Todo con azúcar

Queridos lectores;

Como sabes “Todo con azúcar” es un blog que formamos dos personas, Victoria y Esther. Durante cuatro años hemos venido publicando alternativamente nuestras recetas en este espacio, resultando una experiencia sumamente satisfactoria para ambas, que nos ha permitido aprender y disfrutar.

En este tiempo, como es natural, cada una de nosotras ha evolucionado en relación a este precioso hobby que es la repostería, hacia formas diferentes.

Por ese motivo y con el fin de poder de desarrollar plenamente las inquietudes de cada una, hemos decidido crear dos blogs independientes que se ajusten más a la dedicación y sentido que cada una de nosotras da a su afición.

“Todo con azúcar” seguirá existiendo en el ciber espacio para que puedas consultar siempre que quieras las recetas que hasta ahora hemos compartido, (al menos mientras blogger lo permita), pero no tendrá nuevas creaciones.

Las nuevas recetas e ideas las encontraras a partir de ahora en:

“De flores comestibles” el blog de Victoria, donde la tendencia es una repostería donde se incorporan flores comestibles, frutas o incluso verduras y casi siempre provendrán del mini-huerto propio. También encontraras entradas que hablen de esos productos, su cultivo, el jardín, logros y frustraciones con el mismo, pero siempre será la receta dulce el tema principal. También puedes seguirnos en facebook
“Repostería con emoción” el blog de Esther, en el que tendrá cabida la repostería de siempre, así como la moderna e innovadora, pero incluyendo, como ya venía siendo habitual en las publicaciones de Esther, una breve referencia a la relación que hay entre los dulces y las personas, las circunstancias y las emociones por las que se crearon. Incluirá una novedosa sección de “Hallazgos dulces” para poder compartir con los lectores todas aquellas experiencias dulces, aunque no sean necesariamente recetas. O si prefieres Facebook

Gracias a todos por leernos y participar con sus comentarios durante todos estos años.

¡Hola amigas y amigos!,

Como verán hemos retomado las publicaciones en este espacio que es Todoconazucar después de lavarle la cara un poquito al blog, descansar, y repensar como queríamos continuar nuestras publicaciones. Les agradecemos especialmente que, aún estando inactivo, hayan seguido visitándonos, haciendo nuestras recetas y comentándonos inquietudes. Sólo por eso merecía la pena volver y ha sido el principal motivo para planteárnoslo.

Esperamos que disfruten de las propuestas dulces que se nos van ocurriendo y que les ayuden a elegir el postre de sus comidas y los dulces de sus celebraciones.

Y vamos sin más con la receta de hoy, para seguir disfrutando del verano.

Ingredientes:
Para el lemon curd:
2 limones
4 huevos
200 gramos de azúcar glas
100 gramos de mantequilla

Y además
50 gramos de azúcar glas
450 ml. de nata líquida

Preparación:
Empezamos preparando nuestra crema de limón con antelación. Para ello, lavamos bien los limones, rallamos la piel y exprimimos el zumo.
A continuación ponemos en un cazo el zumo del limón, la ralladura el azúcar y 3 huevos y llevamos a fuego medio removiendo continuamente hasta que la crema espese.
Apagamos el fuego y vamos integrando la mantequilla cortada en dados poco a poco hasta que se deshaga del todo.
Tapamos la crema con un film y dejamos que se enfríe.
Una vez fría, añadimos los 50 gramos de azúcar glas que faltaban y la nata líquida y batimos bien hasta que obtengamos una crema uniforme. (Si es necesario colamos).
Dejamos en el frigorífico unas horas o hasta el día siguiente.
Colocamos en la heladera y mantecamos unos 30 minutos. En ese momento tendrá una textura de mousse deliciosa, pero paciencia, pasa la mezcla al congelador y espera unas horas para que adquiera la consistencia de helado.
Si no dispones de heladera lleva la mezcla al congelador, deja pasar una hora y sácala batiendo bien para romper los cristales de hielo, vuelve a poner en el congelador y repite el proceso varias veces hasta que veas que tiene la consistencia adecuada.

Esta receta la vi en golosolandia.com
¡Hasta la próxima!

Naked cake, tarta desnuda, llámale como mas te guste a la tarta de moda. Si, también tiene modas la repostería y en los últimos tiempos se lleva este tipo de tartas que no están cubiertas, que parece que estén sin terminar, con un aire muy rústico.

Están hechas con unas capas de bizcocho que debe ser húmedo, porque no está protegida, una crema, que en este caso fue nata y para mi gusto siempre debe terminar con una buena y abundante capa de frutas, aunque la moda también te lleva a terminaciones con muchas flores por encima.

El detalle de sellar las frutas con una fina capa de gelatina es optativo, a mi me gusta porque protege del frio de la nevera y queda mas bonita y brillante.

En esta ocasión confieso que fue un poco improvisada la mezcla de sabores, pero te aseguro que quedó muy buena, incluso para Cecilia, la homenajeada, que me había advertido que le gustaba todo menos la piña y el coco. Ahí fue cuando teniendo ya hechos los bizcochos y pensando en decorarlo con frutos tropicales tipo mango, piña, coco, plátano, tuve que dar marcha atrás y usar frutos rojos, temiendo por el contraste. ¡Pero fue todo un hallazgo la mezcla de sabores, le gustó mucho!

Detalles y trucos que yo uso en este tipo de tartas;

Montala como máximo unas 24 horas antes del evento no más, porque se te secaría.
Si haces los bizcochos con antelación y los congelas, recuerda hacerlo cuando no se hayan enfriado del todo, hazlo un poco tibios, antes de envolverlos en papel film, eso hará que se mantengan mas húmedos y jugosos.
A la nata le añado una o dos cucharadas de queso tipo philadelphia para darle más consistencia.
Yo la monto en un molde desmoldable, pero pongo por dentro alrededor una tira bien ancha de plástico duro (acetato, que puedes comprar en cualquier libreria), eso me permite tener mas altura y montar con la misma cantidad de crema por todas partes sin miedo a que al poner la capa siguiente se me salga por los bordes e ir subiendo en capas sin miedo.
No desmoldo hasta una hora antes de que lleguen los invitados, así no se te secan los bordes.
Si eres de las que te gusta pincelar cada capa con un poco de almíbar, a mi me gusta ponerle un chorrito de alcohol, algún licor o aguardiente tipo Cointreau, Kirsh, Marraskino o incluso un poco de ginebra si el bizcocho es de limón, eso me garantiza una mejor conservación (el alcohol). Ya sabes el almíbar 50% agua y azúcar.
La fruta que voy a poner dentro la dejo una hora antes espolvoreada con una cucharada de azúcar así suelta un estupendo jugito con el que luego pincelo los bizcochos como si fuera almibar.

INGREDIENTES PARA UNA TARTA DE 20 CM.

Bizcocho de piña y coco

4 Huevos L

240 g de azúcar

160 ml de aceite de girasol

200 ml de leche de coco

120 g de piña triturada

340 g de harina de trigo

3 cdtas. de polvo de hornear

Pizca de sal.

Para la crema

500 ml. de Nata líquida con un 35% o superior de materia grasa

2 cucharadas soperas colmadas de queso tipo philadelphia.

1 cucharada colmada de azúcar.

Toda la fruta que quieras y te apetezca. En esta ocasión use frutos rojos

ELABORACIÓN;

Preparamos los moldes untándolos con mantequilla.

Batimos los huevos a velocidad alta y cuando se ha convertido en una crema que ha triplicado su volumen, añadimos el azúcar y seguimos unos minutos mas.

Mientras trituramos la piña.

Agregar el aceite la leche de coco y la piña triturada.

Cuando esté todo se ha mezclado, tamizamos la harina y la levadura química, la pizca de sal y mezclamos a la velocidad más bajita de la máquina hasta que se vea homogénea.

Vertemos en los moldes yo ara esta tarta usé 3 moldes de 20 desmontables, pero puedes hacerlo solo en uno y cortar.

Una vez listos, los llevamos al horno precalentado a 180ºC con calor arriba y abajo y sin ventilador durante unos 25 minutos aproximadamente.

