del chocolate con la nata fundida.  Cuando esté ya todo a temperatura ambiente le vamos añadiendo la nata montada y esa masa la verteremos sobre el brownie que tenemos dentro del molde. 
Metemos la nevera.

Ahora vamos hacer la mousse de  frambuesa. De nuevo ponemos la gelatina a hidratar.
Empezamos haciendo un puré  metiendo una de las cajitas de frambuesas frescas media taza de frambuesa fresca en la batidora y después ese puré lo pasamos a través de un colador para el final obtener unos  150 ml de puré de frambuesas sin semillas.  Este puré junto con el chocolate blanco y con 150 gr.  de nata líquida y la sal la metemos en el microondas a calentar, sacamos y removemos hasta que se funda. Apartamos. Con la gelatina  hacemos lo mismo que con la mousse de chocolate, calentamos un par de cucharadas de nata al microondas y allí le ponemos la hojas de gelatina bien escurridas. Cuando se han disuelto la añadimos a nuestra crema de pure de frambuesas y chocolate blanco. Dejamos que se vaya enfriando mientras montamos el resto de la nata, y de nuevo incorporamos la nata con una espátula a la crema y la cajita entera de frambuesas frescas enteras. Mezclar y verter sobre la tarta que tenemos en la nevera.

Y ahora la última capa la de mousse de  vainilla. Repetimos la operación de poner la gelatina a ablandar en agua fría.  Mezclamos el chocolate con unos 150 gr de la nata liquida, añadimos cuatro cucharadas de miel, y la vainilla, yo  en mi caso utilicé  melaza de leoncito la pizca de sal y todo esto al microonda fundirlo igual. Remover bien y repetir la disolución de la gelatina en un par de cucharadas de nata y se lo añadimos a la crema. De nuevo dejar enfriar mientras montamos la nata. Y mezclar con movimientos envolventes. See la incorporamos a la tarta que tenemos en la nevera. 
Dejaremos reposar bien para que se  fijen las capas de mousse, al menos 5 horas, pero mejor opté por dejarla toda la noche, porque es una tarta bastante alta.
Para terminar la tarta desmoldar, quitar el acetato y pasar la tarta al plato de servir.

Para la decoración final. 
Hacer una ganache de chocolate rápida poniendo la nata al microondas hasta que se caliente, añadir el chocolate y remover. Dejar templar un poco, pero aún tibia verter  sobre la tarta, usando la espátula para llevar el ganache hasta los bordes y que chorree por los lados. Decorar añadiendo las frambuesas frescas y la decoración de chocolate que mas nos guste, en mi caso hice unas hojitas de chocolate que en el enlace puedes ver como es de sencillo hacerlas.
A la nevera hasta que endurezca el ganache. 
Para obtener unas pociones limpias, cortar la tarta estando bien fría con un cuchillo afilado y lavarlo con frecuencia entre los cortes, Para tener el mejor sabor y textura, déjala a temperatura ambiente durante 10 o 15 minutos antes de servir.

Esta tarta bien envuelta se conserva una semana en la nevera, así que podemos prepararla con antelación.
Congela de maravilla. Yo congelé varias porciones y dejándola a temperatura ambiente 15 minutos vuelve a estar estupenda.


Inspiración de la web sugarhero.com

¡VERANO! TARTA PLAYA O CHARLOTA A LOS DOS CHOCOLATES

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PARA FRANDO
Otro año más estrenamos verano. Esta es una receta guardada desde el año pasado, cuando Frando cumplió 5 años. Cuando falta tan poquito para las vacaciones ya por aquí lo estamos extrañando y esperando, así que la entrada de hoy queremos que sirva para recordárselo. La playa está guardadita para cuando lleguen.
Como Frando cumple años en pleno agosto, se nos ocurrió preparar esta charlota de doble mousse de chocolate blanco y chocolate negro, que puede servirse bien fresquita y la cubrimos con montañas de galleta molida para ambientar la arena de la playa. Todos los trastos "playeriles" se hicieron con pasta de azúcar, las tablas de surf de oblea recortada cubierta de fondant y las figuras de la mamá y los niños se compraron de Playmobil para que duraran todo el verano. (Que me perdone Paco pero el papá no venía en el pack). Las cometas que su tío Nando le ha enseñado a hacer recientemente, se hicieron recortando unos paragüitas de papel y engarzando en ellos un alambre de flores fino y largo. 
Ingredientes para el Mousse de chocolate blanco:
4 claras de huevo
100 gramos de azúcar
200 gramos de chocolate blanco de repostería
400 ml. de nata de montar mínimo 35% m.g.
una pizca de sal
50 gramos de mantequilla
4 hojas de gelatina
Ingredientes para el Mousse de chocolate negro:
200 gramos de mantequilla
2 tabletas de chocolate negro
6 huevos
6 cucharadas rasas de azúcar