Sacamos del horno, los dejamos sobre una rejilla durante 10 minutos para que se enfríen un poquito y desmoldamos.

Una vez fríos, ya lo podemos rellenar. O congelar si no lo vamos utilizar el mismo día.

Para la crema solo hay que montar la nata con una cucharada de azúcar y cuando esté, añadimos el queso crema.

Ahora solo queda ir poniendo una capa de bizcocho, una de fruta, una de crema e ir repitiendo y decorar como mas te guste, en está otra del blog De flores comestibles la terminación lleva unas pequeñisimas flores.

El bizcocho es adaptado de la receta de Maria Lunarillos

Supongo que han oído hablar de www.falsariuschef.com, ese magnífico y divertido sitio donde nos enseñan a hacer recetas con latas de las que tenemos siempre por la despensa. Pues bien, esta receta no es suya, pero podría serlo tranquilamente. A mi me la dio Encarna, la dueña de la cafetería donde solía ir a desayunar. Había gente que se lo encargaba para llevar y yo le rogué durante mucho tiempo para que me pasara la receta. Cuando finalmente accedió entendí el motivo, era una receta boba. Se hace en 15 minutos y ni siquiera es necesario dejar pasar mucho tiempo para que cuaje, con un par de horas es suficiente.

Ingredientes:
1 paquete de preparado de flan para 8 flanes (Yo uso el de Mercadona)
1 tableta de chocolate negro de 150 gramos.
1 litro de nata líquida.
(si tienes mucho remordimiento puedes usar 1/2 litro de nata y 1/2 litro de leche, incluso sólo leche, y hasta leche desnatada, pero ya te digo que no será lo mismo)
Preparación:

Preparar un molde cubriendo el fondo y las paredes con el caramelo que viene junto al preparado de flan (si es falsarius es falsarius nada de hacer caramelo)

Separar una taza de nata (o leche) y disolver en ella el preparado de flan. Poner el resto de la nata en un cazo con el chocolate troceado a fuego medio removiendo continuamente hasta que el chocolate se deshaga. Añadir el preparado de flan disuelto en la nata y remover hasta que llegue a ebullición.

Pasar el preparado al molde y dejar enfriar a temperatura ambiente. Cuando esté a esa temperatura llevar al frigorífico y esperar a que esté cuajado. En unas dos horas estará, pero mejor si lo dejas toda la noche. Admite formatos individuales, o grandes como este porque se parte muy bien. Puedes servirlo con nata montada o sin nada.

Te aseguro que está delicioso y que agradecerás esta receta cuando tengas que preparar una comida o cena y no dispongas de tiempo para el postre.

¡Hasta la próxima!

Como cada año desde hace ya 9 llega el cumpleaños de Hugo y toca esperar cruzando los dedos para ver cual es la idea que tiene este años. ¡Que suerte, esta vez solo quiere a Batman Lego! Después de hacer la de Hangry Bird, la de Minecraft, la de la Guerra de la Galaxias o la de los Piratas, esta me ha parecido la tarta mas sencilla del mundo.
Hugo, lo controla todo y cuanto mas crece mas claro tiene lo que quiere. Esta vez concretó ¡Abuela, que el bizcocho sea de vainilla y por dentro con chocolate!.
Así que manos a la obra.
El bizcocho me salió muy alto, así que como a mi me gustan las capas finas en el molde de 20 me dio para 6 capas, aunque no la utilicé todas, por lo tanto si usas 22 o 23 cm te quedará perfecto y no te sobrará.
La crema como hacían unos días de calor muy grande no me quise arriesgar con nata animal y utilicé nata vegetal que tiene una vida más larga a temperatura ambiente y además cada vez estoy viendo más personas intolerantes a la lactosa y encima no dá nada de trabajo, solo batirla para montar, sin azúcar ni nada, incorporas el sabor que más te guste y listo Yo utilicé Nutella, que es uno de los sabores favoritos de los niños.
Los bizcochos los pincelé con un almíbar para que estuviese bien jugoso y luego solo cubrir con fondant. Tengo la costumbre de añadir un poquito de algún alcohol al almíbar, a esta le puse un chorrito de Kirsch que me encanta el aroma que deja a cerezas, pero puedes usar ron por ejemplo y queda también estupendo.

Como nunca puedo hacer foto del corte les muestro esta sin mucha calidad, pero donde se aprecian las capas.

BIZCOCHO DE VAINILLA molde de 20 cm sale de 11 cm de alto.

200 gr. de mantequilla
225 gr. de leche
500 harina
500 de azúcar
6 huevos L
20 gr de levadura química
1 pizca de sal
1 cucharadita de vainilla

ALMÍBAR

150 g. de azúcar
150 g. de agua
½ vaina de vainilla
chorrito de Kirsh, Ron o Marraskino (opcional)

ELABORACIÓN;

Encendemos el horno a 180º
Untamos el molde con mantequilla y espolvoreamos con harina, o si prefieres usa spray desmoldable.
La leche la pesamos y la ponemos en un vaso con la cucharada de vainilla para que se disuelva bien.
Tamizamos la harina con la levadura y la sal.
Empezamos batiendo con varillas en la batidora la mantequilla con el azúcar y cuando esté muy esponjosa y haya crecido vamos añadiendo los huevos de uno en uno, y no añadimos el siguiente hasta que el anterior esté completamente integrado.
Una vez integrados empezamos alternando de tres veces chorretón de leche y la harina alternando, pero ahora batimos a velocidad mínima.
Al horno durante 55 minutos aproximadamente.
Cuando lo sacamos del horno lo dejamos 3 minutitos antes de darle desmoldar.
Y ahora a una rejilla para que enfríe bien del todo. A menos que lo vayas a congelar para usar días más tarde. En ese caso, cuando aún le queda algo de calor ya lo envuelvo en papel de aluminio y luego film de plástico. De este modo queda mucho más jugoso cuando lo descongelamos.
Nos metemos ahora con el almíbar. Siempre usaremos partes iguales de agua y azúcar, así que si te resulta poco lo que te pongo en la receta solo tienes que hacer la cantidad que quieras respetando esa proporción. Ponemos el agua y el azúcar con el aroma que más nos guste, en este caso una vaina de vainilla, pero puedes usar canela, o cáscara de naranja, en un caderito y esperamos que hierva, dejamos al fuego hasta la completa disolución del azúcar y ya está.
La crema es la parte mas sencilla de todas. He usado una nata vegetal, que solo hay que batirla hasta que se quede montada y solida a nuestro gusto, cuanto mas la bates más dura se pone.
Añadimos Nutella a cucharadas hasta que tenga la intensidad de sabor que más te apetezca.

Para montar la tarta solo queda, cortar el bizcocho en capas, pincelar cada capa con el almíbar y rellenar con la crema, por dentro y cubrirla toda con cuidado de dejarla lo más perfecta posible, porque el fondant no cubre desperfectos.
A mi me gustan capas bien abundantes de crema, de esta manera resulta una tarta bien jugosa y alejada de ese estigma que tienen las tartas de fondant donde las acusan de ser secas y duras.
Te garantizo que eso solo depende del trabajo que te tomes almibarando y haciendo abundante crema.
Ya solo queda cubrir con una capa de fondant lo mas fina posible y decorar a tu gusto.

Una ciudad nostálgica y hermosa como Lisboa, que he visitado ya unas cuantas veces tiene, además de los famosos pasteles de Belén, otras lindezas para golosos y golosas. Una de ellas es este brazo de naranja, que desde la primera visita veía en todos los expositores de postres de los restaurantes, en cafeterias y pastelerías. Curiosa receta mezcla de bizcocho y flan, que al leerla pensarás que están mal los ingredientes, porque algo falla en las proporciones. Pero no, te aseguro que es así, y que cuaja perfectamente. A mi me ha gustado bien frío, aunque he leído en algunos sitios que también se puede tomar tibio. Una receta apropiada para empezar el otoño con esas naranjas nuevas y ácidas que encontramos ahora. Rico y fácil no te digo más, lee, lee.

Ingredientes:
8 huevos
Zumo (200 ml) y ralladura de dos naranjas grandes o tres pequeñas
280 gramos de azúcar común
1 cucharada colmada de harina de trigo
80 gramos de mantequilla.
Algo más de mantequilla para el cubrir el molde.

He usado una bandeja plana de 30 x 35 cm de forma rectangular. Si es algo menor creo que es mejor porque saldrá un rollo más gordito.

Comenzamos precalentando el horno a 180 grados.

A continuación preparamos el molde untándolo con mantequilla. Ponemos encima papel de horno y volvemos a cubrir con mantequilla.

Rallamos las dos naranjas y exprimimos hasta obtener 200 ml de zumo. (Yo he desechado el resto por si me pasaba e influía en el cuajado de la masa)

Derretimos la mantequilla en el microondas sin pasarnos de calor. Unos 20 o 30 segundos a temperatura 80º será suficiente.

En un bol amplio batimos los huevos con la ralladura de naranja y el azúcar hasta que blanquee. A continuación añadimos la harina, la mantequilla y el zumo y seguimos batiendo bien hasta integrar.

Pasamos nuestra mezcla a la bandeja con cuidado porque resulta muy líquida. Es mejor poner la bandeja de la mezcla sobre la rejilla o bandeja del horno antes de verterla para facilitar el traslado al horno sin que se derrame.

Horneamos a 180º unos 25 minutos. Tienes que ver la superficie doradita.

Mientras se hornea prepara un paño de cocina limpio y liso y extiéndelo en la encimera o la mesa espolvoreándolo con azúcar abundantemente.

Cuando nuestro brazo esté horneado lo sacamos y lo dejamos templar unos 10 0 15 minutos. Pasado ese tiempo lo volcamos sobre el paño con azúcar de tal forma que la parte dorada quede pegada al paño con azúcar.

Empiezas a enrollar el brazo desde la parte más ancha, suavemente y ayudándote del paño hasta formar el brazo.

Recortamos los bordes y podemos usar esos recortes para decorarlo. Y ya lo tenemos.

En el momento de servir podemos añadir canela molida.

Esta receta es un clásico y la he visto con poca variación en muchos sitios. No obstante citaré el blog amigo de Recetas de Macumani porque sus explicaciones me convencieron para arriesgarme. Puedes ver el suyo aquí
Espero que te guste,
¡Hasta la próxima!

Me mira de frente y dice....¡Madre!, ¿como era aquella tarta de queso que hacías cuando éramos chicos? ...era tanto lo que me gustaba que me levantaba de madrugada para ir a la cocina a comer un trozo. ¿Tu crees que nos sabría igual ahora?.

No tenía ni idea de que mi hijo devoraba tarta de queso durante la noche, como siempre fue delgado, nada me hacía sospechar.
Estar tarta era mucho antes de que se pusieran de modas y pasaran a llamarse cheescake incluso por los que somos de habla hispana. Era una sencilla tarta de queso hecha con quesistos y yogurt y algo de queso philadelphia.
Enseguida me puse a buscar la receta. Hacía mas de 20 años que no ha había vuelto a hacer, pero en cuanto me puse manos a la obra el olor de la cocina me recordaba a las tardes en invierno cuando mis hijos eran chiquititos y llegaban del cole.

La receta me la dio una compañera de la oficina hace mas de 25 años y desde el primer día que se las hice se convirtió en la tarta de queso favorita de mi hijo.

Es muy sencilla de hacer y no ensucias nada. Y puedes hacerlo con cualquier batidora de andar por casa, nada de robots importantes ni mucho trabajo montando punto de nieve.

Queda bajita, a menos que prefieras una tarta mas alta que puedes duplicar las cantidades de la mezcla de queso.

La cantidad de mantequilla y canela es un poco a ojo, la mantequilla la suficiente para que no se te queden las galletas muy sueltas y la canela al gusto. Yo he puestos cantidades, para aquellas personas a las que le resulta muy difícil trabajar a ojo.

Han transcurrido cerca 30 años desde la primera vez que la hice, y sigue estando igual de rica.

Ingredientes:

Para la base:

1 paquete galletas María

1/2 paquete de Mantequilla

½ cucharadita de canela en polvo

100 gr nueces

Se trituran las galletas, se añade la mantequilla derretida, la canela y las nueces picadas, si te gusta que tenga tropezones, si no, las trituras con las galletas. Se echa la mezcla en el molde y se aplasta con una cuchara, o con las manos hasta ajustarla bien fondo del molde.

Para la crema:

4 huevos

3 yogures naturales

5 porciones de quesitos que en mi caso me encanta como queda con "La vaca que ríe"

1 tarrina de queso de crema

1 taza de azúcar

1 chorrito de vainilla (opcional, pero le da un toque)

Se mezcla todo y se vierte encima de la base, con cuidado para que no se te levante.

Al horno, aproximadamente, de 45 minutos a 1 hora, hasta que pinches y salga limpio el cuchillo o un picho de madera.
Dejas enfriar sin desmoldar y cuando esté tibia ya puedes quitar el molde.

Esta es una adaptación que hice de unos deliciosos muffins de arándanos que había visto en el Rincón de Bea. En este caso simplemente se han sustituido los arándanos por fresas cortadas en trocitos del tamaño de un arándano aproximadamente. Es una versión muy rica. Las fresas, al igual que los arándanos, aportan también un poco de acidez al dulzor de estos muffins. El resultado no es nada empalagoso porque están justitos de azúcar.

Ingredientes: (para 10/12 muffins)

100 gramos de mantequilla sin sal

185 gramos de azúcar

2 huevos grandes

360 gramos de harina

4 cucharaditas de levadura química (polvo de hornear tipo Royal)

1/2 cucharadita de sal

250 ml. de leche

1 cucharadita de pasta de vainilla

185 gramos de fresas frescas cortadas en dados pequeños

Preparación:

Precalentar el horno a 190 grados Cº. Puedes usar una bandeja con huecos para magdalenas o flaneras metálicas. Poner un papelito en cada uno de los huecos y reservar. No es necesario poner mantequilla ni spray desmoldante.

Batimos la mantequilla con el azúcar hasta conseguir una crema suave y esponjosa. (Si utilizas amasadora con la pala). Añadimos los huevos de uno en uno y seguimos batiendo a velocidad baja, esperando que se integre el anterior antes de seguir con el siguiente.

En un bol aparte tamizamos la harina, la levadura y la sal y en una jarrita disolvemos la vainilla en la leche. Vamos añadiendo a la batida de huevos y mantequilla un tercio de la harina aproximadamente, batimos sólo hasta integrar, la mitad de la leche, seguimos batiendo, otro tercio de harina, la otra mitad de la leche y por último el tercio de harina que queda. Todo esto de forma aproximada, a ojo, sin que sea necesario medir ni pesar.

Finalmente añadimos las fresas y, suavemente con movimientos envolventes y ayudándonos de una pala los integramos.

Ahora puedes poner la mezcla en los papelitos llenándolos hasta 1/3 de su capacidad aproximadamente (que falte un dedo para llegar al borde), a cucharadas o, como a mi me gusta, poniendo la masa en una manga pastelera grande y cortando el orificio del tamaño suficiente para que que salgan los trozos de fresas.

Horneamos 20 o 25 minutos hasta que estén dorados o hasta que al pinchar salga el palito seco.

Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla. Ya fríos puedes espolvorear con azúcar glas.

¡Disfruten del otoño!, los que tengan otoño.. por aquí seguimos con muchísimo calor.
¡Hasta la próxima!

Jugoso bizcocho con nueces, dátiles, naranja y vainilla.

Me gusta tener en casa siempre que puedo algo rico para el desayuno, sobre todo los fines de semana, así que con la gran variedad de queques y bizcochos que hay no tengo problemas para tener sobre la mesa cientos de sabores diferentes para la mañana. Este queda bastante jugosito porque lleva un vaso de zumo de naranja, que yo puse recien exprimido pero la receta original no decía nada de si era de bote, asi que cada una que decida como mejor le vaya. El aceite utilicé de girasol, pero puedes usar oliva suave, maiz o cualquier otro que no tenga un sabor demasiado intenso.