- Bizcochos de soletilla
- Galletas tipo María molidas (para cubrir la superficie y la bandeja).
- Zumo o almíbar de piña para mojar los bizcochos.
Preparación del Mousse de chocolate blanco:
Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría durante 15 minutos. Reservamos hasta el momento de usarlas. Montamos las claras a punto de nieve con la pizca de sal, cuando estén casi montadas vamos añadiendo el azúcar poco a poco hasta que esté totalmente integrado y reservamos.
Derretimos el chocolate al baño maría y añadimos la mantequilla, mezclamos bien y dejamos templar. Añadimos a continuación las hojas de gelatina bien escurridas y removemos bien hasta que se diluyan. Montamos la nata. En un bol grande vertemos el chocolate y añadimos alternativamente   de dos veces, las claras montadas y parte de la nata, removiendo con movimientos suaves y envolventes. Reservamos en la nevera.
Preparación del Mousse de chocolate negro:
Ponemos el chocolate al baño maría a fundir, añadimos la mantequilla y unimos bien. Vamos añadiendo las yemas de los huevos de una en una rompiéndolas rápidamente y removiendo siempre. Añadimos las cucharadas de azúcar y seguimos removiendo unos minutos hasta que se disuelva. Retiramos del fuego y añadimos las claras montadas a punto de nieve integrándolas con suavidad. Reservamos en la nevera.
Montaje de la tarta:
Preparamos un molde preferiblemente desmoldable, en este caso se usó uno cuadrado de 25 x 25 centímetros. Cubrimos el fondo y las paredes con papel de hornear. Ponemos el zumo de piña en un plato hondo o cuenco y vamos colocando capas de bizcochos de soletilla, mojados previamente en el zumo, empezando por las paredes del molde y después cubriendo la base. Añadimos una capa generosa de mousse de chocolate negro. Ponemos otra capa de bizcochos de soletilla y mousse de chocolate blanco, y otra capa de bizcochos y mousse de chocolate negro de nuevo. Cubrimos con un film y llevamos a la nevera mejor de un día para otro. O al congelador si se prefiere. 
Al día siguiente se saca de la nevera o congelador, se desmolda, se pasa una cinta de rafia alrededor de los bizcochos y se adorna con la galleta molida y con todos los trastillos de playa que tengas la paciencia de hacer.  Debe servirse fresquita, así que si va a consumirse a medio día o por la tarde basta pasarla a la nevera por la mañana y sacarla un rato antes de servirla. 
He disfrutado muchísimo haciendo esta tarta, como todas las que he hecho para Frando, especialmente en el momento de ver su sonrisa, así que deseando que cumpla muchos más y que nosotros siempre lo veamos. 
Feliz verano para todos y ¡hasta pronto! hoy dedicado a Frando.

TARTA DE FRESAS "FRAISIER"

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Lástima que la fotografía no sea lo mío y que las fotos no estén a la altura de la  tarta Fraisier. 
Esta es una de las tartas mas bonitas que siempre quise hacer, pero no me atrevía porque me parecía muy difícil y la verdad es que resulta bastante trabajosa, pero mereció la pena, porque  en esta ocasión la tarta era para mi, mi propia tarta de 57 cumpleaños y los invitados eran solo la familia así que no me generaba ningún estrés, si no tenía un buen resultado. 
Mi hijo que es uno de mis críticos mas duros opinó que estaba muy rica y que era un sabor distinto a todo. 
Tienes que tener la certeza de que la vas a gastar como muy tarde en 48 horas, porque al tener la fresas naturales y crudas tiene una vida muy limitada.  En mi caso la hice en dos días, el primero hice el bizcocho genovés y lo guardé, y el siguiente las cremas y el montaje. Después necesitará al menos 5 horas de frío antes de desmoldarla.
Tiene un suave e intenso sabor a vainilla, ya que la crema es una muselina hecha con una crema pastelera y una pasta bomba de mantequilla mezcladas. 