Ya se que nosotros usamos los gramos, pero no quise alterar demasiado la receta para no llevarme sorpresas Muchas veces las convierto a gramos y luego el resultado no es el mismo, así que me he comprado un juego de cacharritos de esos que miden por tazas y de este modo siempre que me encuentro recetas americanas o inglesas que suelen usar las tazas en vez de los gramos no ando calculando.

Lo que sí sustituí fue media taza de harina de trigo por gofio Canario (harina de maíz tostada). Llevaba unos días con ganas de hacer alguna receta con aroma de gofio, así que me atreví y me gustó mucho, pero entiendo que te puede complicar la vida encontrarlo si no vives en las Islas y por eso pongo la receta original y si quieres la adaptas al gofio como yo hice.

INGREDIENTES
2 tazas de harina (yo sustituí media taza de harina por gofio)
1 taza de azúcar
1 ½ cucharaditas de levadura en polvo
½ cucharadita de bicarbonato
2 huevos
1 taza de jugo de naranja
½ taza de aceite de sabor suave
1 cucharadita de extracto de vainilla
½ taza de dátiles
½ taza de nueces

PREPARACIÓN
Encendemos el horno a 180º.
Picamos las nueces y los dátiles.
Untamos con mantequilla y espolvoremos harina al molde que vayamos a utilizas.
En un recipiente tamizamos y mezclamos juntos la harina, el azúcar, el polvo de hornear, y el bicarbonato.
Apartamos.
En otro mezclamos los huevos que batiremos como para tortilla, el jugo de naranja, el aceite y la vainilla.
Ahora añadimos la mezcla de harina a los ingredientes húmedos y removemos hasta tener una mezcla homogénea sin batir demasiado
Agregue los dátiles y las nueces hasta que estén bien incorporadas.
Vertemosla mezcla en el molde y hornear durante 40 o hasta que un palillo insertado en el centro sale limpio.
Dejar reposar durante 15 minutos antes de desmoldar.
Dejar enfriar sobre una rejilla.

Un bizcocho delicioso para desayunar, con nueces, dátiles, naranja y vainilla

Receta adaptada de Katerina Petrovska

Son muy propios de Semana Santa, pero también se toman en muchos sitios el día de Todos los Santos, y es un clásico de la repostería española. Los encontramos en muchísimas zonas de nuestro país y, en cada ciudad importante, hay una pastelería especialista que los borda, para que los incondicionales puedan ir a por ellos todo el año. Son los buñuelos de crema.

Hoy pondremos la receta de la masa. Para la crema pastelera puedes usar la que prefieras. También puedes rellenarlos de nata montada o crema de chocolate (normalmente nata chocolateada).

Ingredientes:

125 gramos de harina

4 huevos

30 gramos de mantequilla

40 gramos de azúcar

250 ml de agua

1 cucharadita de pasta de vainilla o extracto de vainilla

Piel de medio limón rallada

Una pizca de sal

Aceite de oliva suave o girasol para freir

Azúcar glas para espolvorear.

Preparación:

Ponemos en un cazo al fuego el agua, la mantequilla, el azúcar, la ralladura de limón, y la sal. Lo ponemos al fuego hasta que rompa a hervir.

Añadimos la harina de golpe sin retirar del fuego y removemos, preferentemente con una cuchara de palo, hasta que se desprenda la masa de las paredes del cazo.

Retiramos del fuego, dejamos que se enfríe un poco y vamos incorporando los huevos de uno en uno. No añadiremos el siguiente hasta que el anterior esté bien integrado en la masa.

Cuando esté integrado el último dejamos reposar la masa 1 o 2 horas.

En el momento de freírlos ponemos abundante aceite en una sartén, y llevamos al fuego a temperatura suave. Vamos depositando cucharaditas de masa poco a poco. Veremos como se inflan por lo que necesitan tener espacio en la sartén. Cuando estén dorados por un lado les damos la vuelta. Y, cuando estén por ambos lados vamos sacando y poniendo en un plato con una servilleta absorbente.

Al enfriar verás que se desinflan un poco. No importa, en ese hueco es donde irá el relleno y volverán a inflarse.

Para rellenarlos ponemos nuestra crema o nata en una manga pastelera y le añadimos una boquilla de cánula. Vamos de uno en uno haciendo un pequeño orificio y rellenando con cuidado para que no exploten.

Cuando estén todos espolvoreamos el azúcar glas.

¡Deliciosos!

¡Hasta la próxima!

Tiernos bollos rellenos de canela y azúcar moreno para el desayuno

Confieso que hasta ahora no me había atrevido con ellos por miedo. Si, estaba segura que eso de la levadura y las masas que crecen no sería lo mío y había huido de este tipo de recetas como gato espantado por el agua. Pero ahora estoy encantada de haberme atrevido, porque a pesar del tremendo calor que hacía en casa el dia que los hice, de mi falta de experiencia y de todos mis miedos quedaron fantásticos. Me encantaron tanto que en estos últimos meses los he repetido varias veces.

Antes me había mirado todas las recetas que encontraba, para no tener que usar la levadura fresca porque tiene un saborcillo que no me termina de gustar, así que una vez seleccionada las que van con levadura de panadero, pero de sobre, solo me quedó seleccionar la más sencilla. Luego cogí un poco de una y otro poco de otras, por ejemplo; le puse un glaseado hecho con nata y azúcar glas por encima.

Tiernos bollos rellenos de azúcar moreno, canela y mantequilla

INGREDIENTES
1 sobre de levadura de panadería
80 gr. azúcar
200 ml. leche
1 huevo
80 gr. mantequilla sin sal
1 cucharadita de sal
500 gr. harina

Para el relleno
65 gr. mantequilla
35 gr. azúcar
2 cucharadas colmadas de canela molida

Para pintar:
1 huevo

Para el glaseado (optativo)
3 tazas de azúcar azúcar glas
6 cucharadas de leche o crema de leche
unas gotitas de limón

PREPARACIÓN
Calentamos la leche a 37º (que cuando metamos el dedo no queme).
Derretimos la mantequilla.
En un bol (yo lo puse en el vaso de la Kitchen Aid) ponemos la leche y añadimos la levadura removemos y añadimos la mantequilla derretida que habremos fundido en el microondas, el huevo entero, la harina tamizada, el azúcar, y la sal.
Ponemos el gancho de amasar y a velocidad baja hasta que al tocarla ya no se nos pegue a las manos es el punto perfecto.
Ahora tapamos con un paño y dejamos que suba, por lo menos una hora.
Ahora ya podemos estirar sobre una superficie enharinada y le damos forma de rectángulo.
Mezclamos la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar y la canela y esparcimos por toda la superficie del rectángulo.
Enrollamos sobre si misma como un brazo de gitano
Con un cuchillo cortando porciones de 2 o 3 cm. que pondremos en la bandeja del horno, cubierta con papel de hornear; tapamos de nuevo y dejamos que vuelva a subir la masa durante, al menos 1 hora más.
Antes de hornear lo pincelamos con el huevo batido como para tortilla, es solo para dar colorcito.
Yo lo que hice fue meterlo en la nevera toda la noche porque los quería calentitos para el desayuno.
Ahora al horno durante unos 15 minutos.
Una vez doraditos, los sacamos y dejamos enfriar.
Si has decidido glasearlo, debes esperar a que esté frío del todo.

Solo tenemos que mezclar la nata con el azúcar glas y unas gotas de limón y verter por encima de tus bollitos.

Tiernos bollos glaseados con azúcar rellenos de canela y azúcar moreno

A mi me gusta tanto el turrón de jijona que casi me da pena usarlo para cualquier receta. Pero no me resisto a probar todas las recetas que encuentro que pongan "de turrón". En esta ocasión es un simple bizcocho, que queda riquísimo, aunque también adelanto que no es que sepa exactamente como el turrón, tiene un sabor muy suave a almendra y miel. Como lo hice para un regalo no he podido fotografiar el corte pero doy fe que queda esponjoso. Con las cantidades que se citan hice dos bizcochos como el de la fotografía.

Ingredientes:

5 huevos

200 gramos de azúcar

300 ml de nata líquida

270 gramos de harina de repostería

12 gramos de levadura tipo Royal

150 gramos de turrón de jijona

Una pizca de sal

Preparación:

Precalentamos el horno a 180 grados (en mi caso). Ponemos la función calor arriba y abajo.

Preparamos nuestro molde. En este caso se usaron dos moldes desechables de cartón decorado no muy grandes. Una advertencia sobre este tipo de moldes: para que no se abran con la cocción es conveniente meter este molde dentro de otro molde fijo tradicional, de la misma forma que ponemos nuestras cápsulas de magdalena dentro del recipiente metálico para hornearlas.

Separamos las claras de las yemas y ponemos estas últimas en un bol junto al azúcar y batimos con ayuda de unas varillas hasta que esté la mezcla blanquecina. Añadimos la nata y seguimos batiendo. Añadimos el turrón que previamente hemos desmenuzado lo más posible.

Por otra parte tamizamos la harina y la levadura y la añadimos a la mezcla anterior con movimientos envolventes.

Montamos las claras a punto de nieve con la sal y cuando estén bien firmes las añadimos poco a poco a la preparación anterior e integramos con delicadeza para que no se baje la mezcla.

Horneamos durante unos 45 minutos, si haces un sólo bizcocho, si lo divides en dos como yo, unos 30 o 35 minutos.

Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre rejilla. Si usas un molde tradicional a los 10 minutos puedes desmoldarlo. En este caso se presenta en el mismo molde en el que se hornea.

Esta receta la vi en Webos Fritos.
¡Hasta la próxima!

Con crema pastelera por dentro y cubierto de masa quebrada fina

Si eres de las personas que aprecian las recetas y sabores clásicos, este será tu pastel favorito. Crema pastelera y una masa del estilo de la masa quebrada, pero más delicada y fina. La verdad es que yo le hubiese puesto canela en lugar de vainilla porque soy una amante de la canela y la cascarita de limón, pero como quise respetar la receta original, me contuve. Me tocaba preparar un postre para personas amantes de los sabores clásicos, tipo vainilla, crema pastelera, turrón, merengues y esos que de niña estaban todas las pastelerías, así que nada más tradicional que el pastel vasco que sinceramente los autores no se ponen de acuerdo en el origen, pero más de 200 años seguro.

Me vino bien esta receta porque la puedes preparar el dia antes y así estar más despejada si tienes invitados y muchas cosas que preparar, pero confieso que me confundí en el momento, no era un pastel para un postre, es como para una merienda con una taza de café o una infusión. Y dicho esto aquí va la receta, que aunque parece engorrosa realmente no lo es tanto.

INGREDIENTES

150 gr de mantequilla
120 gr de azúcar
Un huevo y dos yemas
270 gr de harina
Una cucharadita de polvos de hornear (levadura royal)

Para la crema pastelera

375 ml de leche
5 yemas de huevo
65 gr de azúcar
30 gr de harina
1 cucharada de maicena
1 vaina de vainilla o en su defecto azúcar avainillada o una cucharadita de vainilla en pasta.
3 o cuatro cucharadas de mermelada de cereza casera o de bote con muchos trozos de cerezas grandotes.

Con crema pastelera dentro y masa quebrada por encima, perfecto para merendar

PREPARACIÓN

Empezamos con la crema pastelera, que si prefieres puedes hacerla el dia antes.
Ponemos a calentar la leche con la vainilla, y cuando veamos que empieza a hervir retiramos y reservamos.
En otro cuenco batimos las yemas con el azúcar hasta que blanquee y se vuelva esponjosa.
Añadimos a las yemas la harina y la maicena tamizadas y mezclamos bien.
Incorporamos la leche a la mezcla y removemos y ponemos al fuego sin parar de remover hasta que vuelva a hervir y espese.
Apartamos del fuego y cubrimos con papel film tocando la superficie para que no forme capa, esperando a que enfríe por completo y luego metemos en la nevera.
Para la masa, batimos la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar hasta que se quede muy cremosa y esponjosa.
Añadimos huevos poco a poco y las yemas y batimos.
Incorporamos la harina y la levadura. Mezclamos bien, preferentemente con máquina a la que pondremos el gancho. Es una masa bastante pegajosa y con las manos se nos puede hacer francamente incómodo. Cuando esté bien mezclada, dividimos la masa en dos trozos, uno mas grande con 2/3 de la masa y otro más pequeño con 1/3 de la masa.
Ponemos el primer trozo sobre un papel de horno y encima otra hoja de papel, estiramos con el rodillo formando una base que luego cubrirá el fondo de nuestro molde y los bordes. Hacemos lo mismo con el otro trozo de masa que luego nos servirá para cubrir la tarta, por eso es algo menor, no Llevamos a la nevera al menos una hora yo la dejé toda una mañana. Tiene que estar bien fría para poder manipularla bien.
Ahora ya engrasamos un molde desmontable redondo de 20-22 cm.
Extendemos nuestro circulo mas grande de masa con un rodillo y cubrimos el molde, base y paredes Hay que hacer bordes bien altos.
Encendemos el horno a 180ºC.
Cuando tengamos cubierta la base del molde, rellenamos con la crema pastelera.
Ahora ponemos una capa de mermelada.
Sacamos el resto de la masa y una vez extendida cubrimos el pastel con el disco y pellizcamos los bordes cosiendo la masa del borde con la tapa para que quede bien selladita.
Recortamos el borde sobrante.
Pincelamos la superficie con una de las claras que nos han sobrado y al horno durante unos 40 minutos.
Sacamos el horno y dejamos enfriar antes de desmoldar.
Una vez fría decoramos como más nos guste, yo hice unas rayas con un tenedor y al ser un postre vasco lo habitual es dibujar sobre el pastel un lauburu típico de la zona.
Una vez frío conservamos en la nevera, pero sacamos 20 minutos antes de servir.

Pastel perfecto para merienda, con crema pastelera y masa quebrada

PARA FRANDO

Siete años preciosos ha cumplido nuestro Frando. No vamos a volver a repetir lo tremendo que es sentir que el tiempo pasa volando. Hemos seguido sus inquietudes año a año desde que cumplió dos. Aquí puedes ver sus tartas anteriores, excepto la tarta de su segundo cumple que era de Pocoyó y yo no tenía aún un blog: tres años, cuatro años, cinco años, seis años...

Este año está como loco con el skate, las patinetas dobles y todo lo relacionado, así que el motivo elegido no era un problema. Optamos también por decorar la base de corcho a juego con la tarta para conseguir un efecto mayor sin necesidad de hacer una tarta gigante. En esto conté con la ayuda inestimable de mi hermana Rosa que se encargó de la base.

El resto de la decoración de la tarta se compone de las figuras y patinetes de fondant y la cubierta formada por fondant (los ladrillos) y papel de azúcar (las siluetas y las pintadas). Las dos mini pistas se hicieron con los recortes de la pista principal.

Por dentro, aunque no dispongo de fotos del corte se usaron tres sencillos bizcochos de yogur. Uno de vainilla, otro de chocolate y el tercero marmolado. Puedes ver los bizcochos preparados en la última fotografía.

Y, como crema de relleno se usaron dos tipos, un ganaché de chocolate con leche y una crema de naranja hecha con nata vegetal y pasta de naranja.

Ingredientes:

Para cada bizcocho:
3 huevos
1 yogur natural (usar el envase del yogur para medir el resto de los ingredientes)
1 vaso de aceite de girasol (o de oliva suave)
2 vasos de yogur de azúcar
3 vasos de yogur de harina
1 sobre de levadura royal
1 pizca de sal
1 cucharada de pasta de vainilla.

(Para el bizcocho de chocolate se sustituye 1 vaso de harina por un 1 vaso de cacao en polvo)
(Para el bizcocho marmolado se divide la masa en dos partes y a una de ellas se le añaden dos cucharadas soperas de cacao en polvo y se restan de harina y una cucharadita de café soluble)

Para el ganaché de chocolate con leche:
300 ml. de nata (35% mínimo de materia grasa)
450 gramos de chocolate con leche.