PARA UNA TARTA DE 20 A 22 CM 

INGREDIENTES:
Para el almíbar:
150 gr. de azúcar
120 ml. de agua
80 ml. de licor de cerezas (Marraskino)
1 palo de canela

Para el bizcocho genovés:
210 g de harina
60 g de mantequilla
6 huevos
210 g de azúcar
Una pizca de sal

Para la crema pastelera:
300 ml. de nata
225 ml. de leche entera
2 cucharada de esencia de vainilla
6 yemas
45 gr. de Maizena
120 gr. de azúcar
50 gr. de mantequilla

Para la crema de mantequilla:
375 gr. de mantequilla muy blanda
3 yemas
3 huevos
75 ml. de agua
210 gr. de azúcar

250 gr  de mazapán. Yo usé de Lidl.
Colorante en gel o en pasta (color a elegir)
1 kg. de fresas


Para hacer la crema pastelera:
Ponemos en un caldero la nata con la vainilla y la leche, de la que reservaremos dos cucharadas. Ponemos al fuego para que se caliente .
En un bol colocamos la Maizena, el azúcar, las yemas y removemos  hasta que se disuelvan los grumos, añadimos la leche que hemos reservado y removemos,. Vertemos sobre la mezcla de yemas,  la nata y la leche caliente, revolviendo para que no cuaje. Mezclamos bien y volcamos en el calderito que ponemos de nuevo al fuego. Cocemos la preparación a fuego suave removiendo con unas varillas constantemente, hasta que espese. Retiramos y esperamos un momento a que enfríe un poco removiendo suavemente. Añadimos la mantequilla cortada en trocitos, batimos hasta que se deshaga y se integre del todo.
Volcamos en un bol y tapamos con un trozo de film transparente pegado a la superficie, dejamos enfriar por completo.

Para hacer el almíbar:
En un cazo ponemos el azúcar, agua, el licor de cerezas y el palo de canela . Cuando hierva lo retiramos del fuego y dejamos enfriar.

Para hacer el bizcocho:
Encender el horno a 180º
La bandeja del horno la forramos con papel vegetal.
Fundir la mantequilla en el microondas .
Separamos las claras de las yemas .
Ponemos las claras y añadimos una pizca de sal.  Batimos hasta que empiecen a estar bien espumosas, en este momento añadimos el azúcar poco a poco y continuamos batiendo hasta que queden  a punto de nieve. Añadimos las yemas y mezclamos con suavidad . Cogemos dos cucharadas de esta mezcla y la añadimos a la mantequilla fundida, removiendo suavemente . Vertemos en el recipiente donde tenemos la preparación y mezclamos suavemente. Tamizamos la harina sobre la preparación y mezclamos con movimientos envolventes de abajo arriba hasta integrarla por completo.
Vertemos en la bandeja, extendemos y horneamos a 180º durante 12 minutos. Una vez fuera del horno dejamos enfriar.

Para hacer la crema de mantequilla:
En un cazo ponemos el agua, el azúcar y ponemos a hervir sin tocar para nada, ni remover, hasta que alcance los 120º.
Mientras tanto ponemos las yemas y los huevos en un bol y comenzamos a batir a velocidad alta hasta que espumen. Cuando el almíbar haya alcanzado la temperatura, retiramos del fuego y comenzamos a incorporarlo a hilo fino sobre la mezcla sin dejar de batir hasta que la mezcla enfríe.
Cuando esté completamente fría vamos incorporando la mantequilla, lo haremos poco a poco,  sin dejar de batir, incorporaremos el siguiente trozo de mantequilla  cuando el anterior se haya integrado por completo.
Una vez tengamos la crema,  incorporamos la crema pastelera a cucharadas poco a poco.  Ambas cremas tienen que estar a la misma temperatura, de lo contrario se puede estropear. Yo las dejé un par de horas a temperatura ambiente para garantizarme los resultados.
Una vez la tengamos lista, bien mezcladas y por fin sea una autentica crema muselina, la ponemos en una manga pastelera a la que haremos un corte en la punta, y apartaremos mientras preparamos el mazapán.