Para la crema de naranja:
300 ml de nata vegetal (Puratos)
1 cucharada de pasta de naranja (Home Chef)

Preparación:

Precalentamos el horno a 180 grados. Preparamos nuestros moldes con spray antiadherente, aceite o mantequilla y un poco de harina. Separamos las claras de las yemas.

En un bol (en este caso en el de nuestra amasadora) ponemos el azúcar y el aceite y batimos bien hasta que se deshaga (con las varillas y a alta velocidad). Añadimos las yemas de los huevos y seguimos batiendo. Añadimos el yogur y la vainilla y batimos un poco más.

En un cuenco aparte montamos las claras a punto de nieve, con una pizca de sal.

Tamizamos la harina junto con la levadura. (En este punto añadiremos el cacao y la media cucharadita de café soluble a las masas de chocolate)

Quitamos el accesorio de varillas y ponemos la pala. Añadimos la harina de dos o tres veces batiendo a muy baja velocidad.(O la harina y el cacao en los casos de los bizcochos de chocolate)

Paramos la amasadora y con una espátula de silicona añadimos las claras integrando delicadamente.

Pasamos nuestra preparación al molde y horneamos unos 35 o 40 minutos. Pinchar con una brocheta para ver si está cocinado. Sacamos del horno y esperamos unos 15 minutos antes de desmoldar.

Para el bizcocho marmolado podemos preparar una única masa y cuando esté finalizada separamos la preparación en dos partes y a una de ellas le añadimos las 2 cucharadas de cacao en polvo.

Para preparar el ganaché ponemos la nata en un cazo y cuando esté a punto de hervir añadimos el chocolate troceado o rallado y removemos bien hasta que se disuelva. Dejamos enfriar hasta que esté a temperatura ambiente y lo reservamos en la nevera unas horas (o toda la noche si lo haces el día anterior). En el momento de usarlo lo sacamos de la nevera para que se atempere una media hora y después lo montamos con las varillas de la batidora.

Para la crema de naranja montamos la nata vegetal que ha de estar bien fría con las varillas y cuando veamos que tiene la consistencia que nos gusta añadimos la pasta de fruta y seguimos batiendo hasta que se integre. (Esta nata se espesa con el tiempo de batido, cuando más tiempo batas mayor consistencia adquiere).

Montaje:

En la bandeja de presentación vamos colocando los bizcochos cortados de forma rectangular alternando los sabores: vainilla, marmolado, chocolate... con las cremas ganaché o naranja... hasta que obtengamos una tarta del tamaño que nos venga bien para nuestro motivo. Una vez montado este rectángulo dejamos enfriar bien en la nevera antes de cortar la curva de la pista de skate.

Cortamos con un buen cuchillo pastelero la curva que nos servirá para confeccionar las dos pequeñas pistas que acompañan el parque de skate.

Mis felicidades a Frando desde aquí, que no caducan, y a la espera del motivo del próximo año.
Espero haber dado una idea a madres o tías en apuros para niños aficcionados como locos al skate.
¡Hasta la próxima!

Unas pastitas o galletas estupendas para acompañar un cafecito o una simple infusión, o incluso para que los niños se las lleven al cole. Sencillas de hacer con pocos ingredientes y el resultado es estupendo.
El secreto está en no escatimar en una buena mantequilla que yo utilizo siempre con sal y juntar todos los ingredientes para luego meter al horno, nada más. ¡Ves que fácil!

INGREDIENTES

60 gr. de avellanas normales tostadas, con la piel.
100 gr. de harina normal
100 gr. de harina integral
1 huevo
80 g de azúcar
100 g de mantequilla fría recién sacada de la nevera
8 g de polvos de hornear

Huevo batido
Avellanas
Azúcar

PREPARACIÓN

Precalentamos el horno a 180º.
Picamos las avellanas bien, hasta triturarlas casi como si fuese harina integral
Añadimos todos los demás ingredientes y amasamos con las manos o si tienes un robot de cocina hasta que esté todo homogéneo.
Preparamos una bandeja de horno con papel de hornear.
Hacemos bolitas y las vamos poniendo en la bandeja de horno dejando un poco de espacio entre cada una de ellas.
Las decoramos con una avellana, pintamos con huevo batido y espolvoreamos un poco de azúcar.
Al horno a 180º durante 30 minutos aproximadamente, hasta que veas que están doraditas. No tengas miedo de aumentar el tiempo si te parece que aún están crudas, porque cada horno es un mundo.
Las sacamos con cuidado para que no se rompan y aunque te parezcan tiernas se volverán crujientes en cuanto las dejemos enfriar en una rejilla.
Una vez frías se te conservarán divinamente en un tarro de cristal o una lata.

Hoy toca una clásica tarta de esas que gustan a todo el mundo y que te garantiza contentarlos. Además es sencilla pero puedes simplificarla aún mas comprando la masa quebrada o pasta brisa en la sección de refrigerados de tu supermercado.

No suelo usar la Thermomix en repostería porque no me gusta ni como deja las claras a punto de nieve ni como monta la nata, pero reconozco que para hacer masas es perfecta y para las cremas nos evita que se quemen y tener que estar pendiente revolviendo. Así que en esta ocasión he recurrido a la maquinita y la tienes terminada en un momento.

INGREDIENTES:

Para la masa quebrada:

200 gr. harina

100 gr. mantequilla

1 huevo

1 cucharadita azúcar

1 pellizco de sal

Crema Pastelera:

500 gr. leche

50 gr. maicena

100 gr. azúcar

1 cucharadita azúcar avainillada

3 huevos

1 chorrito de ron añejo (amarillo)

Cobertura de manzana:

3 manzanas

mermelada de albaricoque

Ponemos todos los ingredientes de la masa quebrada en el vaso en el orden en que se detallan y 15 segundos vel. 4.

Sacar la masa del vaso amasarla un poquito con las manos para eliminar el granulado. Extender para luego colocarla en el molde. Pínchar con un tenedor el fondo y métela en el horno precalentado a 180ª durante 15 minutos. Mientras y sin lavar el vaso echa todos los ingredientes de la crema pastelera y programas 6 minutos/vel. 6/100º.

Vamos cortando las manzanas en lascas finas, las ponemos en un bol y la rociamos con zumo de limón para que no se pongan obscuras.

Dejamos enfriar la crema pastelera y la vertemos sobre la base de masa quebrada que hemos horneado. Ahora ponemos las manzanas y al horno con calor fuerte hasta que queden doraditas.

Cuando ya esté la sacamos y pincelamos con la mermelada. Este paso es solo para darle brillo, así que podemos usar la mermelada de otro sabor que queramos.

Postre fácil de cuchara, con café y bizcochitos

No pretendo en ningún momento hacer una réplica del originario postre, solo una copia adaptada a los gustos de casa y los ingredientes de fácil acceso. Le falta los huevos, me suelo resistir a hacer postres con huevo crudo, le tengo miedo sobre todo cuando se que voy a hacer cantidades grandes y que es muy posible que sobre y vaya a estar un par de días en la nevera. Pero ya verás que no tiene nada que envidiar al auténtico. Es un postre muy sencillo y que puedes hacer de un dia para otro, aligerando así el trabajo cuando tienes invitados en casa.

INGREDIENTES

30 bizcochos de soletilla
250 g de queso mascarpone
2 cucharadas de azúcar
200 ml de café expresso bien fuerte
150 g de nata líquida para montar
Cacao en polvo sin azúcar
40 ml de licor un licor de almendras, yo utilicé amaretto
Una cucharada de vainilla

PREPARACIÓN:

Hacemos un café bien cargado. Dejamos enfriar
Montamos la nata con el azúcar.
Batimos el queso mascarpone con la vainilla e incorporamos a la nata montada, apartamos.
Mezclamos en un plato hondo el café con el licor amaretto y vamos pasando por él cada bizcochito humedeciendolo bien por ambas caras.
Colocamos los bizcochos en filas en la base de la bandeja y vertemos encima la crema de mascarpone.
Ponemos otra capa de bizcochos mojados con licor y el café.
Y otra de crema de mascarpone.
Ahora es el momento de dejar volar la imaginación decorar como quieras pero siempre espolvoreando con mucho cacao amargo en polvo.