Para el disco de mazapán:
Amasamos el mazapán con unas gotas del colorante que hayamos elegido. Extendemos y cortamos del mismo tamaño de nuestro molde.
Tarta de fresas y crema muselina

Como montar  la tarta:
Lavamos y secamos bien las fresas. Cortamos algunas por la mitad y el resto la cortamos en trocitos que irán dentro.
Cortamos dos discos de bizcocho del tamaño elegido y reservamos.
Ponemos el aro desmontable y lo forramos por dentro con acetato o papel vegetal. En mi caso utilicé un aro que tengo de metacrilato.
Colocamos uno de los discos de bizcocho en el interior como base y pincelamos con parte del almíbar hasta que quede empapado.
Ponemos un poco de crema. Cogemos las mitades de fresas y las vamos colocando con los picos hacia arriba. Empezamos poniendo un poco de crema entre los huecos y cubrimos con un capa fina de crema, extendemos las fresas picadas y completamos con el resto de crema. Alisamos la superficie y ponemos el otro disco de bizcocho encima presionando un poco, para que la crema se reparta bien. Bañamos con almíbar y extendemos otro poco de crema.

Cogemos el disco de pasta de mazapán  y con cuidado lo ponemos sobre la tarta.
Ahora solo queda decorarla como mas nos guste.




BROWNIE DE NUTELLA Y DULCE DE LECHE

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Si encontrara mil recetas de brownie distintas, mil recetas de brownie guardaría para hacer y mil recetas de brownie acabaría haciendo ¡y comiendo!. Me encanta esa textura jugosa para un bocado de chocolate. Además es un dulce que se prepara en muy poco tiempo. Por ese motivo, y porque el chocolate es una apuesta segura con determinadas amigas, lo preparé para una pequeña reunión  con Victoria y Laura, autora esta última de una preciosa y muy práctica Web que sinceramente recomiendo y que está haciendo lo que puede con nosotras y el tema de la fotografía como ya habrán leído a Victoria. Su sitio es este http://www.laubeleal.com/, no dejen de verlo. Es una profesional como la copa de un pino. Yo creo que sí, que les gustó. A mí me pareció muy, muy rico, con esas vetas de dulce de leche...
Ingredientes:

350 gramos Nutella
70 gramos Crema de Speculoos
100 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
2 huevos
130 gramos de azúcar moreno
110 gramos de harina
1 cucharadita de pasta de vainilla
1 bote de dulce de leche

Preparación:
Precalentamos el horno a 180 grados. Cubrimos un molde en este caso cuadrado de 18 x 18 cm. con mantequilla y harina o lo forramos con papel de horno y enmantequillamos el papel encima. Reservamos.
Ponemos la Nutella, la crema de Speculoos y la mantequilla en un cazo y la calentamos al baño maría, removiendo hasta que vaya adquiriendo una consistencia más líquida. Una vez mezclado lo retiramos del fuego.
En un cuenco aparte batimos los huevos con el azúcar y la pasta de vainilla hasta que quede espumoso. Añadimos esta mezcla a la Nutella derretida y mezclamos. Incorporamos la harina y la integramos con movimientos envolventes. Debe quedar lisa y sin grumos.
Pasamos la mitad de la masa al molde y alisamos bien. Ponemos una capa fina de dulce de leche. Colocamos encima el resto de la masa y alisamos. Ponemos el resto del dulce de leche por arriba con ayuda de una cuchara y con una brocheta mezclamos en círculos, mezclando el dulce de leche con la masa.
Horneamos a 180 grados durante 40 o 50 minutos y sacamos del horno. En este caso tenemos que recordar que no ha de quedar demasiado hecho, si lo pinchas y sale húmedo ya está hecho.
Se puede acompañar con una bola de helado de vainilla.
  
Es cierto que más de la mitad del país está metida ya en calores horribles y que no les apetece encender el horno, pero nosotros, en esta eterna primavera del norte de las Islas Canarias, los días de esta semana han sido iguales a los de cualquier diciembre, así que a nosotros ¡qué más nos da hornear en enero que en agosto!.
 Si viven en zonas  de calor, guárdenla para más adelante, merece la pena. La receta la ví en Los Tragaldábas. 
¡Hasta la próxima!
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