Postre de cuchara cremoso con café y licor de almendras

Hace unos días mi suegra cumplió 90 años. Hemos compartido esta alegría con toda la familia de manera muy especial y, como queríamos destacar especialmente la cifra, los 90, se nos ocurrió preparar esta tarta que tan de moda se ha puesto entre los aficionados a la repostería de todo el mundo.

Al parecer, la idea original es de una bloguera de Israel que la compartió en las redes sociales y a partir de ese momento han aparecido versiones con mil formas. Todas ellas tienen en común una base de galleta, masa quebrada o sablé, una crema que se coloca con manga pastelera en forma de montoncitos, así como los adornos de muchos colores, especialmente con flores y frutas y reproduciendo números o letras de gran tamaño.

En nuestro caso hemos preparado una masa sablé con almendra molida y le hemos puesto una capa de crema de limón y merengue italiano, emulando la famosa tarta de limón y merengue que tanto nos gusta. Esta idea la vi en www.ponquecitosandcakes, aunque he usado mi propia receta de sablé, crema de limón y merengue italiano.

Ingredientes:
Para la masa sablé:
200 gramos de mantequilla en pomada
100 gramos de azúcar glas
2 huevos
360 gramos de harina de repostería
30 gramos de almendra molida
Para la crema de limón:
200 gramos de azúcar
100 gramos de mantequilla
4 huevos
4 limones
Para el merengue italiano:
400 gramos de azúcar(300 +100)
1 vaso de agua
4 claras
Para adornar:
Flores ecológicas y comestibles (En este caso regalo de Victoria. Mirad su otro blog: http://deflorescomestibles.blogspot.com.es/)
Frutos rojos: fresas, frambuesas, moras, arándanos y grosellas.
Corazones de sablé (hechos con los recortes de la masa)
Trufitas de chocolate.

Preparación:

Comenzamos imprimiendo nuestros números en el tamaño que queramos o bien dibujándolos a mano alzada en papel de horno como en mi caso. Debe ser una tipografía gruesa para que no se partan después tus galletas. Recortamos la silueta de los números y reservamos.

Para la masa sablé:

Precalentamos el horno a 180 grados centígrados. Colocamos en el recipiente de nuestro robot o batidora la mantequilla en pomada y el azúcar glas tamizado y batimos preferiblemente con pala un par de minutos. Después añadimos los huevos ligeramente batidos y continuamos cremando un par de minutos más a velocidad media. Añadimos el polvo de almendra y seguimos batiendo con la pala unos segundos. Finalmente agregamos la harina tamizada y a velocidad muy baja con la pala seguimos mezclando hasta formar una bola. Si resulta una masa muy pegajosa podría añadirse unas cucharadas más de harina, pero muy poco a poco, aunque es preferible no tener que hacerlo.

Estiramos esta masa entre dos papeles de horno dejando un grosor de un centímetro o un centímetro aproximadamente y la enfriamos en la nevera una media hora. Sacamos, quitamos el papel superior, colocamos nuestro número sobre la masa y recortamos con la punta de un cuchillo o con un cutex de repostería siguiendo nuestro molde. Retiramos los restos y dejamos el número en el papel de horno donde hemos estirado la masa. Ponemos sobre una bandeja para que no se deforme y guardamos en la nevera hasta el momento de hornear. Unimos los restos, volvemos a estirar y cortamos nuestro segundo número. Repetimos toda la operación con los otros dos números, ya que haremos dos iguales de cada uno que formarán los pisos. Horneamos entre 12 y 15 minutos a 180 grados, vigilamos el horno y desde que los bordes empiezan a estar dorados se retira. Son muy delicadas de manipular y se rompen con facilidad por lo que para pasarla a la rejilla de enfriar no debemos quitarla del papel de horno sino poner la rejilla a la altura de la bandeja donde hemos horneado y ayudándonos con una pala ancha o pala de tartas mover a la rejilla con papel incluido.

Para la preparación de la crema de limón (hemos usado Thermomix):

Rallar la piel de dos de los limones y exprimir los cuatro limones. Colar el zumo y reservar. Poner el azúcar en el vaso de la TMX y pulverizar a máxima velocidad durante 5 segundos aproximadamente. Añadir la ralladura de limón y volver a pulverizar otros 20 segundos a la misma velocidad. Añadir el zumo de limón, la mantequilla y los huevos y batir unos segundos a velocidad 3 para que se mezclen los ingredientes. Programar 10 minutos a 80 grados, velocidad 2. Pasado ese tiempo comprobar que tiene consistencia como de una crema pastelera, si no es así se programan 3 minutos más. Cuando enfría espesa aún más. Volcar en un bol y poner un film pegado a la superficie hasta que enfríe. Mejor que esté unas cuantas horas en la nevera antes de su uso.

Para el merengue italiano:

Ponemos en el bol de la batidora, amasadora, o lo que vayas a usar, las claras y comenzamos a batirlas a velocidad media. Mientras tanto, (es bueno tener una batidora que no requiera mantenerla con la mano), ponemos en un cazo 300 gramos de azúcar (reservar 100), y el vaso de agua, sin remover dejamos que el agua y el azúcar lleguen al punto de bola-medio, o a alcanzar los 120º si dispones de termómetro. El truco para comprobar el punto del almíbar es meter una espumadera y soplar por los agujeros con cuidado, cuando salgan pompas como las de jabón, ya estará listo. No perdemos de vista mientras tanto las claras, y cuando estén medio montadas le añadimos los 100 gramos de azúcar que habíamos reservado en forma de lluvia, despacio. Una vez que el almíbar alcance su punto, lo vamos añadiendo al bol de las claras, sin detener la máquina en forma de hilo, poco a poco, hasta finalizar, aumentamos la velocidad y dejamos batiendo 10 o 12 minutos más. Hasta que al tocar el bol esté casi frío. Opcionalmente puede añadirse un poco de zumo de limón o unas gotas de esencia de vainilla para aromatizarlo.

Montaje de la tarta:

Trasladamos nuestras dos primeras galletas a la bandeja o caja de presentación con sumo cuidado para que no se rompan. Les ponemos delicadamente una capa fina de crema de limón. Pasamos el merengue a una manga pastelera con una boquilla redonda y ponemos montoncitos de merengue por toda la superficie. Seguidamente ponemos crema de limón sobre las otras dos galletas que formarán el segundo piso y, con la crema ya puesta, las colocamos cuidadosamente sobre los montoncitos de merengue. Repetimos la colocación del merengue y adornamos a nuestro gusto con el resto de los elementos.

Es una tarta muy vistosa y colorida.

¡Hasta la próxima!

PARA FRANDO, OTRA VEZ,

Sigue creciendo el mayor de nuestros niños madrileños, a la velocidad de un rayo. Esta fue la tarta que hicimos para su sexto cumpleaños, hace unos meses. Está en esa adorable edad en la que los dientes de delante, las paletas nuevas, empiezan a crecer y parece que no son de su talla. Esa edad donde ya adopta expresiones y poses de adulto en algunas situaciones, y resulta simpatiquísimo. Y además ¡está hecho un campeón del balonmano!, así que ya puedo ir practicando la tarta del año que viene. Muchas felicidades te dejamos aquí para verlas siempre que quieras, que cumplas muchos más y que nosotros podamos celebrarlos contigo. Te veremos muy pronto.

Esta modalidad de "tartas juguete" es una excelente opción cuando no tenemos tiempo de hacer todas las figuras en pasta de azúcar, o cuando un tiempo caluroso y húmedo, como el de Canarias en agosto, te impide ponerte a modelar nada porque todo se derrite. Además tiene la ventaja que el juguete forma parte del regalo y puede seguir usándose cuando el cumpleaños ha pasado. El truco está en integrar la temática del juguete en la propia forma de la tarta.

Aquí, además de una rica tarta de zanahoria, que anima a comer verdura a los niños que sean reacios, se usaron unas riquísimas rocas de tres chocolates. La receta de las rocas la publicaré en breve porque se le pueden dar mil usos.

Se hicieron dos tartas, una redonda en un molde de 30 centímetros, y otra superior con el molde de Wilton de piñata, aunque vale cualquier molde redondo.

La cubierta es la típica de las tartas de zanahoria, pero añadiendo cacao y yogur griego para hacerla más suave. Como era bastante grande se usaron las cantidades que describo a continuación multiplicadas por tres.

Con las cantidades que se describen en la receta puede usarse un molde de 20 cm de diámetro y quedará perfecta.

Ingredientes:
Para el bizcocho: Para el frosting de chocolate:
200 gramos de harina de repostería 270 gramos de chocolate fondant
80 gramos de harina de trigo integral 85 gramos de mantequilla
25 gramos de cacao puro en polvo 170 gramos de queso Philadelphia
una cucharadita de bicarbonato 240 de azúcar glas
2 cucharaditas de levadura Royal 40 gramos de cacao en polvo
1/2 cucharadita de sal 1/2 cucharadita de sal
1/4 cucharadita de nuez moscada molida 1 yogur griego
2 cucharaditas de canela molida
340 gramos de zanahoria, pelada y en trozos.
200 gramos de piña fresca pelada y en trozos.
100 gramos de nueces pecanas (tostadas en el horno previamente).
4 huevos grandes
200 gramos de azúcar normal
100 gramos de azúcar moreno
240 ml de aceite de girasol
1 cucharadita de pasta de vainilla

Preparación:

Para preparar el bizcocho empezamos precalentando el horno a 180º y engrasando nuestro molde con mantequilla y cacao en polvo o de la forma que acostumbremos. Reservamos.

A continuación mezclamos en un bol todos los ingredientes secos: harinas, cacao, bicarbonato, levadura, sal, nuez moscada y canela y removemos bien. Reservamos.

Rallamos la zanahoria y reservamos.

Trituramos la piña y reservamos.

Trituramos las nueces y reservamos.

En un bol amplio batimos los huevos con el azúcar hasta que blanquee, añadimos el aceite, la vainilla, la zanahoria rallada, la piña y las nueces y mezclamos bien. Incorporamos poco a poco los ingredientes secos mezclando cuidadosamente con movimientos envolventes.

Pasamos la mezcla al molde y horenamos 40 o 45 minutos. Debemos pinchar para comprobar si está cocinado, cuando el pincho sale seco.

Retiramos del horno y cuando esté templado, desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Para preparar el frosting o cubierta troceamos o rallamos el chocolate y lo fundimos al microondas de poco a pocos segundos, en cada intervalo sacamos y removemos, hasta que veamos que está completamente fundido. Reservamos.

En otro bol ponemos la mantequilla a temperatura ambiente, el queso Philadelphia, el azúcar glas, el cacao y la sal y batimos bien hasta integrar.

Incorporamos el chocolate fundido y el yogur y seguimos mezclando, hasta que nos quede una crema homogenea.

Para montar la tarta cortamos el bizcocho en capas, dos o tres según la altura que haya alcanzado el bizcocho y nuestra habilidad para cortarlo (siempre se maneja mejor si se deja reposar el bizcocho de un día para otro). Colocamos un disco en nuestro plato de presentación y extendemos 2 o 3 cucharadas de crema. Repetimos este procedimiento con el resto de los discos. Finalmente cubrimos con la crema toda la superficie y laterales de la tarta.

Si queremos que quede bien lisa, daremos una primera capa fina de crema que actuará como tapaporos, llevamos al frigorífico y al cabo de una hora sacamos y volvemos a cubrir con una capa más gruesa que podremos alisar.

Esta crema también puede ponerse en una manga pastelera con la boquilla que más te guste para realizar decoraciones con manga.

Así queda por dentro, ¿a que dice cómeme, cómeme?...
¡Hasta la próxima!

Una receta muy fácil pero algo engorrosa por los tiempos de espera para que suba la masa, en tres ocasiones distinta y requiere también un poquito de control de temperatura ambiente. Si es una tarde de invierno igual pierdes la paciencia esperando a que crezca la masa y si eres como yo de las que se desespera, pues mejor elige otra cosa que no requiera tanto tiempo entre paso y paso. Pero si has tenido la tarde libre en casa y te apetece encender el horno, no te vas a arrepentir.

Para mi es perfecta para desayuno o merienda, con nueces y pasas te dejará satisfecha y sin hambre durante unas cuantas horas y la cocina con un agradable olor a dulces recién horneados.

Ingredientes:

Para el pre-fermento
135 gr de harina
15 gr de levadura de panadería fresca
75 gr de agua

Masa principal
400 gr de harina
75 gr de azúcar
120 gr de leche a temperatura ambiente
3 yemas de huevo
1 cucharadita de sal
120 gr de mantequilla a temperatura ambiente

Glaseado
50 gr azúcar
50 gr de agua
150 gr de azúcar glas

Relleno
un puñadito de nueces
otro puñadito de pasas remojadas en un vino dulce, yo usé un moscatel
75 gr de mantequilla fundida
50 gr. de azúcar
2 cucharaditas de postre de canela

PREPARACIÓN

Mezclamos todos los ingredientes de la masa madre (harina, levadura y agua) hasta que sea una masa homogénea.

Hacemos una bola y dejamos que fermente y crezca una media hora. Apartamos.

Mezclamos ahora los ingredientes de la masa principal, la harina con la leche, el azúcar, la cucharadita de sal y las 3 yemas y amasamos hasta que esté bien mezclado y entonces añadimos la masa madre.

Seguimos amasando y vamos incorporando la mantequilla poco apoco.

Trabajaremos la masa hasta conseguir que no se pegue al vaso de la amasadora si has usado máquina o que no se pegue sobre la mesa si estás amasando a mano.

Formamos una bola y la dejamos reposar de nuevo hasta que duplique su tamaño.

Una vez que haya crecido la estiramos con el rodillo sobre un papel de horno, más o menos el tamaño de la bandeja.

Mezclamos el relleno, la mantequilla derretida, con el azúcar y la canela y pincelamos la masa.

Por encima repartimos las pasas remojadas en vino dulce y las nueces.

Enrollamos ayudándonos del papel hasta conseguir un cilindro.

Ahora con un cuchillo cortamos por la mitad a lo largo y con mucho cuidado vamos girando cada tira una sobre otra mientras formamos nuestra trenza corona.

Otra vez dejamos reposar hasta que de nuevo duplique su tamaño.

Metemos en el horno 30 minutos a 180º hasta que la superficie esté dorada.

Preparamos el glaseado calentando el 50 gr agua con 50 gr de azúcar hasta que hierva 1 minuto.

Retiramos del fuego y agregamos el azúcar glas echamos sobre la trenza y dejamos secar.

¡Hasta siempre!

HELADO DE LEMON CURD

TARTA DE COCO Y PIÑA CON FRUTOS ROJOS

FLAN DE CHOCOLATE MUY FÁCIL Y SIN HORNO

TARTA DE LEGO BATMAN. VAINILLA Y NUTELLA.

BRAZO DE NARANJA (TORTA DE LARANJA PORTUGUESA)

TARTA DE QUESO CLÁSICA

MUFFINS CON FRESAS

Bizcocho de dátiles, nueces y zumo de naranja

BUÑUELOS DE CREMA

Bollos de canela

BIZCOCHO DE TURRÓN

PASTEL VASCO

TARTA DE SKATE

Pastas de avellanas y mantequilla

TARTA DE MANZANA Y CREMA PASTELERA CON THERMOMIX

Tiramisú sin huevo con amaretto

TARTA DE NÚMEROS CON SABLÉ, CREMA DE LIMÓN Y MERENGUE

TARTA JUGUETE DE ZANAHORIA Y CHOCOLATE (CHOCOLATE CARROT CAKE)

Trenza de nueces y pasas